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Dos meses ajusta el televisor de don Guillermo Osorio cubierto con una sábana.
Es el mismo tiempo que lleva sin poder ver noticias. Un radio es lo único que lo acompaña, aunque ya perdió la cuenta de cuánta plata ha gastado en pilas.
“Después de uno haber vivido toda la vida con energía, acostumbrarse a no tenerla es muy difícil”, cuenta don Guillermo, quien, cuando le preguntan qué es lo más duro de estar sin luz, no duda en responder que extraña los noticieros y no tener una bebida helada, ni ningún otro alimento en la nevera.
Don Guillermo y su esposa forman parte de las cerca de 10 familias que desde principio de este año comenzaron a habitar sus casas nuevas en la unidad residencial Aires de Paz, ubicada en El Limonar 2, en San Antonio de Prado, una isla oscura en medio del corregimiento.
Hace 2 meses les dijeron que sus viviendas no cuentan con un requisito, por lo que no pueden ser conectadas a la energía.
Desde eso, tuvo que llevarse la nevera para otra parte y comenzar a cocinar con gas. Sin embargo, sabe que su situación no es la más compleja. Muchos de sus vecinos están cocinando en fogones de leña.
Jorgelina Borja, otra vecina, ya está cansada de lavar a mano y reconoce que su nieto ya no rinde igual en el colegio. Le toca llegar a estudiar iluminado con velas y tiene que desplazarse para donde otros familiares si necesitan un computador.
Pero el caso que más les preocupa es el de doña Rosa Amelia Monsalve, quien necesita oxígeno y una conexión. Cada que tiene una crisis, sus vecinos la llevan hasta otro lugar cercano donde sí hay energía.
Por qué no hay energía
“Cuando terminaron de construirlas, vimos redes de energía y transformadores, por eso empezamos a habitar las casas”, contó don Guillermo, quien añadió que tiempo después recibieron una visita. Les dijeron que como no cumplían con una norma que se conoce como ‘Retie’, o Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas -un documento que garantiza que las instalaciones que van a energizarse para acceder al servicio cumplen con los requisitos de seguridad-, no podían prestarles el servicio. “Como no nos conectaron, entonces el gerente del proyecto entuteló, sin embargo, el juez falló en contra de nosotros”, añadió. Por eso, a pesar de que la empresa de servicios ya había tendido cableado y tenían transformadores, no se pudieron conectar.
Román Mazo, representante legal del proyecto de vivienda, aseguró que esta no debería ser razón para no tener energía: “Son caprichos, porque el cumplimiento del certificado pleno de ‘Retie’, el cual nos están pidiendo, se aplica a proyectos multifamiliares, las nuestras son viviendas unifamiliares”.
Al respecto, Carlos Mario Cadavid, jefe de la unidad de distribución de la zona sur de EPM, aseguró que hasta que no se cumpla con este requisito legal no se puede realizar la conexión. No obstante, afirmó que en cuanto se acredite que se cumple la norma, entrarían a hacer las verificaciones para conectarlos a la energía.
Sobre esto, Mazo dijo que esperan que en los próximos días les entreguen el certificado y llegue la luz a Aires de Paz.