Edificio Altos del Lago en Rionegro será demolido por implosión

El edificio enfermo de Rionegro está evacuado desde julio de 2017 por fallas constructivas. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA

El estudio adelantado por la firma Sodinsa, contratada por la Alcaldía de Rionegro para verificar la posibilidad de un posible reforzamiento del edificio Altos del Lago en Rionegro, determinó que la construcción está en riesgo de colapsar y debe ser demolida.

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“En reunión sostenida con los promitentes compradores y propietarios del edificio Altos del Lago se socializó el estudio final realizado por Sodinsa que complementó los ya hechos por Eafit y la U. Nacional, el cual concluye que es urgente la necesidad de demoler”, indicó la Alcaldía en su cuenta de Twitter.

La firma habría encontrado serias deficiencias constructivas e irregularidades en los diseños estructurales. El diario MiOriente señala que el estudio presentó pruebas de “fisuras en la vía, columnas construidas sin el grosor adecuado y a poca profundidad, falsos muros en drywall y pilas rellenas de basura, escombros y cajetillas de cigarrillo en lugar de concreto”.

“Adelantaremos las acciones necesarias para proteger a los residentes cercanos al edificio y hacemos un llamado a la constructora Soluciones Integrales en Construcciones Civiles S.A.S., como responsable de la situación, a cumplir con sus obligaciones”, agrega la Alcaldía.

El estudio de 12 capítulos fue presentado a los propietarios este jueves en el auditorio del Hospital San Juan de Dios de Rionegro. Ante la emergencia se citó al Consejo Municipal de Gestión del Riesgo para este viernes 8 de febrero a las 2:00 p.m., con el fin de establecer el procedimiento a seguir.

Lo que se busca es evacuar a 190 niños que estudian en un CDI cercano al edificio y suspender las obras de construcción que se adelantan en otro edificio aledaño.

“Protegeremos los derechos de todos los afectados y les brindaremos el acompañamiento que sea necesario, tal y como lo hemos realizado desde el primer día. ¡No están solos!”, concluyó la alcaldía que prometió correr con los gastos de la implosión y adelantar procesos de subsidios de vivienda.

El edificio tiene 18 pisos, pesa más de 700 toneladas. La primera torre fue construida y los apartamentos empezaron a ser habitados en 2016. La segunda torre apenas se levantó hasta el tercer piso.

En febrero de 2017 se evacuaron 10 familias que habitaban el proyecto. Casi todos los apartamentos estaban en trabajos de obra blanca. Los estudios de la U. Nacional revelaron que la estructura tiene insuficiente resistencia en vigas y columnas, y que no se cumplen las normas de sismorresistencia y contra incendios.