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Hace más de 35 años que empezó a fundarse el barrio 13 de Noviembre, en la comuna 8, poblado por familias llegadas de diversos municipios de Antioquia, muchas de ellas desplazadas, y aunque en el tiempo se les ha visto el progreso, hay sectores que aún viven en la extrema pobreza y en alto riesgo, y para ellos se abrieron alternativas de una vida mejor.
Pero la estrategia no es llegar con unos diseños y construir, a la usanza antigua. Los planes requieren un proceso de socialización con participación de técnicos sociales, abogados y gestores sociales.
“Son familias para las que su vivienda es casi todo, pues alrededor de ellas es que han vivido, tienen un arraigo con su comunidad y necesitan mucho acompañamiento”, advierte el edil de la comuna 8, Ignacio Arango Arango.
Por ello, la Empresa de Desarrollo Urbano EDU, que lidera la intervención, plantea que en esta etapa se trabaja en un proceso en el que participan un total de 8 personas, que desde 2014 vienen realizando asambleas y reuniones con las familias afectadas en los propios territorios.
La cabeza de este proceso es Juan Miguel Pulgarín, quien admite la vulnerabilidad de las familias y lo sensible que es cualquier intervención enfocada a cambiar tanto su sitio de residencia como su hábitat social y sus costumbres.
“Desde 2014 estamos en la zona haciendo el trabajo con la comunidad, con la tarea de sensibilizar a las familias, lo hacemos con visitas domiciliaras, asambleas y reuniones permanentes con las organizaciones comunitarias y sus líderes de las JAL (Juntas Administradoras Locales) y JAC (Juntas de Acción Comunal)”, detalla Pulgarín.
Los primeros que verán una mejor luz en el horizonte serán 42 familias que han sido incluidas en los Planes de Mejoramiento Integral Barriales, un proyecto que viene desde 2004 y que estaba en la lupa de la Alcaldía para analizar si continuaba y cuáles se podrían ejecutar de inmediato.
La EDU les dio luz verde a una zona de este barrio y a otra en Pinares de Oriente-Villatina, sector de La Piedra, en la misma comuna 8, donde las beneficiarias serán, inicialmente, 26 familias.
En ambos sectores se construirán, en total, siete edificios en la primera etapa, por un costo de $18.000 millones. La comunidad está ansiosa y espera la ejecución de los proyectos. “Tenemos mucha expectativa, la comunidad quiere que sea ligero, porque muchas familias pagan arriendo y requieren una solución urgente”, apunta Ignacio Arango Arango, edil de la comuna 8.
En los territorios del 13 de Noviembre y La Piedra se formaron comités de vivienda integrados por personas de la comunidad con las que se sostienen reuniones permanentes para plantear y escuchar inquietudes y propuestas.
En los próximas días, estas citas se intensificarán, ya que en este proyecto se construirán, por parte de la EDU, 4 edificios de 5 niveles en el 13 de Noviembre y 3 con las mismas características en La Piedra, todos en proceso de licenciamiento con la intención de iniciar obras en el segundo semestre. La etapa constructiva tardará 7 meses, lo que indica que las familias podrán habitar sus inmuebles en el primer semestre de 2018.
Sobre el proyecto, el presidente del Concejo, Jesús Aníbal Echeverri, sostuvo que las transformaciones en territorios como este deben ser de fondo. “No se trata de llegar, instalar unas mangueras y dejar que el agua corra; deben incluirse proyectos de saneamiento de alcantarillado, recuperar espacios con buenas vías, escaleras, senderos y todos los servicios públicos”, precisa el corporado.
El líder de estos planes es Sergio Cuervo, subgerente de Ejecución de Proyectos de la EDU, quien aspira que en ambos sectores se inicien las obras en el segundo semestre de este año.
“Los Planes de Mejoramiento Integral Barrial son una estrategia social acompañada de infraestructura física, que les permite a las comunidades residentes en zonas de riesgo y amenaza cambiar su calidad de vida, acceder a viviendas dignas y disfrutar de mejores espacios públicos”, explica Cuervo.
Particularmente, el 13 de Noviembre y La Piedra están en las zonas altas de la comuna 8 y no disfrutan de las mejores condiciones de vivienda ni de accesibilidad.
Tienen sectores que registran alto riesgo de movimientos en masa y de inundaciones y sus viviendas están construidas de manera muy precaria. Hacia ellas es a las que se dirigen los planes integrales, señala Cuervo.
El concejal Echeverri subraya que si bien EDU tiene los diseños, los planes los deben liderar el Isvimed y EPM que, a su juicio, tienen mejor apalancamiento.
En este proyecto deben involucrarse diversas dependencias de la Alcaldía y se debe llegar a una meta de beneficiar a 40 mil familias con un presupuesto de $150.000 millones
Fanny Benítez, beneficiaria del mejoramiento en Juan Bobo, el primer barrio ya mejorado y que ya disfruta de la renovación, afirma que “ahora tengo más autoestima, se transformó mi vida”. EDU espera que una vez terminados los edificios de la comuna 8 se puedan iniciar proyectos en otras zonas de Medellín.