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Ante las quejas reiteradas de la comunidad vecina de la planta de tratamiento de aguas residuales de Bello, por los malos olores que se propagaban durante la fase inicial de operaciones, EPM anunció que implementará mediciones periódicas del aire en la zona de influencia.
La decisión fue anunciada ayer luego del Consejo Departamental Ambiental, en el que la empresa explicó que los malos olores generados son temporales mientras la planta se estabiliza.
Esta medición se realizará durante 18 días por 24 horas y los resultados obtenidos serán comparados con los niveles permisibles de calidad del aire. A partir de esta semana se iniciará el estudio de olores por parte del Centro de Investigaciones de la UPB.
Los puntos de medición estarán ubicados en la institución educativa Navarra, en el centro comercial Puerta del Norte, en la subestación Bello de EPM y en la misma planta.
Con estas estaciones se cubrirán las zonas de Norte América, Niquía Occidente, Terranova y Copacabana.
La empresa, operadora de la planta, presentó excusas a las comunidades aledañas. Dijo que se trata de olores transitorios que se deben a la fase de estabilización de la planta de tratamiento de aguas residuales, que comenzó en octubre pasado e irá hasta el primer trimestre de 2019.
Indicó que la planta cuenta con dos sistemas de control de olores, que están hoy en operación. Pese a ello, durante la estabilización en el tratamiento secundario de las aguas residuales, provenientes de las casas e industrias, se necesita alcanzar la población requerida de microorganismos. Mientras esta fase culmina, se generan olores en los sedimentadores secundarios. “Esto se va mitigando a medida que evoluciona este proceso”, precisó EPM.
En la operación de las dos primeras líneas de tratamiento, la planta retira hasta 25 toneladas de basuras y material contaminante al caudal de agua que ingresa a las instalaciones. Cuando funcione al 100 %, esta cifra ascenderá a 120 toneladas de carga orgánica al día .