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El Carmen saca 13 caballos de las calles

Es el primer paso para terminar con el maltrato animal que sufren los equinos llevando cargas.

  • Gustavo Alzate, cochero, y Amparo Berrío, adoptante de Negro, sellaron un pacto de amor por el animal. FOTO henry agudelo
    Gustavo Alzate, cochero, y Amparo Berrío, adoptante de Negro, sellaron un pacto de amor por el animal. FOTO henry agudelo
02 de octubre de 2015
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Luego de trabajar 14 años transportando cargas por las veredas de Oriente, Mosco se ganó la jubilación, se va a una finca donde le darán amor, cuidados y descanso.

Su amo hasta ayer, Rubén Betancur, lo entregó porque sabe que el animal va a estar mejor que con él: “levantame (sic) y no velo (sic) va a ser duro, pero sé que el caballito va estar tranquilo, ya se lo merece”, dijo este hombre de 51 años que fue incluido en el programa de la Alcaldía de El Carmen de Viboral de sustitución de caballos de carga por motocargueras, que abarcó, en la primera etapa, a 13 cocheros de un total de 47.

“Yo vine de La Albania, Titiribí, a llevarme tres caballos, desde hoy ellos van a recibir solo amor, y mi vida cambiará porque ellos son los seres que mejor recompensan el afecto”, expresó Valeria Velásquez, sonriente y plena de emoción por convertirse en adoptante.

Gustavo Alzate, dueño de Negro, uno de los equinos que se llevó Valeria, manifestó sentirse tranquilo por el destino del animal. Le dio duro desprenderse del mismo, pues está con él hace nueve años y lo tiene en su corazón: “Ellos están con uno en las buenas y en las malas, se vuelven los mejores amigos y de verdad que me dan ganas de llorar”.

Se fue su Regalo

Abrazado a Regalo, un caballo blanco al que no paraba de sobarle la crin, Alex Castrillón, de 10 años, dejó brotar sus lágrimas. El animal estuvo en su familia desde que él era bebé y se enseñó a su cariño.

“Estoy triste, pero él no va a trabajar y va a estar mejor”, dijo entre sollozos recostado, con infinita ternura, al animal que se iba con un nuevo amo.

Mirándolo, el alcalde de El Carmen, Néstor Martínez, valoró más la decisión de iniciar este programa, que fue posible “gracias a la unión de voluntades de los cocheros, el Concejo y la Administración”. El costo inicial fue de $140 millones.

“Esperamos que el próximo alcalde termine el proceso que dignifica las vidas de los cocheros, sus familias y los animales”, señaló.

Julián Londoño, secretario de Movilidad, precisó que este año ha habido seis accidentes con coches de caballos involucrados, dos de ellos con muertos: “el programa aporta a la movilidad, la seguridad vial y el medio ambiente, y mejora el bienestar de los animales”.

El Carmen da un paso que ojalá se replique en otras localidades, varias del Valle de Aburrá, que no han querido tomar la decisión, en la que Medellín es pionera en el país.

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