El puente de la Madre Laura está que cruza el río

La Secretaría de Infraestructura precisa que ya tiene un avance del 38%. Comunidades tienen inquietudes frente a la movilidad que se generará.

Sorprendente se ve el avance de las obras del puente de la Madre Laura, cuya estructura ya cruza el río. FOTO juan antonio sánchez

Gustavo Ospina Zapata

26 de diciembre de 2014

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Ahí, casi sin que muchos lo vean, crece el puente de la Madre Laura, que unirá a las comunas del nororiente y noroccidente de Medellín aproximadamente en un año, cuando se calcula que esté terminado.

La obra tiene un avance del 38%. Ya incluso sus lozas cruzaron el río. Vigas, columnas, pilonas y demás estructuras de concreto se ven a ambos lados. En el oriental es más notable el avance. Pero es el más cercano al río y el trayecto más complejo.

Por eso es visible el optimismo de Héctor Alonso Gómez, subsecretario técnico de la Secretaría de Infraestructura, la dependencia que tiene la responsabilidad del proyecto.

“La construcción avanza satisfactoriamente, la misma comunidad ve el progreso, uno deja de ir ocho días y cuando pasa ve la estructura más clara”, precisa.

Hay nueve frentes de trabajo abiertos con un rendimiento óptimo que Gómez Giraldo explica en el hecho de que se trabaja en los dos frentes: desde el costado oriental se avanza hacia el occidental y viceversa.

“Se trabaja en el sistema de voladizos sucesivos, es decir, primero se hacen las pilas y desde las pilas se empiezan a lanzar vigas hacia el costado oriental y hacia el occidental, en equilibrio, no se hace formaleta sobre el río sino que con carros lanzadores se lanzan las vigas por el aire y se va cerrando el espacio por ambos lados y se encuentran”, detalla.

En el costado de Castilla, por la calle 94, se repavimentan las vías y se avanza en la entrega de predios, que ya fueron adquiridos, aunque algunos no se han recibido por detalles de trámite.

“Queremos una mejor socialización, porque la casa está vibrando cuando operan la maquinaria y nadie nos para bolas”, dice Estela González, con su vivienda en la zona de la obra, en Castilla.

Obras de movilidad

Dora Taborda, presidenta de la Junta de Acción Comunal de El Picacho sector Primaveral, opina que el puente será muy benéfico, pero dice que “hay que hacer obras de movilidad en mi barrio -entre las carreras 83 y 85 y la calle 96- que son más prioritarias”.

Juan José Giraldo, presidente de la JAC del barrio Sevilla, en el nororiente, siente que el puente será útil para descongestionar la autopista Norte, pero que terminará congestionando Carabobo: “Todos los carros van a descargar acá y Carabobo ya está saturado de obras y de carros”, advierte.

Rodrigo Salazar Pineda, exsecretario de Tránsito y experto en movilidad, dice que celebra su construcción, “porque el Valle de Aburrá no necesita solo este puente, requiere un plan de puentes que una el oriente y el occidente”.

Pero se pregunta si la obra respeta el futuro corredor multimodal del transporte del río, que se pensó hace 50 años para un tren suburbano expreso y semiexpreso.

Para el último trimestre del 2015 se espera que esté culminado el puente, que tiene por ahora un costo de 205.000 millones de pesos, incluida la compra de predios.

1.400

empleos directos ha generado su construcción.