viernes
7 y 9
7 y 9
Hasta Manantiales, un barrio a cinco minutos de Medellín donde no se toma potable, muchos niños andan descalzos y las calles son barrizales, llegó Mariana Pajón, la bicicrosista más exitosa de Colombia, a sembrar sueños y esperanzas.
Les dijo, a los niños y a sus madres, que ella luchó por sus ideales y los logró con esfuerzos, con mucha entrega.
“Si yo lo hice, ustedes pueden, aun en las peores condiciones se logran grandes metas y así ustedes (los niños) les retribuirán a sus padres el esfuerzo que hacen para hacerlos buenos ciudadanos”, dijo Mariana, de bluyín y camiseta y siempre sonriente y cálida.
Decenas de niños y jóvenes, que hicieron un círculo en la parte central del barrio, la miraban. Muchos de ellos afrodescendientes, como Roland Urrutia, de 13 años.
“¿Ella es la que hace cros?... sí, me gusta, voy a estudiar para ser como ella”, expresó el niño, que cursa grado siete y que es uno de los usuarios de la biblioteca comunitaria, un espacio construido por la Fundación Huellas con apoyo de los Padres Maristas, dos organizaciones no gubernamentales que hacen labor social en Manantiales y otros barrios de la vereda Granizal, de Bello.
Roland, vestido de camiseta roja y sudadera azul salpicada de barro, pues su diversión es jugar fútbol en las calles, posó para las fotos con Mariana y sonrió con esa blancura exquisita de los afrodescendientes. Luego se fue luego a la biblioteca, donde Mariana repartió kits escolares.
Era la primera vez que la deportista colombiana, medallista olímpica, visitaba un barrio de estas condiciones en su papel de Campeona de la Paz y el Desarrollo Sostenible del Pnud en Colombia, nominación que recibió a mitad de este año. Con la sencillez que la caracteriza, Mariana expresó que “el mensaje me lo dieron ellos a mí”, por las dificultades que viven y las luchas que libran cada día.
Una cuadra antes de llegar, Mariana vio a centenares de personas haciendo fila para recibir, a precio de caridad, una bolsa con legumbres, comida que ya en las plazas de Medellín no tiene valor comercial y que para ellos es un mercado que deben hacer rendir hasta una semana.
“Me encantaría que todo mundo subiera acá y se diera cuenta de las necesidades que hay, el Gobierno y las empresas privadas”, dijo.
“Que ella esté acá nos hace visibles, se van a fijar más en nosotros y todo lo que necesitamos”, subrayó Yeicy Ochoa, líder del barrio y que puso a la campeona a bailar y cantar con los niños y jóvenes.
Carlos Iván Lopera, coordinador de la oficina del Pnud en Antioquia, llamó la atención sobre el abandono del sector: “Llevamos mas de tres años acá con el proyecto Construyendo Soluciones Sostenibles, tienen muchas necesidades básicas insatisfechas y viven en condiciones de mucha insalubridad”, advirtió.
El Pnud trabaja de la mano con la Fundación Huellas, que promueve valores y educación, igual que otras organizaciones barriales.
Mariana, en su primera visita a un sector deprimido como embajadora del Pnud, lo supo. Sus tenis se llenaron de barro, pero ni se dio cuenta.
Le importaron las sonrisas de los niños, los abrazos de las madres y las esperanzas que vio en sus rostros una vez terminó su visita, a las 4 de la tarde de ayer. Ella sabe que sembró una semilla....