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Hace 15 años la motocicleta era lujo de unos y un modo de transporte arriesgado para otros. Hoy, este vehículo, que muchos ven como problema, se convirtió en la solución de miles de habitantes de Medellín.
La ascendente cifra de circulación de motos en la ciudad, ha despertado la necesidad de las autoridades de hablar del tema, no como una problemática, sino aceptando que es una realidad sobre la que hay que legislar.
El más reciente reporte oficial muestra que, mientras entre enero y junio de 2014 había 604.125 motos rodando en Medellín, en el mismo periodo de este año ya son 629.743 de estos vehículos transitando por las calles, es decir 25.618 más.
Los carros, entre tanto, si bien registraron un aumento de 22.228, representado en 603.747 en 2014 frente a 625.975 de 2015, tuvieron un decrecimiento, frente a las motos, como el vehículo preferido en la ciudad.
El vertiginoso incremento en la circulación de estos vehículos es atribuido por expertos y empresarios a diversos factores que van desde el mejoramiento de los ingresos económicos de la población, a la competencia de industria y ensambladoras de motos, así como a políticas municipales.
Daniel Rodríguez, realizador de la investigación La Motocicleta en América Latina, explicó que hoy se compran más motos en Colombia por los precios favorables que tienen frente a los de los carros y porque el costo de mantenimiento también es menor que el de otros automotores.
“Los valores seguirán bajando en la medida que las ensambladoras chinas y de la India crezcan. Hace poco más de 10 años eran solo japonesas y el precio lo controlaban ellos”, anotó, en tanto añadió que los nuevos propietarios de motos venían de ser usuarios del transporte público, donde también hay un ahorro.
Para Sergio Ignacio Soto, director de Fenalco, además de la competencia de industrias de motocicletas, la imposición, por parte de las autoridades de Medellín, de la restricción a la circulación de motos con parrillero en Medellín, también —paradójicamente— incidió en el ascenso de ventas de esos vehículos.
“Al saber que la medida no permite que muchos transporten en moto a sus padres, hermanos o amigos decidieron comprar un vehículo de estos aprovechando las grandes ofertas y facilidades”, aseveró, al tiempo que dijo que, por otro lado, el número de usuarios del metro también subió como consecuencia de la restricción al parrillero.
Esa realidad presentada en las cifras la evidencia en las calles, Fernando Álvarez, taxista hace más de 10 años, y quién aseguró que además de ver cada vez más motos también es testigo del incremento de los accidentes, en los que tienen que ver un conductor de esos vehículos.
“Ellos (los motociclistas) no respetan las normas de tránsito. Parecen locos en esos aparatos, bravean a los demás conductores y no tienen cultura en la vía”, enfatizó.
Sobre esa opinión, generalizada en los taxistas, sobre motociclistas, el conductor de moto, Jaime Jiménez, pidió tolerancia y consideró que el peligro lo representan los carros.
Precisamente, la accidentalidad, en la que están relacionados motociclistas, no deja de preocupar a las autoridades de la ciudad.
En lo corrido del año van 38 conductores de motos muertos en accidentes de tránsito, cinco menos que en igual periodo de 2014. Entre tanto, hasta marzo de este año iban 161 heridos, producto de las colisiones de motocicletas en la vía.
Omar Hoyos, secretario de Movilidad de Medellín, consideró que en el caso de las motocicletas, cuando un ciudadano va en un carro y se presenta un accidente, por lo regular los daños pueden ser latas. Pero cuando un ciudadano va en una moto, el parachoques es el cuerpo del conductor o el parrillero de la moto.
Por eso, agregó, “hay que tener mucho autocuidado cuando estamos conduciendo una moto. Tenemos que conducir siempre a la defensiva, así como un carro ocupa un carril, las motos tendrán que hacer lo mismo y solamente ocupar el carril del lado para adelantar un vehículo cuando esté permitido técnicamente adelantar”.
“La mayoría de las personas que hemos conducido moto parece que nos encimaran el pase al comprarla”, exclamó Hoyos.
No obstante, las cifras y las reiteradas agresiones verbales y físicas entre conductores de servicio público, conductores de carro y motociclistas, el alcalde Aníbal Gaviria pidió no ‘satanizar’ a las motos.
El mandatario de Medellín explicó que dos de las más grandes transformaciones de Colombia y el mundo son el teléfono celular y las motos, las cuales consideró generadores de equidad en las sociedades.
“A mi, entre un vehículo particular y la moto, prefiero la moto. Antes no era preferible por lo contaminante, pero ahora con las nuevas tecnologías contamina menos”, apuntó, en tanto añadió que es un medio de transporte que no congestiona de la manera que lo hace un carro.
El último informe del programa Medellín Cómo Vamos, sobre calidad de vida en 2014, confirmó la tendencia del acelerado número de motos, frente a carros, entre 2008 y 2014 y destacó que una de las estrategias planteadas en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para el manejo específico de la movilidad en motocicleta es la implementación de motovías.
Ese POT, concibe estos carriles exclusivos para motos como una solución posible ante el aumento en el número de esos vehículos.
Sin embargo, el análisis de Medellín Cómo Vamos, estableció que el orden de prioridades del POT le da preponderancia a los sistemas peatonales y de transporte público.
De esa manera, añadió el estudio, la Alcaldía busca generar un dejar de incentivar el uso de la motocicleta. Consideró, que las vías segregadas para vehículos motorizados de dos y tres ruedas, está supeditada a su aprobación en el Plan Integral de Movilidad Sostenible de la Administración.
“El mejoramiento del sistema de transporte público a uno eficiente y de bajo costo también mejora la sostenibilidad de la movilidad urbana”, dijo durante la exposición del informe, Piedad Restrepo, de Medellín Cómo Vamos.
El alcalde Gaviria acotó que trabaja en la construcción de más ciclorrutas para detener la compra de motocicletas. “¿Cómo desincentivar las moto? yo no castigaría las motos. La manera de hacerlo es dándole opciones a quien hoy utilice una motocicleta. Esto es metro, metrocable, metroplús, tranvía, Sistema de Transporte Integrado y bicicleta pública”.