<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Así crece el uso de energía solar en Antioquia

Más de 350 proyectos se están ejecutando en el departamento. Empresas, las que más se arriesgan.

  • Paneles fotovoltaicos en el techo de la Fábrica Nacional de Chocolates, municipio de Rionegro. FOTO ESTEBAN VANEGAS
    Paneles fotovoltaicos en el techo de la Fábrica Nacional de Chocolates, municipio de Rionegro. FOTO ESTEBAN VANEGAS
  • Institución Educativa León XIII, zona rural del municipio de Bello. FOTO SANTIAGO MESA
    Institución Educativa León XIII, zona rural del municipio de Bello. FOTO SANTIAGO MESA
  • Escuela en la vereda Monterrey de Nechí y su sistema de paneles fotovoltaicos. FOTO CORTESÍA GOBERNACIÓN DE ANTIOQUIA
    Escuela en la vereda Monterrey de Nechí y su sistema de paneles fotovoltaicos. FOTO CORTESÍA GOBERNACIÓN DE ANTIOQUIA
08 de mayo de 2018
bookmark

En Colombia todavía no existen parques solares con forma de osos panda como en China, ni tampoco plantas que abarquen más de 5.000 hectáreas, como la que inició operaciones en marzo pasado en Pavagada, al sur de India, y que a finales del año generará 2.000 megavatios de energía (400 menos de lo que producirá Hidroituango). Sin embargo, en el último año, en el país se ha avanzado bastante en la materia.

La noticia más reciente llegó desde la represa de Guatapé, donde EPM presentó su complejo de paneles solares flotantes sobre el embalse de esta localidad. Ensayará, durante un año, si sus 145 kilovatios de potencia resultan más eficientes sobre el agua que los sistemas fotovoltaicos instalados en techos o pisos.

También hay escuelas, empresas y hogares que le están apuntando a esta forma de autogeneración energética. Entre todos suman más de 350 proyectos, por los cuales se puede afirmar que la energía solar no es algo que se vislumbra hacia futuro sino que es una realidad presente.

Escuelas rurales

Desde septiembre del año pasado, la Universidad de Antioquia, en convenio con EPM y dos empresas privadas, puso en marcha un proyecto en 11 instituciones educativas que fueron escogidas por las condiciones de intermitencia energética que vivían.

En estas, 1.100 estudiantes ya no tienen que preocuparse porque los alimentos que llevan se les dañen, pues las neveras funcionan, así como la luz en las aulas de clase o los ventiladores en las seis escuelas ubicadas en Caucasia y las cuatro en Carepa, donde el calor suele pegar con fuerza.

La más cercana a Medellín es la Institución Educativa León XIII (sede Altos de Oriente), en zona rural de Bello. Sus paneles sirven, a la vez, de experimento: están hechos con perovskita, un elemento que podría remplazar o complementar, en el futuro, al silicio para fabricar celdas solares.

En 2016, el Foro Económico Mundial, en conjunto con la revista Scientific American, documentó que con la perovskita se logró llegar al 20% de eficiencia en solo cinco años, mientras el silicio alcanzó techo en 25% hace más de 20 años.

Es decir, podría ser que los paneles solares con perovskita instalados en la escuela rural de Bello puedan captar más energía y ser más baratos. Santiago Acosta, gerente de Desarrollo e Innovación de EPM, indicó que ese es el objetivo, pero también subrayó la importancia de llegar con estas alternativas a los sitios que no tienen conexión eléctrica en el departamento.

En un proyecto similar, la Gerencia de Servicios Públicos de la Gobernación de Antioquia instaló paneles solares en 70 escuelas rurales, de las 134 planeadas. Para ello hay una inversión de 6.792 millones de pesos, con lo cual se beneficiarán 15.000 personas de 18 municipios.

Los sistemas instalados en estas instituciones cuentan con 2 kilovatios de potencia y pueden almacenar la energía en baterías, para que en las noches tampoco falte la electricidad.

“Muchos de los proyectos de celdas solares que se ejecutan son comerciales, por eso nosotros quisimos darle un sentido social, llegar a la ruralidad”, comentó James Gallego Alzate, gerente de Servicios Públicos de la Gobernación.

Blanca Nieves, la única maestra que tiene la Institución Educativa Colorado sede Monterrey, en Nechí, contó que ya no tendrá que pasar más noches a oscuras, pues con el sistema instalado no solo mejoró la calidad educativa para sus 16 alumnos, sino para ella, que debe quedarse a dormir en la escuela, fue un alivio.

“Al casco urbano hay más de 50 minutos cuando hace buen tiempo, pero en invierno son más de dos horas. Por eso opté por vivir acá. Ahora que hay energía puede uno soñar con tener una nevera, ventiladores, o una bomba para sacar agua del pozo”, dijo.

Sus estudiantes podrán disfrutar ahora de las cinco tabletas que llegaron, para aprender de otra manera. Nieves reveló que muchos de ellos aún no tienen electricidad en sus casas y ahora podrán disfrutarla al menos a la hora de estudiar.

Empresas y hogares

Cuatro años tardó la reglamentación de la Ley 1715 de 2014, que integra las energías renovables, como la solar, al Sistema Energético Nacional. Apenas con la Resolución 030 de 2018 de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), varias empresas se animaron a instalar sistemas fotovoltaicos.

Si bien es cierto que Celsia fue pionera antes de la reglamentación, EPM desde este año también entró con fuerza al negocio.

La entidad instaló, el pasado mes de enero, 1.568 paneles en el parque comercial El Tesoro, que tienen una capacidad de 493 kilovatios, lo que equivale al consumo diario de 341 casas.

Según comentó el gerente de EPM, Jorge Londoño De la Cuesta, tiene 40 clientes en materia de energía solar. Además, reveló que están evaluando las condiciones técnicas y las licencias para crear un parque solar en el Magdalena Medio, que sería el primero de esta compañía sobre piso.

Mientras EPM se enfoca en los proyectos de mayor escala, las instalaciones domésticas se hacen a través de una empresa en la que la entidad pública invirtió capital y que funciona hace cinco años: Erco.

En Antioquia, esta trabaja en cerca de 200 proyectos en fincas y casas, donde los paneles en promedio tienen una capacidad de 3 megavatios, y los cuales, gracias a la regulación de la Creg, pueden recibir energía del sistema energético convencional en las noches, cuando no hay luz del sol, sin recargo alguno.

“Una casa sí podría vivir 100% con energía solar, pero para ello tendría que instalar baterías. Lo que sucede con la regulación es que es un sistema híbrido, y en las noches la electricidad se devuelve del excedente que se genera en el día. El usuario solo pagaría una tarifa comercial, inferior a los 10.000 pesos al mes”, indicó Juan Esteban Hincapié, gerente de Proyectos de Erco.

Celsia tiene cuatro proyectos en operación en Antioquia. Uno de estos es el techo con paneles solares más grande del departamento, el de la Fábrica Nacional de Chocolates, en Rionegro, inaugurado en diciembre del año pasado.

Tiene una capacidad de 2.100 kilovatios, con lo cual se logra generar entre el 15 y el 20% del consumo energético de la compañía. Esteban Arroyave, líder de negocios en ciudades de Celsia, explicó que en términos ambientales eso equivale a un ahorro de 604 toneladas de CO2 al año, equivalente a sembrar un bosque de 40 hectáreas.

Celsia, que aún no le apunta a los hogares en Antioquia, indicó que también están en proceso dos nuevos proyectos de paneles solares en centros comerciales, uno en Medellín y otro en Rionegro.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD