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Transporte público moderno: antídoto contra los tacos
Así lo concibe el secretario de Movilidad de Medellín al explicar los retos para 2019.
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Humberto Iglesias llegó a la Secretaría de Movilidad de Medellín luego de desempeñarse como director de Isvimed. FOTO JULIO C. HERRERA
05 de enero de 2019
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Para afrontar la movilidad de una ciudad convulsa y en la que el constante crecimiento del parque automotor amenaza el desplazamiento, es necesaria una mirada de “acupuntura urbana”, es decir, tomar decisiones milimétricas y aprender a observar a Medellín, sin pausas, en todos sus rincones.
Así describe su cargo Humberto Iglesias, secretario de Movilidad de Medellín, quien convirtió al transporte público en su estandarte y quien, además, tiene la certeza de que para reducir la accidentalidad, es esencial hacer pedagogía a los ciudadanos.
El secretario conversó con EL COLOMBIANO sobre la reducción de los siniestros viales (239 casos en 2018, la cifra más baja en una década), los avances en vehículos eléctricos, las fotomultas y los puntos claves para descongestionar Medellín.
En Medellín continúa aumentando el parque automotor, a lo que se suman los cierres viales por obras este 2019. ¿Cómo sortearán las congestiones? ¿Estamos condenados a vivir en un taco diario?
“La principal característica que debe tener una ciudad para mejorar su movilidad es modernizar el sistema de transporte público. Hay varios ejemplos en ciudades como Los Ángeles, California (EE.UU), una de las metrópolis con más infraestructura vial por metro cuadrado: autopistas de 6 carriles y con intercambios viales de hasta tres pisos. Y, paradójicamente, estas zonas son las que más congestiones tienen hoy. Si uno construye más vías, lo que está haciendo es atraer más vehículos.
Hay otro tipo de ciudades más desarrolladas, como las europeas, donde lo que se fortalece es el sistema de transporte público. Esa es la verdadera herramienta que deben tener las ciudades en pro de una movilidad sostenible. ¿Qué queremos hacer nosotros? Revolucionar el transporte público, que sea tan eficiente, moderno, seguro y ágil que las personas prefieran bajarse del vehículo particular”.
Precisamente habían prometido un sistema de transporte público inteligente. ¿Cómo ha avanzado eso?
“El sistema metro está moviendo 1,2 millones de pasajeros diarios y, desde el año 2016, esta administración adquirió 22 nuevos vagones. También avanza la construcción de dos nuevos cables: el de Miraflores, que ya se inaugura en febrero, y el del Picacho que esperamos estarlo entregando al final del año. Se van a adquirir 64 buses eléctricos para la ciudad y Encicla va a duplicar el número de bicicletas y estaciones.
Contamos con el centro de gestión y control de flota, el cerebro de la movilidad en nuestra ciudad. Ahí tenemos 2.079 buses con un dispositivo que permite monitorearlos en tiempo real, en la velocidad y frecuencia, si están cumpliendo o no con las rutas. Esperamos que, en el primer semestre de este año, el 100 % de los buses cuente con este sistema. Tenemos, además, 1.288 buses renovados y el 100 % de las rutas integradas al transporte con Cívica ya operando con recaudo electrónico.
Ya existen 70 paraderos inteligentes en Medellín, los únicos en el país que tienen esta tecnología. Queremos que estos paraderos no sean templos de la publicidad, sino que sean útiles en la toma de decisiones para los pasajeros. Para marzo habrá 383 en la ciudad”.
Sigue la polémica con la implementación del carril solo bus, especialmente con los reclamos de los comerciantes. Hace poco apelaron el fallo judicial que ordenaba desmontar la señalización. ¿En qué va ese proceso?
“Efectivamente recibimos una acción judicial de la cual somos absolutamente respetuosos, en la que, en primera instancia, se ordenaba retirar los hitos y bordillos del carril preferencial. Hicimos una apelación ante el organismo correspondiente y estamos a la espera, con todas las expectativas, de que las personas que tienen que tomar estas decisiones tengan en cuenta nuestros argumentos para que se tome la mejor decisión”.
Un problema en los barrios es el parqueo. Son constantes los trancones, puesto que los carros mal estacionados estrechan las vías. ¿Cómo evitarlo?
“Lo primero es la cultura y educación, si tenemos mayor consciencia por supuesto que evitaremos parquear donde no se debe. Pero también la cultura ciudadana se logra con autoridad y el ejercicio de ella. Instalamos 3.000 cepos en 2018, que están generando más control y una sanción moral. Cuando una persona llega a su vehículo y se da cuenta de que está bloqueado y que los vecinos están mirando en los balcones a ver cuál era el vehículo que estaba congestionando, el conductor evitará hacerlo de nuevo. Seguimos con las grúas y nuestros agentes, pero necesitamos del compromiso de los habitantes”.
Una discusión acalorada ha sido la relacionada con la reglamentación de plataformas móviles como Uber, Cabify y Picap. ¿Cómo han mediado en ese conflicto?
“Estamos implementando acciones que permitan avanzar con la legalidad, por eso siempre recomendamos que se tome el sistema público legal: los buses, los taxis, el sistema metro. Este tipo de plataformas son ilegales, no han sido reguladas por el Ministerio de las TIC ni por el Ministerio de Transporte. Hace poco hubo una polémica entre las dos carteras, en la que una decía que eran legales y la otra decía que no. Nosotros le solicitamos al Gobierno Nacional que, de una vez por todas, regule este tipo de plataformas. Por ahora lo que estamos haciendo es generar operatividad que nos permita disminuir los ilegales o piratas”.
Este año reciben el resultado de los estudios que indican si se debe aumentar o no el pico y placa. ¿Tomarán más medidas restrictivas con el tráfico vehicular?
“Una ciudad debe brindar oportunidades a las personas, antes que sanciones. Queremos revolucionar el transporte público y ofrecer tantas opciones de buena calidad a los usuarios que se puedan bajar de su vehículo particular. En ciudades como Pereira y Bogotá, con unas medidas de pico y placa tan restrictivas, lo que ocasiona es que los ciudadanos busquen comprarse otro vehículo para evitar tener pico y placa. Por eso esta medida no es una solución real”.
Hablemos de errores ortográficos como “mobilidad” y luego “cemáforo” en campañas oficiales de la Secretaría de Movilidad. ¿Quién las revisa? ¿Qué reflexión quedó de esto?
“La primera reflexión que sale de este tipo de situaciones es cómo hemos perdido el enfoque de lo que es importante. Es más importante un error de ortografía que salvar una vida. Por supuesto que no es justificable el error, pero fue más mediático eso que decir que ha sido la mejor década en desempeño y en resultados de prevención de siniestros viales. Sin embargo, al revisar el inconveniente concluimos que hubo un error de comunicación entre el proveedor y la Alcaldía de Medellín y ahí se produjo eso. Seguiremos tomando más correctivos para evitarlo”.
Cerraron el año con 45 kilómetros de ciclorrutas en ejecución, pero algunos de estos tramos han sido invadidos por los venteros. ¿Cómo darle más prioridad al ciclista y corregir estas situaciones?
“Tenemos 30 agentes de tránsito en bici. Quisimos cambiar la cultura y los paradigmas, decirles a nuestros agentes que tienen que bajarse de la moto y el vehículo. Van en bici, privilegiando a los ciclistas, para que estos usuarios se movilicen de una manera tranquila y cómoda por esos sectores que seguimos construyendo”.
Entre las grandes banderas de la Secretaría se encuentra privilegiar la movilidad eléctrica. ¿Qué resultados han conseguido?
“Medellín tiene que migrar de manera contundente a otro tipo de combustibles. Queremos ser la capital latinoamericana de movilidad eléctrica, no por un tema de egos o de vanidades, sino porque tenemos que contribuir a la calidad del aire. Tenemos la primera flota de vehículos eléctricos funcionando y un crecimiento importante de este parque automotor en nuestra ciudad, con 350 vehículos de este tipo rodando por Medellín. Aumentamos las ecoestaciones para carga eléctrica, cuando llegamos a esta administración teníamos cinco, terminamos el año con 19 estaciones. Este año, en el primer semestre, estarán llegando los primeros taxis eléctricos a Medellín, en reposición de los taxis más viejos que hoy existen”.
Ya está desocupado el patio de Los Colores, uno de los sectores al cual llegaban los carros inmovilizados. Con un patio menos en la ciudad, ¿qué va a pasar con estos vehículos y en qué va el plan de chatarrización?
“Lo primero es inversión austera y eficiente de los recursos públicos. En ese patio de Los Colores estábamos invirtiendo un promedio de 60 millones de pesos mensuales en gastos por su alquiler. Lo que hicimos fue optimizar el espacio dentro de nuestra Secretaría y poner operativo un terreno propio para ahorrar cerca de 600 millones de pesos al año por el alquiler de ese patio. Venimos avanzando en la Ley de patios y de chatarrización y ya empezamos a entregar patios que no se están usando”.
Con el déficit de guardas, ¿cómo contrarrestar los cierres viales que vienen este año?
“Una clara muestra de cómo empezar a aportarle a este déficit fue la llegada de 200 nuevos agentes. Por la Ley 617 no podemos incrementar más el cuerpo de agentes de tránsito, entonces la idea es que con los que se tienen hoy podamos hacerles frente a todas las obras”.
Uno de los debates ha sido el de las fotodetecciones. La legislación permite las cámaras y radares, pero ya no los carros de fotomultas, aunque la Secretaría disponía también de este tipo de vehículos. ¿Cómo controlan este tema?
“En todos los sectores en los que se ubica una cámara de fotodetección se han logrado salvar vidas. Están funcionando y siguen contribuyendo con la seguridad vial. Tendremos polémicas, pero lo que siempre hemos dicho es que la mejor manera de no tener fotomultas ni sanciones es portarse bien y cumplir con las normas de tránsito. Medellín ya tiene permiso por la Agencia Nacional de Seguridad Vial bajo la nueva normatividad para estar operando con todos sus implementos”.
En Bello ocurrió el escándalo del cartel del silbato. En Medellín, ¿qué estrategias adelantan para evitar casos de corrupción al interior del tránsito y que no se replique lo que ocurrió en Bello?
“Sabemos que en donde hay cualquier componente humano pueden haber errores y condiciones que permitan las cosas que pasaron en Bello. Estamos todo el tiempo hablando con nuestros agentes de tránsito, mostrándoles la importancia de generar confianza. A pesar de que en nuestra ciudad hubo un caso, bajo el mismo cartel de Bello, nos sentimos orgullosos de que la mayoría de los agentes hacen bien su trabajo. Nos queda es felicitarlos por la labor que hacen y seguirles reiterando a diario la importancia y el compromiso que tienen con la ciudad”.
¿Qué sigue pendiente?
“Son varios los sueños vigentes: consolidar el transporte público, el carril preferencial, los paraderos inteligentes y la cultura vial. También continuar sistematizando nuestros procesos, ya lo hemos conseguido con el 51% de los trámites de la Secretaría de Movilidad, el objetivo es alcanzar el 80% y que las personas puedan acceder a nuestros servicios desde el teléfono. Finalmente, queremos que Medellín sea la capital latinoamericana de la movilidad eléctrica”.
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buses son monitoreados a través del Centro de Gestión y control de flota de Medellín.
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