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Las más de 205 especies de fauna y flora que constituyen la riqueza ecológica de El Poblado -según un reciente estudio de la Secretaría del Medio Ambiente- son todavía un universo por descubrir y disfrutar y es precisamente lo que están haciendo cerca de 30 personas, la mayoría residentes en el sector, a través de expediciones botánicas por sus parques y quebradas principales.
Las actividades las guía el Centro Cultual 5 Sentidos, con asiento en la comuna 14, y consisten en la realización de recorridos por las cuencas de quebradas como La Presidenta, La Chacona y La Aguacatala, durante los cuales los participantes, todos voluntarios, toman fotografías, dibujan las escenas y escriben historias alrededor de lo observado.
La idea, afirma Ana María Agudelo, integrante de 5 Sentidos, es construir una memoria del patrimonio ambiental de El Poblado y sembrar la inquietud sobre la importancia de protegerlo y conservarlo.
“El proyecto de las expediciones botánicas urbanas busca, a través lenguajes como la fotografía, la ilustración y la narrativa, mostrar la flora y la fauna que vemos día a día y que se nos olvida reflexionar sobre ella”, dice Ana María.
El proyecto es apoyado por la Secretaría de Cultura y apunta a sumar información sobre la riqueza natural de este territorio, en el que han sido detectadas especies de flora como musgos, helechos, bromelias, guayabos, mangos, zapotes, madroños, algarrobos, naranjos, ceibas, búcaros, café, pencas y guanábanos; y animales como ardillas, murciélagos, zarigüeyas y cangrejos, entre otros.
Para Andrés Felipe Restrepo, director de 5 Sentidos, “las expediciones botánicas permiten conocer el entorno y apoderarnos de estos espacios verdes para comunicarlo a otras personas y enamorarlas de esas riquezas que tiene la urbe”.
Hasta ahora se han hecho dos expediciones: una el pasado puente festivo y otra ayer, con epicentro en la cuenca de La Presidenta y su parque ambiental. Los asistentes son personas de distintas edades, profesiones y actividades, divididas en tres grupos: unos que toman fotos, otros que dibujan los paisajes y el resto que escribe. Previo a los recorridos, 5 Sentidos les dio capacitación en dibujo, fotografía y escritura.
Los más emocionados con el proyecto son los voluntarios, que además de disfrutar de jornadas ecológicas, tienen retos personales.
“Me gusta escribir, pero no lo había hecho sobre estos temas y me gustó salir de la zona de confort para explorar otras formas de narrar”, afirma Laura Muñoz, estudiante de 16 años.
“Con la escritura se pueden desarrollar los sentidos, expresar los olores, lo que percibes y visualizas”, señala Valeria Restrepo, estudiante de 11.
Pilar Tolosa, abogada y fotógrafa, resalta el valor de la expedición para registrar fenómenos: “se aprecia la acción humana en la basura que uno ve en la quebrada, cosas que se pueden corregir”, dice.
Elizabeth Román, sicóloga y artista, siente que la expedición no termina con los recorridos guiados: “Creo que es ahí cuando empieza el reto personal conmigo misma, para seguir registrando y dibujando las plantas, la expedición nos deja una bitácora de acciones y es lo más valioso”.