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Serán, al menos, 12 minutos de alta tensión. El descenso de la compuerta del túnel dos de captación, por el que se desvía el cauce del río Cauca en Hidroituango, concita la expectativa en el megaproyecto que depende de superar con éxito esta fase para su estabilización plena.
Esta sería la primera de tres etapas en las que se dividirá el esperado cierre de la casa de máquinas, corazón de la central y donde estaban alojados equipos de los dos primeros generadores que debían entrar en operación comercial en noviembre y diciembre de 2018, respectivamente.
Este jueves EPM informó que durante los trabajos de perforación que permitirán cerrar la casa de máquinas del proyecto Hidroituango, los operarios se encontraron con un hecho atípico que es motivo de investigación y que obligará a acelerar el proceso de cierre de la casa de máquinas.
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Interrumpir el paso de agua por la casa de máquinas y poder ingresar posibilitará conocer a ciencia cierta la magnitud del daño en el proyecto y saber con exactitud cuánto será el retraso en la generación, estimado hoy en tres años (finales de 2021).
Para que empiece el descenso de la primera de dos compuertas —puede tardar hasta 45 minutos dependiendo de la velocidad y comportamiento— se requiere el cumplimiento de varios hechos.
Condiciones por cumplir
1. Nivel del embalse
William Giraldo Jiménez, vicepresidente de Proyectos de Generación de Energía de EPM, indicó que el primer requisito es que el nivel del embalse esté entre las cotas 385 y 390 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.) para que las compuertas tengan un funcionamiento óptimo.
El miércoles el indicador estaba en 393,28 m.s.n.m.
2. Terminar las perforaciones
Otro de los requerimientos es la culminación de 20 perforaciones que se están implementando en distintos puntos del macizo rocoso, desde las galerías de construcción, con el propósito de evitar el efecto de succión una vez se corte el flujo de agua.
Sobre este punto incide la información entregada por el gerente (e) de EPM, John Maya Salazar, la mañana de este jueves cuando explicó que entre las captaciones 1 y 2 del proyecto se hicieron dos perforaciones. “La primera excavación fue por roca y perfecta. Cuando se hizo una segunda perforación, ya no vertical sino diagonal, se encuentra a 30 o 40 metros de profundidad un vacío”, declaró el funcionario.
El vacío está ubicado 18 metros abajo de la montaña (que tiene 600 metros de altura) y tiene agua. Aún no hay certeza de si se conecta con otras zonas de la hidroeléctrica.
“Las perforaciones pretenden darle aireación a la sala de máquinas cuando se haga el cierre. Cuando se bajen las compuertas, va a halar la montaña. Y se evita haciendo respiradores para que chupe aire”, había explicado días atrás Jorge Londoño De la Cuesta, gerente de EPM.
Los respiraderos de la caverna existían pero, durante la etapa más compleja de la contingencia (entre mayo y junio de 2018) fueron taponados para evitar desprendimientos del macizo. Las perforaciones tiene refuerzo en concreto para darles mayor consistencia.
3. Aseguramientos
El tercer requisito es la culminación de los aseguramientos que se ejecutan actualmente en las galerías hidráulicas para evitar alguna desestabilización de las estructuras.
“La casa de máquinas ha estado presurizada por la inundación. Una vez empiece a bajar el agua intentará ingresar aire y eso nos complejiza el sistema, por eso estamos haciendo los taponamientos”, precisó Giraldo Jiménez.
Asimismo, se deben hacer adecuaciones y ajustes técnicos a las compuertas para garantizar su funcionamiento.
Una maniobra extraordinaria
La casa de máquinas tiene ocho túneles de captación, de estos, seis están cerrados y solo actúan las desviaciones uno y dos. Ambas captaciones permiten la evacuación, con indicadores de este miércoles, de 749,38 metros cúbicos de agua por segundo.
Cuando se cumplan las anteriores condiciones, EPM bajará la compuerta de la captación número dos, proceso que se acelararía con el hallazago del socavón anunciado este jueves, una vez se conozca el informe técnico.
Según EPM bajar la compuerta de la captación que tiene menos descarga posibilitará garantizar un caudal de 400 metros cúbicos por segundo, mínimo que exige la licencia ambiental.
En esa fase crítica, que durará entre 12 y 45 minutos, se evaluarán variables de todo tipo, tales como ingreso de aire, velocidad de cierre, comportamiento y vibración de la compuerta y estado del macizo rocoso. Se harán mediciones en el sitio y en el resto del proyecto, con los 549 indicadores que se monitorean desde el centro de control.
En este centro laboran 15 personas, durante tres turnos, las 24 horas del día.
“Quisiéramos que no se demore todos los 45 minutos pero depende de la maniobra que es extraordinaria para este tipo de compuertas”, indicó Giraldo Jiménez.
Una vez concluida la operación, EPM espera que el caudal de salida se estabilice y el nivel del embalse empiece a subir gradualmente hasta alcanzar la cota de derrame por el vertedero (rango entre los 403 y los 405 m.s.n.m.).
Con los actuales caudales que llegan desde la cuenca alta del Cauca, que oscilan en la temporada seca entre los 400 y 500 metros cúbicos por segundo, ese nivel se alcanzaría en cuatro semanas.
En ese momento, así como ocurrió durante 47 días (entre el 4 de noviembre y el 21 de diciembre de 2018), el cauce del río volverá a salir por las compuertas del vertedero.
Según Giraldo Jiménez, cuando el vertedero esté de nuevo activo, se podrá cerrar la segunda compuerta, la de la captación número uno.
Las fases siguientes
Una vez se logren bajar las dos compuertas continuará la etapa más prolongada: la desinundación de la casa de máquinas. Así el flujo de agua se suspenda la caverna quedará con agua porque se encuentra ubicada por debajo del nivel del cauce del río.
Para terminar de evacuar el agua se utilizarán motobombas industriales. Después se utilizarán sistemas de oxigenación para poder ingresar y asegurar el sitio. Revisarán el estado de la bóveda para determinar el riesgo geotécnico y garantizar que no haya desprendimiento de material.
Cuando avance esa fase de sanidad ambiental y estabilidad estructural, los operarios procederán al retiro de escombros, lodos, palos, rocas y demás elementos que permanezcan alojados en la caverna.
La adecuación del espacio tardará entre cuatro y cinco meses, es decir, que solo concluirá en el segundo semestre.
“Es una situación compleja y riesgosa. No creo que las circunstancias que se presentan desde el 28 de abril en Hidroituango se hayan vivido en otros proyectos. Implica retos muy grandes e incertidumbres, pero confiamos en que todo salga como está previsto”, señaló Giraldo.
La maniobra obligará a activar planes de alerta a las comunidades aguas abajo y a los trabajadores de la obra para prevenir cualquier afectación que se pueda presentar.
A su vez, EPM debe notificar el comienzo del procedimiento a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales.
Lo que se sabe
La casa de máquinas está localizada en el contrafuerte derecho del proyecto. Comprende la caverna principal donde estarán ocho generadores, cada uno con capacidad de 300 megavatios de potencia nominal, para una capacidad instalada de 2.400 megavatios.
Según Giraldo, los indicios de estabilidad de la estructura son positivos en este momento. En octubre realizaron exploraciones y pudieron llegar a la zona de montajes de la máquina cinco con cámaras. Lograron extraer material y determinaron que se conservan, al menos, 20 centímetros del concreto que se había instalado en el techo de la casa de máquinas.
“No ha tenido eventos extraños y tiene un buen comportamiento. El monitoreo con sistemas de medición nos da tranquilidad en cuanto a los indicadores de sismología, presiones y caudales. Nos muestra un comportamiento estable”, afirmó Giraldo.
En el momento de la inundación (10 de mayo de 2018) estaban instalados equipos que no se pudieron retirar en la etapa de los generadores uno, dos, tres y cuatro.
El primer generador, que iba a entrar en operación el 28 de noviembre pasado, tenía un avance del 86 %, mientras que el segundo generador estaba en un 60 %.
Ambas máquinas tenían equipos de control, servicios auxiliares, turbinas y cables de potencia que salían a la subestación. EPM conserva equipos de repuesto en las bodegas para reponerlos una vez pueda ingresar a la caverna.
Se prevé que la parte más afectada de la casa de máquinas es la que alojaría los generadores cinco, seis, siete y ocho, porque era la zona que menos avance tenía con concretos básicos apenas implementados.
Del total de las inversiones por $3,2 billones que hará EPM en 2019, $1,1 billones será para la recuperación de la casa de máquinas y la continuidad del proyecto hidroeléctrico.
Avanza la pantalla
En el núcleo de la presa continúa la última fase de la construcción de la pantalla plástica o corta-flujo, que ejecuta la empresa Soletanche.
Los trabajos se realizan de manera vertical, con paneles de un metro de espesor, 38 de profundidad y 500 de largo, en promedio (entre estribo y estribo). Con la pantalla de concreto y bentonita (arcilla con capacidad de bloqueo del paso del agua) se pretende impermeabilizar el muro.
Giraldo indicó que el apantallamiento está casi terminado, con solo en ejecución los estribos derecho e izquierdo de la estructura que tendrán doble refuerzo para evitar filtraciones futuras.
Con la pantalla en funcionamiento, los fluidos a través de la presa han disminuido de 45 a 6 litros por segundo.
Este frente culmina este mes para comenzar la construcción de la presa entre las cotas 418 y 435 m.s.n.m., altura final por la que pasará la vía que conecte con el casco urbano de Ituango y que se espera alcanzar a mitad del año.
El otro hito por alcanzar radica en el sellamiento del túnel derecho de desviación, que generó la creciente que afectó la población de Puerto Valdivia el pasado 12 de mayo.
En este se realizan 60 inyecciones de concreto hasta que se forme un tapón que estaría terminado antes de marzo. Culminada esta fase podrán ingresar operarios para efectuar el tapón formal.
“Estamos pensando que la condición de cero riesgo para las comunidades aguas abajo se dará finalizando el primer trimestre de 2019”, concluyó el gerente Londoño.