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El asesinato del sacerdote Diomer Elimer Chavarría Pérez, la noche del pasado jueves en el corregimiento Raudal, de Valdivia, generó el repudio del Episcopado colombiano y conmocionó a los habitantes de ese municipio del norte de Antioquia.
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Ana María Uribe Zuleta, secretaria de Gobierno de la localidad, informó que, según los habitantes, como en la mañana del viernes no vieron al párroco, algunos vecinos fueron a buscarlo a la casa cural y lo encontraron muerto, al parecer con impactos de bala.
De inmediato cerraron el lugar y pidieron la presencia de la Policía. Como ese corregimiento se encuentra a unas dos horas de la cabecera de Valdivia y cerca hay presencia de grupos ilegales, los primeros en llegar fueron soldados del Ejército, que aseguraron la zona.
“La Policía entró en un helicóptero militar, hizo el levantamiento y trasladó el cuerpo a Medicina Legal de Medellín”, dijo la señora Uribe Zuleta.
“Con profundo dolor y con sentimientos cristianos en la esperanza de la resurrección, lamentamos informar el deceso del Sr. Pbro. Diomer Eliver Chavarría Pérez, quien fue sacrificado en el ejercicio de su misión”, indicó la Diócesis de Santa Rosa de Osos.
El padre Chavarría acababa de cumplir 31 años y durante sus cinco de sacerdocio ejerció en los municipios de Vegachí, Ituango, San Pedro de los Milagros y Valdivia.