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Anamaría Botero Mora, directora de la Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín y el Área Metropolitana, ACI, hace cuentas de su trabajo desde octubre de 2014, cuando se posesionó, y los datos revelados señalan que en lo corrido del año 10 empresas extranjeras se han asentado en Medellín.
Además, las inversiones y reinversiones de las firmas foráneas ascienden a 74 millones de dólares.
¿La Salida de Hewlett Packard de Ruta N ha dado alguna señal negativa al mercado externo?
“No. Porque la salida no corresponde a nada distinto a una coyuntura de Hewlett Packard como empresa. Cuando el tema se aborda con los empresarios, los ejecutivos entienden que la multinacional ha cerrado operaciones en otros lugares del mundo. En su momento fue una empresa que ocupó tres pisos de Ruta N. Pero ahora hay firmas en fila para ocupar esos pisos. El impacto no ha sido negativo, pero muy lamentable para la ciudad y el mundo porque la transnacional está repensándose. Se debe redimensionar, pero esto derivado de una crisis interna. Es una situación que no solo toca a Colombia sino a muchos otros países”.
¿Qué empresas están haciendo fila?
“En Ruta N las empresas nuevas y procedentes del exterior pueden llegar y asentarse en la ciudad. Allí una compañía puede estar máximo dos años. Ruta N se creó con la función de ser un puerto de llegado temporal y luego la unidad productiva se traslada a otras zonas de la ciudad. Las firmas interesadas proceden de Estados Unidos, Chile, India, Alemania, España y Brasil, entre otros”.
¿Qué ciudades ha visitado la Agencia para invitar a los empresarios a invertir en Medellín?
“El tema de inversión extranjera directa este año se tiene muy focalizado en cinco países: Alemania, España, Brasil, México y Canadá. A esas naciones se viaja con una estrategia clara: el evento ¿Por qué Medellín? En el certamen se realizan unas reuniones que cuentan con el acompañamiento de Procolombia. En los encuentros se informa a los empresarios extranjeros por qué deben invertir en la capital de Antioquia. Y de allí se derivan unas agendas complementarias que permiten a los ejecutivos conocer la ciudad y los negocios respectivos para la instalación de las firmas foráneas en tierra paisa”.
¿A cuánto asciende la meta para este año y cómo está su cumplimiento?
“La meta para este año es de 230 millones de dólares. Y como se presentan las perspectivas, vamos a superarla.
Los negocios próximos a materializarse superan los 250 millones de dólares y corresponden a empresas de sectores como manufactura y servicios. La idea es que se cierren en este segundo semestre. Compañías de los países priorizados por la ciudad. Además, llevamos instaladas en lo corrido del año 10 empresas nuevas. Los recursos de nuevas inversiones y reinversiones ascienden a 74 millones de dólares”.
¿Cómo se vende a Medellín en un entorno económico internacional complejo?
“Nosotros debemos repensarnos. Muchos de los negocios para atraer inversión extranjera requieren más de seis meses para madurar. El lapso puede alcanzar los dos años. Esa situación nos da tiempo para buscar otros incentivos y alicientes para atraer inversión extranjera.
Asimismo, se evalúa la opción de buscar inversión distinta al ciento por ciento extranjera. Se analizan alternativas de unidades productivas locales que quieren expandir su negocio y que en un momento dado requieren un inversionista extranjero. De igual forma, otra acción es la búsqueda de proveedores foráneos o locales que ven alternativa de instalarse en la ciudad por los volúmenes de demanda que manejan. Esa estrategia se usa en la red de ensamble de la que forman parte seis empresas del sector automotor. La forma de atraer inversión debe ser innovadora. Además, buscar alicientes diferentes para atraer las entidades de otros países”.
Algunos señalan que la transformación de Medellín es maquillaje. ¿Qué opina?
“Nosotros mostramos los cambios pero no negamos en el país y fuera de él, la realidad que se vive en Medellín. Además, somos conscientes de que nos faltan muchos aspectos por mejorar en la ciudad.
Por ello, en el tema de cooperación, otra de las labores de la Agencia, buscamos colaboradores en otros temas, como por ejemplo habitantes de calle, temas afines a inclusión social. Somos transparentes y le informamos al mundo que hemos progresado. La capital no es la misma Medellín de décadas pasadas, una ciudad mucho más peligrosa. Ahora, mostramos los índices de reducción de violencia, pero no ocultamos la realidad. Si la tapamos, no podemos conseguir aliados y realizar programas con el fin de enfrentar lo que nos falta por hacer”.