<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

La apuesta regional: ¿ciudades intermedias?

Inversión en los próximos 5 años en Antioquia sobrepasa los $18 billones. ¿Qué modelo de desarrollo escoger?

  • FOTO Manuel Saldarriaga
    FOTO Manuel Saldarriaga
La apuesta regional: ¿ciudades intermedias?
22 de mayo de 2016
bookmark

Cualquiera sea el modelo, ciudades intermedias, polos de desarrollo o Áreas Metropolitanas, las megaobras que se proyectan en el departamento marcan el reto de construir un desarrollo ordenado en las regiones.

De entrada, Martín Alonso Pérez, presidente de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos -SAI-, plantea la conformación de 14 ciudades intermedias.

Basa su propuesta en dos consideraciones. Una primera es que el Valle de Aburrá es una especie de macrocefalia urbana que destruye al resto del departamento. Cita que el 58 por ciento (3.683.000 habitantes) de la población de Antioquia (6.350.000) con 63.000 kilómetros cuadrados (100 %) se ubica en el área metropolitana en 1.152 kilómetros cuadrados (1.83 %)

Sostiene que es una necesidad lograr un equilibrio en Antioquia, desarrollando el potencial social y económico de las subregiones.

En su opinión, es preciso concretar un desarrollo ordenado en por lo menos 14 zonas urbanas del departamento (entre 150 mil y 250 mil habitantes), de tal forma que proyectos como las Autopistas de la Prosperidad, los programas del Sena y la inversión pública y privada impacte de forma más positiva las regiones.

Las que plantea la SAI son Rionegro-Marinilla (por su conurbación) y Sonsón, en Oriente; Turbo y Apartadó, en Urabá; Santa Fe de Antioquia, en Occidente; Urrao, Jericó y Andes, en Suroeste; Puerto Berrío, en el Magdalena Medio; Remedios-Segovia (por su cercanía) y Amalfi, en el Nordeste; Caucasia, en el Bajo Cauca; y Yarumal y Santa Rosa de Osos, en el Norte (ver mapa).

Las acciones

A juicio del presidente del ente gremial, para impulsar la propuesta habría que concertar voluntades entre entes tales como el Comité Intergremial de Antioquia, las Cámaras de Comercio, la Gobernación y el Municipio de Medellín, entre otros, “para construir una estrategia común”.

Plantea estructurar planes de cada una de estas ciudades y que se identifiquen diversos proyectos estratégicos de alto impacto.

Pérez puntualiza que, por su urgencia, debe iniciarse el trabajo con Rionegro-Marinilla (Valle de San Nicolás), Santa Fe de Antioquia y Puerto Berrío. En su opinión, de las 14 ciudades que se proponen las que más han avanzado en estos planes estratégicos son Apartadó y Turbo.

A futuro, considera la SAI, la conformación de las 14 ciudades intermedias implicaría disminuir la presión de nuevos pobladores y la demanda de servicios urbanos en el Valle de Aburrá, además de mantener una población estable para garantizar calidad urbana y una especialización de la economía en manufactura y servicios en esta región.

Martín Alonso Pérez, presidente de la SAI, señala que así Antioquia lograría un equilibrio en el desarrollo, con el fin de aprovechar la inversión en los grandes megaproyectos. En su sentir, de prosperar la propuesta, serán ciudades con mejor accesibilidad y conectividad, con servicios urbanos completos en salud, cultura, educación e industria y comercio. Según el directivo gremial, podrían seducir, incluso, a personas que viven en Medellín a irse a vivir allí.

Una visión de polos

La Gobernación de Antioquia comparte aspectos de la propuesta de la SAI al puntualizar iniciativas que contempla el Plan de Desarrollo como la participación en procesos de fomento inmobiliario y de crear nuevos asentamientos con un entorno urbano de calidad, según afirma el director de Planeación Departamental, Carlos Mario Montoya.

En su análisis, el funcionario sostiene que el Gobierno Seccional tiene muy claro que en el departamento se presentará un cambio en el eje de la economía, en el sentido de que antes se movía en uno sur- norte, producto de lo que venía del Viejo Caldas y el sur y quería salir por los puertos de la Costa Atlántica, pero que con las Autopistas de la Prosperidad será un eje oriente-occidente para buscar a los futuros puertos de Urabá.

“Medellín quedará en un centro estratégico, pero se necesitarán centros logísticos en el norte del Aburrá, pero ni siquiera en Barbosa sino más al norte o más de allá de Amagá, en el Suroeste, y más allá de Marinilla, en Oriente”, dice.

Anota que se requerirá no solo una infraestructura industrial y comercial sino también habitacional y de servicios para que soporten esa población que vivirá en esas zonas nuevas de desarrollo, a las que Montoya se refiere como polos de desarrollo.

Visualiza que Urabá, con los dos puertos proyectados y con las concesiones Mar 1 y Mar 2 y la Transversal de las Américas, tendrá polos de desarrollo en torno a los puertos que podrían ser en Turbo y Necoclí

Lo mismo, dice, ocurrirá en el Nordeste, también con las Autopistas de la Prosperidad y con la pavimentación de las vías secundarias y terciarias, que requerirá una población intermedia.

“Lo mismo pasará en el Magdalena Medio y podría ser Puerto Berrío con proyectos como la Ruta del Sol, las Autopistas de la Prosperidad y un posible puerto fluvial una vez se logre mejorar el tráfico comercial por el río”.

Indica que en esas zonas de confluencia se visualizan por lo menos 10 ciudades intermedias, por lo que es necesario potenciarlas. Resalta, en ese sentido, la propuesta del gobernador Luis Pérez de la pavimentación de más de 400 kilómetros de vías secundarias y de 1.000 kilómetros de vías terciarias, a instancias de las cuales se generarán diversos circuitos viales.

¿Y el Área de Oriente?

Al referirse a la propuesta de la SAI sobre potenciar una ciudad intermedia Rionegro-Marinilla, aprovechando la conurbación de ambos municipios, el alcalde de la primera localidad, Andrés Julián Rendón, sostiene que más que potenciar esa ciudad, lo que requiere el Oriente de Antioquia es apostarle a la figura del Área Metropolitana.

A su juicio, el concepto de ciudad intermedia implicaría plantear a otros municipios una menor autoridad, pero que el Área es importante porque posibilita que donde hay una conurbación haya una sola autoridad de planeación.

“Los municipios que concurrimos sobre la Autopista Medellín-Bogotá tenemos usos del suelo distintos”, dice.

Reivindica que el Área posibilitaría una sola autoridad ambiental y de transporte.

El diputado Juan Esteban Villegas es partidario de que más que orientar las acciones públicas y privadas hacia una ciudad intermedia lo que hay que hacer es articular las dinámicas territoriales.

“Los desequilibrios han generado tasas de migraciones de unos municipios a otros. Lo que urge hoy es articular todos los Planes de Ordenamiento Territorial para que, efectivamente, la ocupación del territorio sea adecuada”.

Dice que en Oriente se dio una dinámica en Rionegro, Marinilla y La Ceja, pero no fue planificada. Sugiere constituir una mesa regional interinstitucional que convalide todos los diagnósticos y formular un plan articulado de desarrollo.

Los distritos competitivos

John Jaime Bustamante, director del Instituto de Estudios Metropolitanos y Regionales de la Universidad Pontificia Bolivariana, llama la atención sobre que el tema regional ha estado descuidado y se sigue pensando en un centro atrayente.

Años atrás, dice, en su ejercicio académico conceptualizó con otros colegas una especie de distritos regionales competitivos, que apuntaban a pensar en clúster territoriales de acuerdo con la vocación de cada región.

En su concepto, es más rentable hacer una gestión territorial integrada que seguir incentivando una política de migración de gente buscando oportunidades.

“Un ejemplo. Por el Suroeste pasa la madera que se trae del Chocó. ¿Por qué viene acá? ¿Por qué no se queda en esos municipios? Hay que crear allá acopios, centros de información y producir muchos productos en madera”, plantea el académico.

Y se pregunta: ¿qué tan buena puede ser un Área Metropolitana para todo el Oriente? Advierte sobre procesos de reemplazo de zonas agrícolas por compactaciones urbanísticas que se van volviendo territorialmente insostenibles. Además, advierte sobre los problemas de suministro de agua.

Infográfico

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD