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El comité internacional de la Cruz Roja confirmó que en la mañana de este domingo fue liberado el cabo del Ejército Jairo de Jesús Villar, secuestrado por la guerrilla del Eln desde el pasado 3 de febrero.
“Liberación fue en zona rural de Antioquia. A esta hora el militar es trasladado en helicóptero al aeropuerto de Barrancabermeja”, confirmó el Cicr. Una vez en ese municipio, Villar será entregado a representantes del Ejército colombiano, quienes lo trasladarán al Hospital Militar de Bogotá.
El comité confirmó que el militar fue recibido por una comisión humanitaria conformada por tres de sus funcionarios y representantes de la iglesia católica.
En redes sociales, el arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve publicó fotos del soldado y escribió: “Jair de Jesús quedo en manos del ejército. Un gesto diferente a la fuerza y la amenaza. Nos una diálogo por la paz”.
Christoph Harnisch, jefe de la delegación del Cicr en Colombia dijo: “nos alegra saber que este militar podrá reencontrarse hoy con su familia gracias a esta operación humanitaria”.
Agregó que una enfermera del comité, que participó en la operación, realizó una valoración inicial del militar y confirmó que se encontraba en condiciones de salud aptas para su traslado.
A las 9:00 de la mañana inició el operativo para buscar la liberación del cabo del Ejército Jair de Jesús Villar, secuestrado el pasado mes de febrero.
La noticia fue confirmada a través de las redes sociales por el arzobispo de Cali: “A las 9 a.m.iniciamos vuelo hacia el lugar determinado en las coordenadas para la entrega por Eln del Cabo Villar y traerlo a base militar”, escribió.
La liberación fue anunciada ayer sábado por el Arzobispo, quien en la tarde se reunió con la Cruz Roja para coordinar la logística. A la reunión también asistió el sacerdote Darío Echeverry.
La esposa del cabo Villar, Janeth Rodríguez, dijo sentirse “agradecida con la intervención de la iglesia y de los organismos humanitarios”.
Villar quien es de origen tolimense, fue entregado en Antioquia. Por información sobre su paradero, el Ejército ofrecía una recompensa de 100 millones de pesos.