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Aunque parece tan tranquilo, en el colorido municipio de Concepción se tejen problemas como el que vamos a describir a continuación, que involucran no solo a su gente sino que, por ser su centro histórico un bien de interés cultural (Bic) nacional - por la Resolución 1617 de 1999 del Ministerio de Cultura - hasta el Gobierno Nacional tiene que ver en ellos.
Por ese carácter de pueblo patrimonial, en 2007, la administración del entonces alcalde, Fabio Andrés Ramírez Carvajal (2005-2007), firmó un convenio con la Fundación Tierra Viva y la Empresa de Vivienda de Antioquia (Viva) con el objetivo de cambiar los techos de 120 casas.
“Si no se hubiera hecho eso el municipio de Concepción se hubiera caído, porque son casas muy antiguas y la gente que vive ahí no tiene los recursos suficientes para pagar eso; antes salvamos el patrimonio del municipio con este proyecto. La mayoría de las personas solicitó el cambio de sus techos”, explicó Ramírez.
Pero no todo fue color de rosa en la intervención. En la Resolución 1457 de 2010, el director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Juan Luis Isaza Londoño, autorizó la recuperación de las cubiertas de 19 inmuebles del centro histórico de Concepción.
Sin embargo, en el convenio se intervinieron 72 casas, como lo confirmó José Raúl Moreno Cárdenas, representante legal de la Fundación Tierra Viva.
Además, el pasado 29 de octubre - tres años después de que concluyeran los trabajos -, el Juzgado Cuarto Administrativo Oral de Medellín falló una acción popular interpuesta por la familia Arismendy, inconforme con los resultados de la obra y, en parte, les dio la razón a los demandantes.
Dice la sentencia que “existió vulneración, y aún persiste el peligro, del derecho e interés colectivo a la defensa del patrimonio cultural de la Nación”.
El despacho ordenó evaluar todas las viviendas intervenidas por medio del programa de renovación urbana del centro histórico con el apoyo de profesionales idóneos y que se repare la cubierta de la casa de la calle 21 con carrera 20, de la familia Arismendy, hasta volver a su estado inicial. También aclaró que no hay lugar a condena en costas.
El general José María Córdova, prócer de la Independencia de Colombia, hijo de Concepción, no es la única muestra de la historia de este poblado del Oriente antioqueño.
También lo son muchas de las casonas que allí se encuentran. Entre ellas, la de los Arismendy, ubicada en pleno parque principal que, sin estar en las 19 autorizadas por Mincultura, estuvo dentro de las 72 intervenidas.
Jaime Arismendy Díaz afirmó que la casa data de 1773, año de la fundación del pueblo. Es colonial y, según Jaime, fue casa cural a finales del siglo XIX.
“Mi padre se la compró a Joaquín López, padre del hermano Rubén López, martirizado y beatificado luego, en 1936”, apuntó.
Ahí vivieron los 13 hijos de Luis Arismendy y Fabiola Díaz; ahí se gestó toda una historia familiar. Por ello su dolor ahora, después de que, según dijo Jaime, “dañaron nuestra casa”.
En su concepto, aunque los trabajos, ejecutados en la administración del alcalde José Luis Correa Ríos (2008-2011), consistían en cambios de techos, “nos hicieron creer que se conservaba el patrimonio arquitectónico y no se cumplió. Le quitaron el cielo raso a la sala, variaron altura, dimensiones, volúmenes. Un ingeniero calculista dijo que en un sismo podrían caerse los muros por presión del techo”.
Jaime aseguró que le dañaron la estética a la casa y “se violó la Ley General de Cultura”.
Jaime Henao Valencia, de 72 años, sostuvo que a su casa, de tapia y tejas de barro, le cambiaron el techo y pusieron un material averiado.
“En 2009 se cayó todo el techo en la pieza que da a la calle”, dijo y agregó que las tejas se han ido saliendo. El viejo pidió que le dejen su vivienda como estaba. “Creo que se cae si no la arreglan”, advirtió.
El exalcalde Fabio Ramírez señaló que dejó el convenio firmado en 2007, pero no ejecutó ni un peso. Añadió que cuando salió de la Alcaldía, no estaba el permiso del Ministerio de Cultura, pero sí había gestiones ante esta entidad.
“No era necesaria licitación pública para el convenio, porque era entre tres entidades y una fundación sin ánimo de lucro”, comentó.
Para él, en la localidad hay un problema generalizado de techos, por lo que aseguró que falta intervenir más. “La gente agradece el proyecto, creo que solo se queja la familia Arismendy, nadie más ha manifestado inconformidad”, anotó.
Concluyó diciendo que está tranquilo y que el Ministerio conoció los trabajos.
La ejecución se dio en la administración de José Luis Correa. Este exalcalde explicó que a los dueños de los inmuebles les tocaba aportar el 30 % del valor de la obra y el resto lo pagaban Viva y el Municipio. “El tema fue muy positivo, incluso destacado como experiencia exitosa por la Dirección de Patrimonio del Ministerio en el Encuentro Nacional de Patrimonios de Villa de Leyva, de 2010”.
Y si el Ministerio autorizó 19, ¿por qué intervinieron 72? “El Ministerio aprobó las primeras 19 y las siguientes tuvieron trabas, porque siempre encontraban problemas en la información de los propietarios; varias de estas casas son de generaciones anteriores y con posibles problemas de escrituración y herederos, por eso no salieron en las resoluciones de aprobación”.
No obstante, subrayó que la intervención no se hizo a espaldas del Ministerio. “Juan Luis Isaza, director de Patrimonio, estuvo en Concepción y visitó varios inmuebles que se estaban interviniendo”.
Así mismo, aclaró que aunque pensaban intervenir 120 casas, “el presupuesto no alcanzó y se cumplió el convenio en área, pero no en número de viviendas. Se intervinieron unas sin estar en la resolución porque había que darle trámite al convenio. Esa casa de los Arismendy estaba en el inventario de viviendas por intervenir pero no en las 19. Se intervino por solicitud de ellos”.
Para Correa, “cuando un bien se interviene con el conocimiento de la entidad y esa casa fue de las que más visitaron los miembros de la entidad y fue dado el visto bueno a la intervención, tenía más que el visto bueno del Ministerio, simplemente que no estaba escrito”.
El actual alcalde, Gustavo López Orrego, se limitó a decirle a El Colombiano que se remitiera a consultar a la administración 2008-2011, “que fue la que ejecutó”.
José Raúl Moreno, de la Fundación Tierra Viva, reportó que el convenio costó unos 1.300 millones de pesos y dijo que a la Fundación se le deben “ciento y pico de millones”. Comentó que esta intervención fue exitosa. “Si 4, 5 o 6 años después hay alguna gotera, puede haberla”.
Dijo que a la casa de los Arismendy no se le modificó la arquitectura ni hay afectación patrimonial, sino que se le cambió la pendiente de la cubierta para que no tuviera goteras.
Según el fallo de la acción popular, en el curso del proceso Viva respondió que hubo una intervención legítima, por lo que “de la simple intervención no se puede alegar o presumir afectación a los derechos colectivos”. También alegó que no actuó como promotora o dueña del proyecto, por ser de competencia del Municipio. Además, adujo que la familia Arismendy, de manera voluntaria, consciente y directa, consintió las reformas que se harían en su vivienda.
REACCIONES
MINCULTURA ABRIÓ PLIEGO DE CARGOS
Ministerio de Cultura
“Mediante la Resolución 1457 de 12 de julio de 2012 (sic), el Ministerio de Cultura autorizó el proyecto de recuperación de la cubierta de 19 inmuebles localizados en el centro histórico de Concepción. Posteriormente se tuvo conocimiento de la existencia de intervenciones en más inmuebles de los que se habían autorizado.
Por esta razón, el Ministerio inició procedimientos sancionatorios por estas intervenciones sin autorización, los cuales se encuentran actualmente en curso, habiéndose formulado pliego de cargos contra el Municipio y la Fundación Tierra Viva”.