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Macrocefalia urbana pone en riesgo el futuro local

58,4 % de los antioqueños vive en solo 1,8 % del territorio. ¿Desarrollar ciudades intermedias es la solución?

  • La población del Valle de Aburrá se ha multiplicado por 7 en los últimos 65 años, según los censos del Dane. FOTO ESTEBAN VANEGAS
    La población del Valle de Aburrá se ha multiplicado por 7 en los últimos 65 años, según los censos del Dane. FOTO ESTEBAN VANEGAS
Macrocefalia urbana pone en riesgo el futuro local
31 de marzo de 2018
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Un dato sintomático: en promedio 3.341 personas viven en un kilómetro cuadrado en el Valle de Aburrá; mientas que, ese mismo espacio en el resto de Antioquia, es ocupado por solo 44 habitantes, según datos de la Gobernación y el Dane.

Más de la mitad de los antioqueños reside en menos del 2 % del territorio, lo que configura, según expertos en planificación, una macrocefalia (etimológicamente “gran cabeza”, en griego) urbana.

Este fenómeno, común en otras latitudes, se configura cuando el desarrollo económico y la densidad se concentran en una zona, lo que agudiza las desigualdades sociales con respecto a otras regiones y pone en riesgo la sostenibilidad misma de la ciudad núcleo, en este caso, la del área metropolitana.

Los índices de aglomeración no solo son evidentes en términos poblacionales. El 66,2 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Antioquia lo aporta el Valle de Aburrá. La subregión que sigue, Oriente, apenas llega a 9,6 %, según el Departamento de Planeación de Antioquia. Otras cifras muestran la marcada dependencia ambiental. Un informe de la Universidad Nacional halló que 88 % del agua que demandan los habitantes metropolitanos y 89 % de alimentos que consumen, provienen de otras subregiones.

Medellín, sueño americano

Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), 75 % de la población colombiana vive en centros urbanos y se estima que aumente a 85 % en 2050. Esto quiere decir, según el DNP, que durante las próximas tres décadas 20 millones de personas llegarán a las ciudades, lo que aumentará la demanda de vivienda, transporte, servicios públicos, entre otros. Los centros urbanos, a su vez, son motores de la economía nacional porque aportan 85 % del PIB nacional.

Víctor Piedrahita, subdirector de Planificación del Área Metropolitana, aseguró que esta condición se replica en el mundo, donde 68 % de la población habita en cascos urbanos. Sin embargo, las limitaciones topográficas del Valle de Aburrá (cañón estrecho con pocas zonas de expansión) sitúan a la región en una condición más compleja. Según estudios del DNP, en 30 años vivirán en el área metropolitana 1,8 millones de personas más.

Piedrahita indicó que durante los años 80 y 90 el sueño de varias generaciones era buscar suerte en Estados Unidos. “El ‘sueño americano’ de los jóvenes de los municipios de Antioquia es venirse para Medellín a buscar empleo, oportunidades y subsidios. Eso hace que la ciudad y los municipios cercanos tengan una presión muy fuerte”, dijo.

Inequidad del desarrollo

Berenice Vidal Castelán, arquitecta mexicana, magíster en Urbanismo, Ordenamiento Territorial y Transporte, explicó, que esa “hipertrofia urbana” es el rasgo más sobresaliente de la etapa actual del crecimiento capitalista, la cual se desarrolla gracias a la concentración cada vez mayor del capital, tanto a escala nacional como internacional. Este fenómeno, añadió la experta, provoca un crecimiento excesivo de las grandes ciudades por encontrar en ellas enormes ventajas competitivas, como economías de aglomeración.

En eso coincide Zoraida Gaviria, directora de la Especialización en Gestión y Procesos Urbanos de la Universidad EIA, para quien la macrocefalia urbana es solo una expresión de un problema mayor: la inequidad territorial de Antioquia. Según Gaviria, los beneficios del desarrollo se concentran en la región central sin alcanzar a irradiar a las subregiones. “El resto de Antioquia es pobre, con dinámicas bajas de desarrollo porque no tiene condiciones”, añadió.

Gaviria reseñó que la conexión de varios centros urbanos busca generar fortalezas para la prestación de servicios básicos. “Pero eso no sucede en Antioquia. La solución es generar condiciones en otros centros para que la gente deje de encontrar, como única salida, venir a buscar posibilidades al centro del departamento. Mientras no exista ese desarrollo, el área metropolitana seguirá creciendo con cinturones de miseria”, afirmó.

Recolonizar a Antioquia

Vidal, urbanista mexicana, detalló que hacia 2060 se estima una población de 10.000 millones de personas en la Tierra, por lo que “la estrategia es construir ciudades satélite en las periferias de las urbes, donde los terrenos son más baratos. Pero, ¿qué será del suministro de recursos como el agua y del abastecimiento de alimentos?”.

Martín Alonso Pérez, presidente de la Sociedad Antioqueña de Arquitectos e Ingenieros, explicó la propuesta que está en estructuración para desarrollar un sistema de centros intermedios en Antioquia, seleccionados según el desarrollo de megaobras que se están construyendo o están proyectadas para los próximos 15 años, tales como autopistas 4G, túneles, puertos marítimos, tren de cercanías, hidroeléctricas y aeropuertos.

“El objetivo es tener polos de desarrollo que permitan bajarle la presión al Aburrá, dotando esos centros de los mismos servicios que tiene Medellín (hospitales, unidades deportivas, transporte, fuentes de empleo), de tal manera que se frene la llegada de más personas”, sostuvo Pérez.

El dirigente ejemplificó que llevar a cabo este proyecto sería como recolonizar a Antioquia a través de nuevas ciudades intermedias, con especialización en economía en manufactura y servicios.

Acotó que la SAI está trabajando con la Gobernación para construir un proyecto a 2050, con el objetivo de empezar a identificar un portafolio de iniciativas privadas para que el sector productivo pueda construir viviendas, parques industriales, centros de logística, entre otros.

¿En qué se está avanzando?

Jorge Pérez Jaramillo, decano de la Facultad de Arquitectura de Santo Tomás, opinó que la concentración urbana es una “gigantesca oportunidad” de avanzar en una agenda que capitalice la diversidad regional. “El futuro puede ser una Antioquia con varios centros urbanos. Impulsar regiones vecinas tiene elementos positivos porque disminuiría la dependencia con el Aburrá”, expresó.

La directora del Departamento de Planeación de Antioquia, Ofelia Elcy Velásquez Hernández, contó que dentro del actual Plan de Desarrollo (2016-2019) se incluyeron acciones para fortalecer la competitividad e infraestructura en las subregiones, con proyectos como la recuperación del sistema férreo, la construcción de bulevares, vías y ciclorrutas, con el propósito de generar polos de desarrollo industriales y habitacionales.

Velásquez manifestó que otra acción es la conformación de figuras asociativas, como la provincia de Cartama (Suroeste) y el área metropolitana de Oriente. “Es importante planear el departamento a 2050, junto con sus nuevas conurbaciones”, concluyó.

100
veces su territorio requiere el Valle de Aburrá para poder abastecer a sus habitantes.
Infográfico

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