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Por Gustavo ospina zapata
¿Cómo hacer para que muchos extranjeros no lleguen a Medellín a buscar sexo barato, con menores de edad, drogas y narcotures, en oposición al turismo responsable, de negocios y convenciones que es el que busca posicionar la ciudad?
Desde la Secretaría de Desarrollo Económico, a la que está incorporado el tema del turismo, se trabajan estrategias para frenar esa práctica ilegal e irresponsable y promover la ciudad innovadora.
“Medellín registra un crecimiento acelerado gracias al sector empresarial, por eso el énfasis en un turismo de negocios y reuniones”, expresa la titular de la dependencia, María Fernanda Galeano Rojo.
Advierte que la historia del narcotráfico no se puede negar, pero se debe contar desde la institucionalidad, del lado de las víctimas. No es llevar a un artista a la tumba de Pablo Escobar a tomarse fotos, sino enseñar la destrucción que el fenómeno causó y cómo la ciudad se ha recuperado.
La cadena de valor de la Medellín positiva involucra a personal de transporte, restaurantes y hoteles, directamente relacionado con el turismo. Se les capacita para que todas las instancias entiendan el tema y se involucren. Un taxista que ame la ciudad y conozca la historia no guiará al turista a la prostitución y los alucinógenos.
De hecho, con el programa Enrutados para la Vida, apoyado por Fenalco, hay 500 taxistas capacitados en inglés.
Sergio Ignacio Soto, director ejecutivo de Fenalco Antioquia, señala que el turismo representa el 6 % del Producto Interno Bruto en la ciudad.
“Medellín y Antioquia tienen ventajas en el clima, la biodiversidad, los deportes náuticos en Guatapé y grandes riquezas como opciones para los visitantes”, apunta.
Dice que su gremio apoya la creación de la política pública para desincentivar el turismo de sexo y drogas, que hace daño y les sirve a las rentas ilegales de la delincuencia.
Hacia la política pública
A la par con la actividad que desarrolla la Administración desde el Convention Bureau y Plaza Mayor consiguiendo que Medellín sea sede de eventos internacionales, se avanza en la incorporación de una política pública que ataque el turismo irresponsable y asociado a delitos. El tema pasa a Plenaria en los próximos días con ambiente muy positivo.
El turismo genera más de 50.000 empleos formales en la ciudad, pero paralelamente hay una cultura ilegal que incluso se promueve desde las redes sociales.
“En Medellín se ha hecho muy bien la tarea de internacionalizar la ciudad, pero no estamos preparados para prevenir delitos asociados al turismo”, advierte el concejal Jaime Cuartas, de Alianza Verde.
El corporado pide, desde los aeropuertos, hoteles y hostales, controlar la cadena del turismo negativo, que termina en explotación sexual infantil.
Según la concejal Daniela Maturana (del Movimiento Creemos), hay avances, pero faltan estrategias para desmotivar los extranjeros que llegan a buscar prácticas delictivas.
“En 2016 se denunciaron 323 casos de delitos asociados a la explotación sexual de niños y adolescentes, de los cuales solo 10 fueron judicializados”, un porcentaje muy bajo que exige investigar más para castigar a los culpables.
El tres de marzo, en Prado Centro, El Poblado y Belalcázar, la Policía capturó a tres extranjeros involucrados en delitos sexuales con menores. En febrero, cayeron un francés y un dominicano que pretendían sacar drogas por el aeropuerto José María Córdova, de Rionegro. Los casos se repiten.
Ricardo León Yepes, concejal de Cambio Radical, exige aumentar el presupuesto para reforzar la identidad de marca de la ciudad, “como destino de reuniones, eventos corporativos y de planes culturales”.
Según datos de la Alcaldía, la Gobernación y el Convention Bureau, en 2016 arribaron a Medellín 702.086 turistas, 15 % más que en 2015. En Navidad llegaron 90.000 y la ocupación hotelera fue de 64.9.