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Que no se llame alborada este año, que más bien le cambien el nombre por “arbolada”, y en vez de tirar voladores, papeletas y tronadores, que se siembren árboles. Esa es la idea que persigue el Área Metropolitana para frenar la cuestionada tradición que se vive en el Valle de Aburrá cada año a la medianoche entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre.
Entre diciembre y enero del 2016 se registró una reducción del 47 por ciento de personas quemadas con pólvora (133 casos) con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 224 de estos hechos. La meta que se han trazado las autoridades es bajar aún más esta tendencia y que al menos no haya un solo menor de edad entre los lesionados.
Además, como las mascotas y el resto de animales son quienes más padecen en estas fechas, por estos días se adelanta la tercera edición de la huellatón, que a punta de firmas, o huellas en este caso, busca generar consciencia ciudadana por el uso desmedido e irresponsable de la pólvora en las celebraciones de fin de año.
1. Huellatón arbolada, por los animales
Desde la página web http://www.huellaton.com, cada ciudadano podrá inscribir a su mascota, que luego de dejar simbólicamente su huella registrada, comprometerá al Área Metropolitana a sembrar hasta junio de 2018, un árbol por cada animal que aparezca en la lista, en el marco del programa Plan Siembra Aburrá que tiene la entidad.
Es la tercera vez que se organiza esta actividad, pero la primera que se hace con el plus del compromiso ambiental. En la primera ocasión se consiguieron recolectar 24.000 huellas en todo el Valle de Aburrá, ganando incluso un Guiness Record; el año pasado se llegó a 56.000, con la participación de los 125 municipios del departamento.
Lorena Escobar fue de las primeras en llevar a sus mascotas a plasmar su huella. Con los seis perritos firmantes, la autoridad ambiental deberá sembrar el mismo número de árboles.
“Es una excelente iniciativa, y lo hago sobre todo por mis perritos que son quienes más sufren con la quema de pólvora”, contó Escobar.
El director del Área Metropolitana, Eugenio Prieto, informó que los interesados también pueden ponerse en contacto con la entidad e incluso estarán presentes en centros comerciales de la ciudad para garantizar que más personas puedan vincularse al compromiso de cambiar la pólvora por una celebración en familia y responsable con el medio ambiente.
“Integrémonos alrededor de la alegría y no de la pólvora, que causa tantas tragedias humanas y también de nuestra fauna y flora. Las mascotas se estresan y se enferman con las explosiones. No a la alborada, sí a la arbolada”, aseveró Prieto.
Los órganos como la visión, el olfato, la audición, se pueden ver afectados por el shock nervioso que produce la pólvora en los animales, explicó la etóloga de la Universidad de Antioquia, Luisa Fernanda López, y agregó que la situación no se controla con simples caricias y puede desencadenar en la muerte o en un estado de ansiedad severo para los animales.
“Hay algunos que pueden presentar problemas digestivos, cólicos, como los caballos. Porque el problema no es solo para mascotas, sino también para aves silvestres y otra cantidad de especies que habitan en la ciudad”, comentó López.
2. Los controles de las autoridades
El capitán Juan David Palacio, coordinador del grupo de Actuación Jurídica de la Región VI de Policía, señaló que el Código de Policía considera comportamientos contrarios a la convivencia, fabricar, tener, almacenar, distribuir y quemar artículos pirotécnicos en lugares de transporte público y donde haya riesgo para la comunidad (artículo 30).
La multa que se aplica en estos casos es de $786.471 y un cierre de 3 a 10 días de los establecimientos donde se vendan sin permiso o se hagan quemas.
“Copacabana y La Estrella (donde hay puntos de venta de pólvora) son tema de debate, las alcaldías están obligadas a regular la venta, distribución y almacenamiento, en el marco de la Ley 670 del 2001, pero claramente la situación es más compleja cuando se avala este tipo de actividades”, señaló el capitán Palacio.
El uniformado también manifestó que se adelantan verificaciones para controlar esta situación en los municipios del Oriente antioqueño, especialmente en Rionegro.
La venta de pólvora está autorizada en algunos sitios solamente a mayores de edad que no se encuentren en estado de embriaguez o bajo el efecto de otras sustancias sicoactivas.
EL COLOMBIANO consultó a la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá para conocer la cantidad de pólvora decomisada hasta la fecha, pero las autoridades no brindaron una respuesta a la solicitud.
3. Responsabilidad del gremio polvorero
Hernán Torres, dueño de Max Pirotecnia, señaló que aunque paga impuestos todo el año y cuenta con permisos, ha sido estigmatizado por los polvoreros artesanales que fabrican por fuera de la ley.
“Invitamos a la ciudadanía que compre en un punto legal, donde se cumpla con todos los requerimientos legales, a puertas abiertas, no de manera clandestina”, expresó Torres.
Juan Alberto Carvajal, gerente general de El Vaquero, afirmó que los quemados con pólvora no los ponen las empresas que fabrican e importan siguiendo las normas e hizo un llamado para que sean las Fuerzas Militares quienes controlen la producción artesanal de pólvora.
“Nuestros productos cuentan con una mecha verde que protege al usuario, pero como la actividad está satanizada nos agrupan a todos en la misma bolsa. En Rionegro nos decomisaron material que seguramente tendrán que devolvernos porque tiene todos los papeles en regla”, aseguró Carvajal.