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Un carro particular terminó montado en las barandas del puente de la Madre Laura en la noche del pasado lunes. En redes sociales un hombre denunció que el conductor de ese vehículo, un Chevrolet Aveo, lo había chocado a la altura de la Terminal de Transportes del Norte y luego había huido.
“Lo alcancé a la altura del puente, donde me volvió a chocar al verse encerrado por las personas que muy amablemente le cerraron el paso. Se iba a volar en reversa, pero como pueden observar en la foto, no lo logró”, narró en redes sociales el afectado.
Luego de la persecución y de la intervención de otros conductores, la sorpresa fue mayor. Del carro se bajó un conductor vestido con una camiseta blanca -con algunas manchas de sangre- y el escudo de la Alcaldía de Medellín bordado a la altura del pecho.
Marío Andrés Ramírez, subsecretario de Seguridad Vial y Control, confirmó que ese conductor es un agente de tránsito y que el hecho fue atendido por otro funcionario público.
“En la noche del 11 de septiembre recibimos un proceso contravencional en un incidente simple, entre dos vehículos, uno de los cuales termina montado en las barandas de uno de los amoblamientos de ciudad”, reportó el Subsecretario.
De acuerdo con el informe de Ramírez, los dos carros fueron retirados con grúa del sitio y los conductores fueron llevados hasta la Secretaría de Movilidad para seguir con los protocolos que fija la ley.
“Los dos conductores son desplazados para el examen de toxicología para embriaguez. Uno de ellos no se lo deja hacer, el otro sí. Puedo confirmar que efectivamente es un funcionario de la Alcaldía de Medellín, concretamente de la Secretaría de Movilidad, el que presenta renuencia a la prueba”, agregó Ramírez.
El otro conductor pudo retirar su carro -la prueba arrojó resultados negativos- mientras que al agente de tránsito Jhon Mario López Marín le fueron retenidos el vehículo y sus documentos.
El Subsecretario condenó los hechos y dijo que el agente implicado en el accidente fue tratado como cualquier otro ciudadano. “No se omitió ninguno de los protocolos que se deben aplicar (...) Nosotros rechazamos este comportamiento en cualquier tipo de ciudadano y hacemos un llamado especial a los servidores públicos. Esto no debería suceder en las calles de Medellín”, agregó.
EL COLOMBIANO se comunicó con el agente López, quien manifestó que el accidente había sido “sólo daños y atendido por la Secretaría”. Sobre la prueba de alcoholemia, señaló que todo estaba en manos de su abogado, y al ser cuestionado por violar las normas que debería hacer cumplir en el ejercicio de sus funciones, el agente cortó la comunicación.
¿Qué sigue?
La Secretaría de Movilidad informó que el caso continúa en un proceso contravencional, en el que habrá audiencias con un inspector de tránsito que será el que determine las responsabilidades. El trámite tiene una duración de hasta 3 meses.
De ser culpable y por rehusarse a la prueba de alcoholemia, López podría ser sujeto de la sanción más dura que contempla el código nacional de tránsito: 45 salarios mínimos diarios de multa y entre 5 y 10 años de suspensión de la licencia de conducción.
“Escalaremos el caso, pediremos descargos al funcionario porque no estaba dentro de su jornada laboral. Internamente y para la parte disciplinaria, se elevará la consulta a la Secretaría de Gestión Humana. El agente sigue laborando mientras se adelanta el proceso”, confirmó Ramírez.