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Pese a operativos, “chimeneas” siguen rodando por Medellín
La Secretaría de Movilidad de la ciudad tiene procedimiento para buscar vehículos denunciados.
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La Secretaría de Movilidad de la ciudad tiene procedimiento para buscar vehículos denunciados. FOTO JAIME PÉREZ
23 de enero de 2018
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Por las calles de Medellín aún circulan “chimeneas andantes”, esos carros que dejan a su paso una columna de humo negro o gris oscuro.
Y siguen rodando a pesar de que en marzo de 2017 el alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez, invitó a los ciudadanos a denunciar, por teléfono o redes sociales a esas “chimeneas”. En ese momento la ciudad pasaba por la más dura contingencia ambiental de los últimos años, producto de un deterioro en la calidad del aire.
El mandatario fue claro: las fuentes móviles son responsables del 80 % de las emisiones contaminantes en el Aburrá.
En el primer mes de vigencia (entre marzo y abril de 2017) la Secretaría de Movilidad recibió 1.400 reportes de posibles “chimeneas”, pero con el paso del tiempo -y el fin de la contingencia- el entusiasmo disminuyó.
La subdirectora ambiental del Área Metropolitana, María del Pilar Restrepo Mesa, sostiene que la “cacería” de estos carros no se ha detenido. Según sus reportes, durante todo el 2017 se revisaron 84.904 carros; más de 9 cada hora, entre ellos vehículos movidos por gasolina, diesel y motos de cuatro tiempos.
De ellos 36.684 carros (equivalentes al 43,2 % de los examinados) perdieron la prueba: emitían más gases y partículas contaminantes que los demás. Y como dato curioso muchos de ellos -ninguna autoridad se atrevió a dar una cifra al respecto- tenían vigente el certificado de gases emitido por algún Centro de Diagnóstico Automotriz (CDA).
Lo que les pasa
Mario Ramírez, subsecretario de Seguridad y Control de la Secretaría de Movilidad de Medellín, aseguró que las denuncias recibidas se incluyen en una lista que se envía a un grupo de reacción ambiental, para ubicar los vehículos sospechosos en la calle y someterlos a pruebas que duran entre 10 y 20 minutos
Si el conductor es sorprendido -o capturado por una cámara de fotodetección- sin tener vigente el certificado de gases, recibe una multa por 15 salarios mínimos diarios (unos $390.621) y el carro puede ser inmovilizado.
Si tiene el certificado vigente, se le hace la revisión. Si reprueba, la autoridad ambiental le pide que ponga a punto su carro y vuelva con un nuevo certificado aprobado. Y le emite un comparendo por el mismo valor.
Santiago Quintero Valencia, presidente de Acedan, agremiación que reúne a los CDA, explicó que el resultado entre una prueba de centro y una callejera de las autoridades, puede arrojar resultados dispares por una de tres razones: el carro ha perdido calibración por uso excesivo, accidentes o golpes; porque fue modificado con componentes que alteran el resultado de la prueba; o porque hubo corrupción en el centro de diagnóstico.
Ramírez y Restrepo coincidieron en que, en todo caso, el responsable de mantener en buen estado el vehículo es el propietario y por eso la multa recae sobre él.
CDA bajo la lupa
La entidad responsable de verificar la correcta operación de los centros de diagnóstico es el Área Metropolitana. Sus reportes indican que en 2016 realizaron 575 visitas a estos lugares y en 2017, con la contingencia, hicieron 1.239 inspecciones.
En las revisiones verificaron desde la calibración de los equipos y filtros, hasta los cambios de personal y sus hojas de vida.
“El año pasado tuvimos 39 oficios de requerimiento por incumplimiento de las normas. Y uno de los centros estuvo cerrado un tiempo por esa razón. El propietario ya hizo las correcciones y pudo volver a abrir, pero la investigación continúa y por reserva procesal no podemos divulgar su nombre”, apuntó María del Pilar Restrepo.
20
minutos, máximo, dura la prueba de emisión realizada por la Secretaría de Movilidad.
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