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La Concesionaria Vial del Pacífico, Covipacífico, recibió de la Nación, a través de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), el tramo que construyó el Invías entre Ancón Sur, en La Estrella, y la vereda Primavera, en Caldas, sur del Valle de Aburrá.
El costo de la intervención realizada por el Invías fue de 200.000 millones de pesos y los trabajos tardaron más de siete años.
“Dentro del contrato de concesión, el tramo Primavera – Ancón Sur tienen unas características especiales y es que Covipacífico va a operar y mantener la vía durante el tiempo que dure la concesión. No habrá una intervención especial por parte de nosotros, como sí lo vamos a ver en otros sectores del proyecto en los que hay construcciones de puentes y túneles”, indicó Mauricio Millán Drews, gerente de Covipacífico.
En este sentido, desde el pasado 23 de marzo, ya los conductores podrán encontrar en la vía —en caso de incidente o accidente— los diferentes servicios gratuitos de la concesión, tales como: grúas, cama baja, ambulancias, inspección vial y carro talleres, durante las 24 horas del día. Igualmente, los usuarios contarán con el apoyo y vigilancia de la Dirección de Tránsito y Transporte de Antioquia.
Covipacífico deberá mantener este tramo, de 10,2 kilómetros, en las condiciones en las que lo recibió .
Así mismo, deberá implementar programas y campañas de seguridad vial y comportamientos adecuados en carretera, dirigidos a todos los actores de la vía: motociclistas, ciclistas, peatones, conductores de vehículos, con el fin de reducir los índices de accidentalidad.
“A la fecha, Covipacífico no tiene contemplado la instalación de algún peaje o método de recaudo. Las fuentes de recursos de la concesión ya está definidas desde el contrato y son el peaje de Amagá y unos aportes que realiza la Nación”, aseguró Millán Drews.
Sin embargo, la ANI está revisando la construcción de un peaje a la altura del municipio de Caldas.
“La doble calzada resolvió el caos vehicular que se presentaba en la salida del área metropolitana de Medellín al Suroeste antioqueño y occidente del país. El paso elevado por el municipio de Caldas puso fin a un semáforo inaceptable en una vía de tránsito nacional.
“Pero, las especificaciones técnicas de la vía fueron tacañas y cicateras en infraestructura. Las bermas son mínimas y generan riesgo de accidente cuando un conductor se tiene que orillar por cualquier razón. Igualmente, el separador central también quedó pequeño; al comparar con la doble calzada Bello-Hatillo, las diferencias son gigantescas”, opinó Eduardo Hincapié, viajero frecuente al Suroeste.