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Revisión mecánica y velocidad, reinas de las multas en Medellín

Pico y placa y no llevar Soat vigente son otras de las normas más violadas por conductores.

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07 de junio de 2016
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La alta velocidad, violar el pico y placa, no portar el Soat ni llevar al día el certificado de Revisión Técnico Mecánica son las infracciones al Código de Tránsito que más se aplican en Medellín.

El universo de las infracciones es extenso e incluye sanciones especiales para vehículos de servicio público y particulares, mientras para las motos hay normas adicionales, como la obligación de portar cascos reglamentarios y chalecos reflectivos en las noches. En Medellín hay sanciones que no aplican en muchas ciudades, como el pico y placa, que es discrecional de cada municipio implantarlo.

Según estadísticas de la Secretaría de Movilidad al pasado al viernes 3 de mayo, el liderazgo en las infracciones violadas por conductores lo tiene el no portar la Revisión Técnico Mecánica, en la que cayeron 86.375 personas.

Por exceder los límites de velocidad, que es diferente en los corredores viales principales que en las zonas residenciales o escolares y no es igual para particulares que para el servicio público, fueron sorprendidos 73.276 conductores. Le siguen el no portar el Soat (Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito), con 70.504 infractores, y el pico y placa, que ha sido violado, en lo que va del año, por 31.468 conductores.

Desatenciones

Luis Guillermo Mejía Calle, líder de Control de Tránsito de la Secretaría de Movilidad de Medellín, señala que la violación al pico y placa se da, “porque el uso del automotor está demasiado arraigado en la ciudad y es difícil que la gente deje de utilizarlo” y muchos prefieren arriesgarse esperando no ser sorprendidos.

Pero, explica Mejía Calle, esta es una de las infracciones más registradas por las cámaras de fotodetección. En muchos casos se da por descuido de los conductores.

En el caso de los motociclistas, advierte que por ser tan vulnerables, debían atender más las exigencias en la indumentaria de seguridad, como tener un casco adecuado, “pero estas infracciones son de las más recurrentes en este actor vial”.

En un estudio, el instructor y evaluador de competencias laborales de tránsito y seguridad vial, Alirio Miguel Gil Rojas, advierte que Medellín es un cementerio de motos porque las licencias de conducción se entregan sin cumplir los requisitos de norma: “No conozco en Colombia el primer CEA (Centro de Enseñanza Automovilística) que cumpla con este requerimiento”, indica.

El Líder de Control Mejía Calle subraya que prácticamente todos los accidentes e incidentes de tránsito están ligados al incumplimiento de alguna norma. Y admite que en el control de la velocidad las cámaras ya no registran tantos casos, porque la gente aprendió el lugar dónde están y al pasar por ellas merma el paso.

El Fiscal del grupo Somos Taxistas, Dany García Torres, también vicepresidente de Gestión del programa Enrutados por la Vida, admite que su gremio incurre con mucha frecuencia en esta infracción, igual que en el del cruce de semáforos en rojo, por la necesidad de llevar a tiempo a los pasajeros y prestarles un buen servicio.

“Nos parece injusto el caso de la velocidad, porque a nosotros nos exigen andar a 60 kilómetros y a los particulares les permiten 80, y la pregunta es, ¿qué diferencia hay si el particular también lleva pasajeros?”, se pregunta.

Juan Gonzalo Merino, presidente de la Asociación Transportadores del Valle de Aburrá, Asotransvaa, resalta que los buses incurren mucho en la invasión de carriles, también los sancionan por parar en sitios no permitidos, no llevar cinturón puesto o usar el celular conduciendo.

“Es un asunto de supervivencia, el pasajero exige que lo dejen donde él quiere y el conductor a veces no tiene más qué hacer que parar”, explica, pero admite que hay que actuar con cultura y respetar las normas para lograr una movilidad sostenible.

El control a la embriaguez es otra de las obsesiones de la Secretaría de Movilidad y cada vez se intensifican los controles en horas especiales.

Este año -detalla el Líder de Control- han dado positivo por manejar bajo los efectos del licor 1.014 conductores.

Luis Carlos Díaz Mora, exsecretario de Tránsito de Medellín, recalca que hay que cambiar la estrategia del control en la ciudad, pues las cámaras de fotodetección, por ser manejadas por privados, se convirtieron en un negocio: “no buscan prevenir sino imponer las multas”, cuando lo importante es salvar vidas y no generar dinero.

Pide que haya severidad en la aplicación de las leyes, un enfoque preventivo del manejo de la movilidad y que los ciudadanos actúen con mayor cultura. Además, comenta que los operativos de control no deberían ser esporádicos sino frecuentes.

“Las normas existen y son muy buenas, pero no se aplican, el ciudadano piensa que si comete una infracción algo puede hacer para salvarse del comparendo”, recalca Díaz Mora.

21.307
conductores han sido examinados en los operativos de embriaguez realizados por la Secretaría de Movilidad.

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