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Los habitantes del corregimiento San Sebastián de Palmitas, el más rural de los cinco que tiene Medellín, llevan 26 meses esperando a que les cumplan la promesa de construir un cable aéreo que iría desde la cabecera corregimental hasta La Aldea, su segundo centro poblado.
En una Jornada de Vida y Equidad celebrada a finales de 2013, los pobladores de Palmitas decidieron destinar 5.000 millones de pesos para la construcción del nuevo cable. Después de un análisis de viabilidad y méritos, la Administración Municipal decidió aportar otros 7.500 millones de pesos para el cierre financiero, el cual nunca se logró porque un cable aéreo de esas características costaría alrededor de 22.000 millones de pesos.
Diego Alonso Guerra, exedil de la localidad, sostuvo que Palmitas necesitaba primero una biblioteca, vías, e instalaciones deportivas; inclusive se los prometieron, pero en algún momento, les cambiaron esos proyectos por el de otro cable, el cual visionaba consolidar la economía del corregimiento a través del turismo. Hoy no tienen ni lo uno ni lo otro.
En agosto de 2016, cuando EL COLOMBIANO le preguntó al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, acerca de la construcción del cable, el mandatario local respondió que “todavía no había claridad acerca del impacto social real del proyecto, porque lo importante es que estos recursos sean bien invertidos en la comunidad”.
Gutiérrez enfatizó que no fue su gobierno el que ilusionó a la comunidad de Palmitas con este cable y agregó que todas las obras que se realicen durante su administración tienen que ser de gran beneficio.
“El Metro está analizando este tema y yo mismo me sentaré con esta comunidad, sea cual sea la decisión, a mirar entonces si los recursos van para ese cable o los destinamos a otras obras que mejoren su calidad de vida”, dijo el alcalde Gutiérrez hace seis meses.
A la falta de unos 9.500 millones de pesos para lograr el cierre financiero del cable de Palmitas, otro problema económico se suma al proyecto: los costos de operación.
El funcionamiento del nuevo cable estaría a cargo del Metro de Medellín; sin embargo, los recursos para que sea posible los tiene que aportar la Alcaldía y estos nunca se presupuestaron, ni en la pasada administración ni en esta.
“Nunca se aseguró el dinero para esa etapa. Por eso debemos plantear la viabilidad del proyecto de forma integral: estudios, construcción, operación, nómina y mantenimiento”, afirmó Juan Martín Salazar Vélez, subsecretario de Infraestructura de Medellín.
Solo hasta el próximo jueves 23 de febrero, la empresa Metro entregará los resultados de los estudios.
“El análisis del Metro está dividido en varias fases: estudios y diseños, gestión predial y socialización y ejecución del proyecto y operación. Una vez tengamos claridad en todos los puntos, se le presenta todo el paquete al alcalde Federico Gutiérrez”, confirmó el subsecretario.
Con base en las conclusiones del informe, la Alcaldía de Medellín tomará la decisión de ejecutar o no el tan prometido y esperado proyecto.