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Invierno anticipa etapa decisiva en Hidroituango: ¿qué sigue?
Incremento progresivo del embalse, por mayores caudales del río Cauca, permitiría rebosar las aguas por el vertedero en noviembre. Así va la obra.
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En la presa se realizan trabajos de fortalecimiento con una pantalla central. FOTOS MANUEL SALDARRIAGA -
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13 de octubre de 2018
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Tras 168 días del comienzo de la contingencia en el proyecto hidroeléctrico de Ituango (Norte de Antioquia), por el taponamiento del túnel auxiliar de desvío, empieza la fase crucial para retomar el control de la megaobra.
El embalse, según EPM, está creciendo entre 1 y 2 metros diarios, en promedio, debido al incremento de caudales del río Cauca por el aumento de lluvias en la segunda temporada invernal del año.
Ayer el nivel del agua alcanzó los 384,91 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.), por lo que solo faltarían 16,09 metros para que el agua alcance el nivel del vertedero y rebose por la primera compuerta.
Luis Alberto Sierra, coordinador del Centro de Monitoreo Técnico de Hidroituango, explicó que, si se mantiene la misma rata de crecimiento, bastarían entre 15 y 20 días para que el cauce empiece a salir por el vertedero, pero, aclaró, la evolución del cauce no es constante, “a veces sube, a veces baja, por lo que no se puede predecir con exactitud”.
William Giraldo Jiménez, vicepresidente de Proyectos de Generación de Energía de EPM, también estimó que posiblemente en la primera semana de noviembre el agua corra por el vertedero, que se encuentra terminado y en condiciones operativas, sin poner en riesgo la presa que alcanza la cota 418 m.s.n.m.
Crecientes en el Cauca
El Centro Regional de Alertas y Pronósticos reportó el jueves pasado, entre las 12:00 p.m. y la 1:00 p.m., un aumento inusual del cauce del río Cauca a la altura del corregimiento de Bolombolo (Venecia), aguas arriba del megaproyecto.
Las autoridades emitieron una alerta para las poblaciones ribereñas desde Titiribí hasta Ituango. La onda de la creciente, sin embargo, no afectó poblaciones, confirmó René Bolívar, coordinador del Área de Manejo del Dapard.
Por su parte, Mery Fernández, meteoróloga del Centro Regional de Pronósticos, señaló que estas poblaciones deben estar atentas porque podrían presentarse nuevos crecimientos súbitos durante la actual temporada de lluvias que, según el Ideam, iría hasta mediados de diciembre.
El jueves el caudal máximo que ingresó al embalse fue de 1.623 metros cúbicos por segundo (m3/seg.), nivel que bajó ayer a 1.193,11 (m3/seg.).
¿Qué implica el hecho?
La probabilidad de que el embalse empiece a derramar por el vertedero permitirá garantizar el caudal ecológico mínimo que se debe mantener aguas abajo de la presa, que es de 450 (m3/seg.), establecido en la licencia ambiental.
Este es el primer requisito para que EPM tome la decisión de cerrar las compuertas de la casa de máquinas, por donde desvía el cauce del río desde el 10 de mayo, para garantizar el caudal ecológico.
Otras circunstancias de las que depende esta determinación son el comportamiento de la presa con la construcción de la pantalla de concreto plástico y los avances en los taponamientos del túnel derecho y de la galería auxiliar.
El momento clave
Cerrar el paso de agua por la casa de máquinas y poder ingresar posibilitará conocer a ciencia cierta tres hechos determinantes: la magnitud del daño en el proyecto, si es posible recuperar completamente la central y, en caso afirmativo, saber con exactitud cuánto será el retraso en la operación, estimado hoy en tres años.
Según Giraldo, los indicios en este momento son positivos. Contó que hace 20 días realizaron exploraciones y pudieron llegar a la zona de montajes de la máquina cinco.
“Logramos extraer material y se determinó que hay 20 centímetros del concreto que se había instalado en el techo de la casa de máquinas. Ese comportamiento nos da un buen augurio, esperamos que esté en buen estado cuando podamos ingresar”, concluyó.
Por eso Hidroituango entra en su fase decisiva..
Almejas gigantes trabajan en el apantallamiento de la presa
En el núcleo de la presa continúa la construcción de la pantalla plástica o corta-flujo, que ejecuta Soletanche. Los trabajos se realizan de manera vertical, con paneles de un metro de espesor, 38 de profundidad y 500 de largo, en promedio (entre estribo y estribo). Con la pantalla de concreto y bentonita (arcilla con capacidad de bloqueo del paso del agua) se pretende impermeabilizar el muro. Se estima que su construcción, que avanza en 18 %, finalice en diciembre. Después seguirán las obras para llevar la presa a la cota 435 metros sobre el nivel del mar, que concluirían en el primer trimestre de 2019. Sobre esa altura, denominada cresta de la presa, quedará la vía hacia Ituango. La pantalla fue diseñada por la firma Integral y su construcción está siendo supervisada por la interventoría del consorcio Ingetec-Sedic.
Centro monitorea 549 variables del proyecto hidroeléctrico
Después del comienzo de la actual contingencia (28 de abril) se estableció un Centro de Monitoreo Técnico que vigila de forma constante el estado del proyecto. Hoy ese centro, en el que laboran 15 personas, durante tres turnos, las 24 horas del día, supervisa 549 variables con instrumentación geotécnica (mide comportamiento de un terreno para predecir su evolución), con piezómetros (miden la presión de un fluido), acelerómetros (mide movimientos de un cuerpo) y celdas de asentamiento y de carga (miden asentamientos en terraplenes, rellenos y suelos de cimentación). Los puntos claves de atención son la presa, la captación, el embalse, la montaña y los túneles, incluso, con apoyo de una firma de análisis de radares de Indonesia. “Hoy no hay una variable que nos genere preocupación”, precisó Luis Alberto Sierra, coordinador del Centro.
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