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En 2017, Tómas Elejalde Escobar, gerente general del Metro de Medellín, tiene un reto complejo: optimizar el gasto de la empresa, sin sacrificar la calidad en la prestación del servicio y sin frenar el plan de expansión.
Así mismo, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, esperan de él que garantice la continuidad de los proyectos bandera de sus administraciones, claves para la movilidad regional y departamental, como el cable de El Picacho, el metrocable línea M, el tranvía de la 80 y el Ferrocarril de Antioquia.
Hace seis meses fue ratificado en el cargo de gerente general del Metro de Medellín, ¿cómo le ha
ido en su gestión?
“El 2016 fue un año bastante duro, muy complicado, tanto en lo personal como en lo profesional. Tuve que enfrentar la muerte de mi padre, algo que afectó mucho a la familia y me marca a mí como persona por el referente que fue él para nosotros, y también sufrimos situaciones de salud muy delicadas que afortunadamente ya se superaron.
En lo laboral, asumir las riendas de la empresa fue un reto enorme, debido a que fui elegido por la junta directiva de forma unánime y puedo decir que el balance es positivo. Lo más importante en la transición y con mi llegada, fue mantener la estabilidad en la calidad del servicio, continuar con la buena imagen que la empresa ha tenido, darles estabilidad a los equipos de trabajo, bajarle a la exposición mediática y responderles como debe ser a todos los públicos de interés del Metro. Se continuó, sin contratiempos, con los proyectos estratégicos que se están desarrollando en la empresa”.
Públicamente, el gobernador de Antioquia, Luis Pérez y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, han dicho que están satisfechos con la decisión de nombrarlo gerente, ¿cómo le ha ido a usted con la junta directiva de la empresa?
“Con la junta me ha ido bastante bien al igual que con los dos gobernantes; ellos tienen dentro de sus planes de desarrollo unas metas y unos objetivos que están articulados al plan maestro de la empresa. En eso hay que ser totalmente ecuánimes para atender las necesidades de sus gobiernos como se lo merecen, poniendo a disposición toda la institucionalidad y el conocimiento del Metro para poder sacar adelante sus proyectos bandera.
Por fortuna, la junta directiva es muy activa, crítica, que se preocupa y le dedica tiempo a la empresa. Hemos tenido unas sesiones de trabajo bastante largas mirando los planes estratégicos, los temas financieros que nos preocupan, etc. Es una junta muy heterogénea, es bueno que haya miembros que sean de afuera de la región; aunque todavía hay una silla vacía en el órgano directivo, pero esto no ha entorpecido nada, ni siquiera para el cuórum; el trabajo ha fluido con mucha naturalidad y cordialidad”.
“El Metro tiene sus objetivos de mediano y largo plazo y mal haría yo en no adoptar el plan maestro del Metro; esto incluye el plan rector de expansión, de estructura interna, de operación y actualizaciones tecnológicas, entre otros. Con la junta directiva se revisan estos temas permanentemente, se establecen puntos de control y se pueden dar algunas modificaciones. La junta está muy interesada en trabajar la austeridad en el gasto y la revisión de los indicadores financieros a mediano y largo plazo; algo en lo que estoy totalmente de acuerdo y que me parece muy acertado por parte de la junta directiva. La compra de los 22 trenes y la contratación del personal para la preoperación del tranvía de Ayacucho afectó la gestión a futuro de la empresa. También me he dedicado a mirar, en detalle, cómo está el ambiente interno de los equipos de trabajo”.
¿Cómo se explica que en la encuesta de percepción Medellín Cómo Vamos al Metro le vaya tan bien, pero el decir de los usuarios es que el sistema ya se quedó pequeño y que hay fallas en la calidad del servicio, en especial en horas pico?
“El análisis es un poco complejo y tendríamos que trabajar mucho con Medellín Cómo Vamos para identificar bien cómo estructuran ellos las encuestas y quiénes son las personas que participan en las mismas; si son o no usuarios del metro y en qué porcentaje. Es importante mencionar que el metro tiene usuarios directos, que usan los diferentes modos a diario, siempre, pero también hay unos usuarios que no son frecuentes y que encuentran en el Metro una alternativa o solución para trasladarse y que allí encuentran calidad de vida, equidad social y una proyección a largo plazo en la movilidad sostenible en la región. Quizá estos pensamientos de desarrollo priman a la hora de contestar una encuesta de percepción. La gente se queja, pero también reconoce que siempre estamos trabajando por mantener bien y mejorar la calidad en la prestación del servicio”.
¿Qué cronograma están manejando con el metrocable línea M?
“El cumplimiento de fechas con los proyectos del tranvía de Ayacucho ha sido un dolor de cabeza para nosotros y obviamente para la comunidad. No ha sido fácil dar un cumplimiento estricto a los planes porque han resultado numeroso imprevistos, entre ellos el más representativo que es la situación que se presentó con los diseños específicos de la estación de transferencia de la línea M, que nos hizo detener la construcción, contratar rediseños y peritaje —para conocer qué fue lo que sucedió; esto último nos obligó a interponer unas demandas frente a los presuntos responsables de las dificultades que presentaron los primeros diseños. Debo aclarar que el Metro no diseña y no tiene en su equipo de trabajo especialistas en estructuras civiles, esas son tareas que no son de la experticia de la empresa.
Por dichas razones no hemos vuelto a comprometernos con fechas. Lo que sí es cierto es que en el primer trimestre de 2017 iniciaríamos la construcción de esa estación y lo que sabemos, por la experiencia que tenemos, es que la obra tardaría entre 12 y 14 meses. Esperamos que no se presenten más dificultades. Las demás estaciones de la línea M están terminadas y están listas para iniciar la operación instructiva y comercial una vez se termine la que falta”.
¿Qué ha pasado con las familias de la comuna 9 que se declararon afectadas, al parecer, por la construcción del tranvía de Ayacucho?
“Es un trabajo que ha sido rodeado por el municipio de Medellín. También es un imprevisto complejo que ha tenido este proyecto, porque la comunidad que resultó afectada tuvo que salir de sus viviendas y alojarse en arrendamientos temporales. Aunque ahí ya hubo un concepto técnico de la Universidad Nacional, sobre la dificultad que presentaban estos terrenos, esto también lo estamos revisando nosotros con un peritaje. El Metro ejecuta el proyecto del tranvía por encargo del Municipio y por eso la Alcaldía está encargada de ayudar a estas personas a través de toda su oferta institucional.
Hasta el momento el Metro no ha identificado ningún problema de ejecución o de diseños; fue algo geológico y una consecuencia de la manera en la que se urbanizó ese sector de Medellín desde hace más de 50 años. Allá hay viviendas que están en lechos de quebrada y que difícilmente se hubieran podido identificar en los estudios puntuales geotécnicos del tranvía, porque estos se desarrollan para el eje del corredor del sistema de transporte; no tienen una exploración más allá de tres o cuatro calles a la redonda, eso ni siquiera es norma. Por eso las situaciones de viviendas afectadas más allá de la zona de influencia directa de la construcción, aunque se están atendiendo, no son responsabilidad del proyecto”.
El alcalde de Medellín ha mencionado en varias ocasiones que en el primer trimestre de este año saldría la licitación del metrocable El Picacho.
“Sí, ese es el objetivo; es la meta conjunta que tenemos con el alcalde Federico Gutiérrez. El metrocable de El Picacho es uno de los proyectos estratégicos de su administración. Para que se pueda alcanzar este objetivo, se debe presionar para que la Nación realice rápido el aporte de 80.000 millones de pesos que prometió y que hacen falta para lograr el cierre financiero del proyecto; nosotros hemos acompañado a la alcaldía en esta gestión...”
“La comunidad ya conoce el trazado y sabe dónde estarían las estaciones; hay aceptación general del proyecto. Estamos haciendo una gestión social muy importante. Ellos allá tienen una preocupación puntual que es cómo se resolverán los reasentamientos que se tendrían que dar y para eso el Isvimed —Instituto Social de Vivienda y Habitat de Medellín— nos está ayudando; pero eso es algo normal en este tipo de proyectos”.
“En este tema del tranvía de la 80, empiezo por aclarar y recordar que la empresa Metro ha venido siendo respetuoso de las decisiones que ha tomado el alcalde Federico Gutiérrez frente a la gerencia del proyecto; nos parece acertado que él haya querido darle un énfasis importante al proyecto y que tenga allí a una persona de su confianza y con información de primera mano de lo que se habla en el equipo de gobierno de la Administración Municipal. En ese sentido, es el señor Felipe Vélez quien ha estado en la gerencia de este proceso, pero nosotros como empresa Metro estamos enterados de absolutamente todo y participamos en las mesas de trabajo —en algunas de las reuniones somos nosotros quienes brindamos mayor información— y aportamos las gestiones administrativas para las contrataciones con la FDN; por eso soy respetuoso con el tema e insisto que la vocería sobre el proyecto la lleve siempre el señor Vélez, bajo el liderazgo del alcalde.
La FDN ha venido entregándonos información de las posibilidades que hay para la estructuración del proyecto. Básicamente, lo que busca la alcaldía, es que la FDN les entregue un modelo de negocio —transacción— que indique de qué manera el proyecto es desarrollable, si solo como obra pública, si se puede combinar con asociaciones público-privadas o con modelos de concesión; en qué medidas y hasta qué punto las combinaciones son efectivas o funcionan.
Por ejemplo, si se tomara la decisión de que el tranvía de la 80 se hace por app y la participación privada tiene incidencia en la operación, obviamente el Metro no tienen ningún problema frente a eso, pero sí hemos llamado la atención —y eso está absolutamente claro—que por las políticas del Área Metropolitana (máxima autoridad de transporte en la región) se debe mantener el mismo que ya existe en la región, es decir, la tarjeta Cívica; porque mal haríamos con implementar un tranvía con privados con otro sistema de pago.
Lo importante es que participamos en todo, estamos enterados de todo, nos tienen en cuenta y tenemos a nuestro equipo técnico a disposición de la gerencia del proyecto y de la Administración Municipal. La próxima semana, la FDN debería entregar las conclusiones finales de los informes: modelo de transacción, fuentes de financiación y pago del proyecto; hemos comentado unos resultados preliminares pero no seré yo quien los divulgue.”
¿Cómo va el ferrocarril, proyecto bandera de la Gobernación de Antioquia?
“Somos socios del proyecto. Ha habido unos avances positivos en la estructuración técnica y en presupuestos. Es algo muy similar a lo que sucede con el tranvía de la 80. El proyecto del ferrocarril de Antioquia tiene un gerente, que es el secretario de Infraestructura de Antioquia, Gilberto Quintero. Nosotros trabajamos con ellos, con todo nuestro equipo a su disposición. Es muy importante resaltar que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) nos está ayudando mucho y ha facilitado todo lo que se ha necesitado de su parte”.