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Este martes el Parque Explora abre una nueva pecera para sus visitantes. Se trata de un espacio de 2 toneladas de acrílico que incorpora 5 toneladas de carbón y tres pequeñas cascadas subacuáticas que cuenta con más de 70 peces de río.
Este parque interactivo, que ya contaba con el acuario de agua dulce más grande en Latinoamérica, añade esta nueva pecera que tiene una capacidad de 43 mil litros de agua y que alberga desde ahora a especies como arawanas, falsos discos, jack dempseys, peces loro, óscares, óscares albinos hasta terrores verdes y bocas coloradas.
“Muchos son de la familia de los cíclidos, un ejemplo viviente de diversidad y adaptación, han desarrollado gran cantidad de estrategias reproductivas, alimenticias y defensivas que les permiten enfrentar con éxito los cambios del entorno”, afirma Mauricio Posada.
¿Cómo será la vida de estos peces en el acuario?
Xiomara Gómez explica que la adaptación ya lleva cerca de un año, “la mayoría de ellos llegaron alevinos (bebés) de cultivos y unos cuantos son los hijitos de peces de nuestra colección, estaban en cuarentena, donde permanecen los animales que requieren más atención por parte del equipo veterinario”.
Incorporar a los peces a este nuevo espacio requiere de “tiempo, paciencia y mucho trabajo”, Alejandro Ramírez, coordinador de bienestar del Acuario y del Vivario Explora, explica que el cambio de ambiente para los peces debe ser lo más agradable posible, “hay que cuidar de que su sistema de defensas permanezca fuerte. Además, debemos ayudarlos a acostumbrarse poco a poco a las nuevas dietas, a la intensidad y duración de la luz. Incluso a adaptarse a un nuevo entorno social con los peces que serán sus nuevos compañeros”.
Uno de los peces que más llama la atención en esta nueva pecera es el Tucunaré (Cichla ocellaris), original de la cuenca de los ríos Orinoco, Amazonas y afluentes; en Venezuela, Brasil, Colombia, Bolivia, Perú, Ecuador y Panamá. Este pez tiene una enorme boca, labios carnosos y se estira como un acordeón para succionar a sus presas. Aparte de tener muchos dientes afilados en las mandíbulas también cuenta con varios en su garganta, para triturar y garantizar que ninguna presa se le escape. Reconocen la coloración del cuerpo de otros tucunarés para evitar comer miembros de su misma especie.