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Un nuevo caso en el que al parecer presuntos miembros de un grupo delincuencial amenazaron a algunos estudiantes de un colegio del suroccidente de Medellín, pone una vez más en la mesa la discusión sobre la seguridad en estas instituciones.
Según Juan Carlos Rodríguez, subcomandante de la Policía Metropolitana, los hechos sucedieron en un colegio de Belén. “Los atacantes serían menores de edad que tenían rencillas con los estudiantes de l colegio. Estamos en la investigación que nos permita identificar y, sí es necesario, judicializar a quienes amenazaron a los jóvenes”, contó Rodríguez.
El oficial confirmó que durante la mañana de ayer se reunieron con representantes de la institución y de la administración municipal, para esclarecer los hechos y dar con las personas involucradas.
Entre tanto, la preocupación por la seguridad en las aulas de clase aparece de nuevo, pues el año pasado se registraron casos similares (ver Cronología) en zonas de la ciudad donde existen problemáticas de orden público.
Uno de ellos tuvo lugar en el corregimiento de Altavista, en el cual dos rectores recibieron amenazas por parte de grupos delincuenciales de la zona, llevando a que uno de ellos renunciara a su cargo.
Como parte de las estrategias que buscan evitar que los colegios sean involucrados en el conflicto, las secretarías de Educación y Seguridad de Medellín implementaron el proyecto Entornos Protectores, el cual, entre otros objetivos, busca identificar y prevenir factores de riesgo que afecten a los estudiantes y a sus familias.
Matoneo, consumo de drogas, así como el uso y vinculación de jóvenes por parte de grupos delincuenciales, son algunos de las acciones que se quieren prevenir.
Respecto al ámbito de la seguridad, según información de la Secretaría de Educación durante 2017, cerca de 60 personas entre profesores y directivos docentes, han solicitado protección del comité de amenazas de la secretaría de Educación.
La Personería de Medellín, por su cuenta, tiene una ruta de comunicación para tratar de dar con situaciones que son un riesgo para los estudiantes.
Alexandra Virviesca, delegada de la Personería, contó que esta entidad comentó que a través de esta ruta se “reciben alertas en que, por ejemplo, personas externas están induciendo al consumo o venta de drogas, temas de bullying y situaciones de violencia en que estén inmersos por su entorno social”, contó.
Tanto en esta ruta, como en el programa Entornos Protectores, cuando se conocen estos casos, la Personería y las secretarías, se encargas de dar aviso a las demás entidades involucradas y de realizar el respectivo acompañamiento.
Gregorio Henríquez, experto en conflicto urbano, explicó que las instituciones educativas son “un blanco fácil de los combos, pues allí los estudiantes son objetivo para ser vacunados o para promocionar drogas ilícitas, como se ha visto en los últimos días”.
Para Henríquez, este último caso de Belén, que es significativo porque se denunció, evidencia “hasta dónde puede llegar la presencia de estos grupos y no sólo es una presión a estudiantes, también contra rectores o docentes que quieren evitar o cambiar los comportamientos de los jóvenes que quieren hacer parte de los combos”.
El experto enfatizó que esto es una dinámica que se da en toda la ciudad, en especial en colegios que se encuentran en zonas de conflicto. “Es importante que se fortalezca el acercamiento con los padres de familia, pues es allí donde se pueden identificar primeros signos sobre comportamientos extraños y denunciarlos”, puntualizó.
Respecto al caso de Belén, Rodríguez detalló que se reforzó la presencia de miembros de la Policía en el ingreso del colegio, mientras se adelantan las investigaciones; sin embargo, el rector del establecimiento, en un comunicado desmintió lo sucedido, afirmando que, el altercado fue entre un atracador y un estudiante de la jornada de la tarde.