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Mientras que en Envigado la artista Débora Arango es un referente tan fuerte para el municipio que tiene un Parque Biblioteca con su nombre y Casablanca, su morada, se convirtió desde el año pasado en bien público y será abierta como un museo, en Bello la casa de la pintora Lola Vélez podría ser demolida y el Municipio ni siquiera tiene certeza sobre si podrá o no rescatarla de su abandono.
¿Quién es Lola Vélez? y ¿por qué es importante conservar esta casa?, se preguntarán muchos. La pintora, en opinión del escritor Reinaldo Spitaletta, no fue tan irreverente y popular como Débora Arango, pero la obra de esta mujer, que tuvo entre sus maestros a artistas nacionales como Pedro Nel Gómez, e internacionales como el mexicano Diego Rivera, es muy importante.
La restauración y conservación de la casa, ubicada en la calle 53 con carrera 50A, serviría para mantener como patrimonio de lo que fue el municipio en un momento dado, toda vez que en Bello se ha arrasado gran parte de los edificios históricos, comentó Spitaletta. Muestra de ello es que en la localidad solo existen tres bienes con alguna figura de protección (ver Paréntesis).
“Lola Vélez fue pionera del arte en Antioquia en su condición femenina. Desarrolló una poderosa obra en su lugar de habitación y por ello amerita conservarlo y darle dignidad, su casa puede convertirse en un centro de expresiones culturales en Bello”, expresó Álvaro Morales, director del museo Pedro Nel Gómez.
La artista bellanita se destacó, hasta su muerte a los 80 años en 2005, como una importante colorista, experta en acuarelas y óleos. En su viaje a México en la década de 1950 entabló amistad con Frida Kahlo, aprendió de muralismo al lado de Rivera, y en su casa en Bello pintó tres paredes que, con la incertidumbre del futuro del inmueble, no se sabe si sobrevivirán.
Spitaletta señaló que evitar la demolición de la casa, propiedad de un inversionista que planea la construcción de un nuevo edificio, ha sido difícil en Bello, un municipio que en su opinión ha tenido administraciones históricamente desinteresadas por la educación y la cultura.
Morales afirmó que el descuido que ha llevado casi a las ruinas a este inmueble, es síntoma de una carencia de políticas públicas y de presupuestos irrisorios para asuntos patrimoniales. Sin embargo, reconoce que la actual administración ha mostrado voluntad para evitar que este referente histórico sea destruido.
“Desde el museo Pedro Nel Gómez queremos hacer una exposición para llamar la atención sobre la importancia de Lola Vélez en la historia del municipio y del departamento. Falta ver dónde quedó buena parte de la obra de la artista”, manifestó Morales.
El Municipio de Bello tiene en su poder 36 pinturas que fueron donadas por la familia de la pintora, que por su estado deteriorado aún no están en exhibición; otras fueron adquiridas por particulares y se desperdigaron de forma indeterminada.
En febrero de este año la Alcaldía de Bello anunció que pujaría por evitar que el inmueble sea demolido. Incluso, informó que las conversaciones con el propietario habían sido exitosas.
No obstante, EL COLOMBIANO se comunicó con Héctor Arias, secretario de Cultura local, quien precisó que aún no hay nada concreto pues la negociación está en curso.
“Estamos pendientes de que el dueño nos entregue el avalúo de la casa, y luego revisar si tenemos los recursos o alguna propiedad para hacer un intercambio”, explica Arias.
Agregó que a la propiedad habría que hacerle una fuerte inversión, que implicaría un costo no previsto por el Municipio, porque se encuentra en precarias condiciones físicas y la idea no es que la casa se caiga con un dueño distinto sino que de verdad se convierta en un museo.
“En caso de que definitivamente vaya a ser demolida, antes habría que rescatar los tres murales que tienen intervención artística de la pintora”, concluyó Arias.