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Por su transparencia en la contratación, la gestión del talento humano, el acceso a la información, la promoción de la participación ciudadana, la rendición de cuentas y el control interno y externo, la Gobernación de Antioquia es la administración departamental con menor riesgo de corrupción en Colombia, según la organización no gubernamental Transparencia por Colombia.
La ONG dio a conocer este miércoles los resultados del Índice de Transparencia de las Entidades Públicas, que evaluó la gestión de 167 entidades a nivel nacional, departamental y de los municipios capitales entre enero de 2015 y abril de 2016.
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Las variables que tiene en cuenta Transparencia por Colombia son la visibilidad (capacidad de una entidad para hacer públicas sus políticas, procedimientos y decisiones), institucionalidad (capacidad para lograr que los servidores públicos y la administración en su conjunto cumplan con normas) y control y sanción (capacidad para generar acciones de control y sanción mediante procesos internos o externos).
La ONG asigna una calificación de 0 a 100 para cada una de esas variables, donde 0 equivale al mayor riesgo de corrupción y 100 a la mayor transparencia.
Así, la Gobernación de Antioquia obtuvo una calificación de 91,3 en visibilidad, 85,9 en institucionalidad y 79,5 en control y sanción, para un total de 85,6 y un riesgo de corrupción moderado, el más bajo del ranquin en la categoría departamental.
En el segundo puesto está la Gobernación del Meta (80,1) y en el tercero, la Gobernación de Santander (79,2).
En cambio, los departamentos con mayor riesgo de corrupción son Chocó (30,2), La Guajira (41,7) y Guainía (43).
En cuanto a las ciudades capitales, las que corren menor riesgo son Pasto, Pereira y Barranquilla, mientras que las administraciones municipales con mayor riesgo de corrupción son las de Puerto Carreño, Santa Marta y Mitú. Medellín y Bogotá no fueron tenidas en cuenta en esta evaluación.
Transparencia por Colombia señaló que el índice promedio es de 68,2 sobre 100 puntos para las entidades nacionales, 61,5 en las departamentales y 56,8 para las alcaldías. “A pesar de la innovación normativa, la administración pública en Colombia sigue siendo un escenario de oportunidad para la corrupción”, alertó la ONG.
Además, ninguna de las 167 entidades evaluadas logró el nivel de riesgo bajo de corrupción, y en cambio la mayoría se ubicaron en las categorías de riesgo alto y muy alto: 60 por ciento de las 28 alcaldías evaluadas, 50 por ciento de las 32 contralorías departamentales, 40 por ciento de las gobernaciones y 19 por ciento de las entidades nacionales.
“Los corruptos y el crimen organizado han encontrado en la administración pública un escenario de oportunidad para no solo capitalizar recursos económicos, sino además para controlar el territorio y sus poblaciones. De esta manera, la corrupción se expresa a través de la captura del Estado”, apuntó Gerardo Andrés Hernández, director de Transparencia por Colombia.
En diciembre de 2016, la Procuraduría General de la Nación presentó el Índice de Gobierno Abierto, IGA, que evaluó el cumplimiento de las disposiciones legales diseñadas para prevenir actos de corrupción en el año 2015.
En esa evaluación, que contempla variables como la atención al ciudadano y las respuestas a los derechos de petición, las gobernaciones de Antioquia, Meta y Tolima sobresalieron muy bien libradas.
Así mismo, cuatro alcaldías de Antioquia tuvieron un desempeño óptimo en el promedio acumulado entre 2010 y 2015: Envigado, Rionegro, Sabaneta y El Retiro.