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La sede del Tribunal Superior de Medellín, de los más grandes del país, ha permanecido cerrado este miércoles por una emergencia sanitaria que obligó el cese de actividades de los más de 350 empleados del lugar, que atienden las consultas por procesos o audiencias (penales, laborales y civiles) de unas 400 personas diariamente.
La Sala Administrativa del Consejo Seccional de la Judicatura, que inspeccionó el lugar, emitió la orden de cierre luego de verificar una obstrucción en varias de las cañerías del edificio, también conocido como bajo el nombre Rodrigo Lara Bonilla, lo que ocasionó que las aguas negras del lugar se filtraran en los pisos de las oficinas obligando a suspender el servicio del agua inmediatamente.
Según el presidente del Tribunal Superior de Medellín, Olimpo Castaño Quintero, no es la primera vez que se presenta una emergencia como esta en el interior de este edificio con más de 50 años de antigüedad. “Hace quince días se taponó otra de las cañerías, pero no fue necesario el cierre del Tribunal porque no se filtraron las aguas sucias en las oficinas”, explicó Castaño Quintero, que aseguró que este jueves todo volverá a la normalidad.