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Cárcel granja está cada vez más firme

Con $20.000 millones se adecuará el viejo seminario de Yarumal para emprender este proyecto resocializador.

  • El seminario Cristo Sacerdote pertenece a la Diócesis de Sonsón-Rionegro, que afirma que el sostenimiento es muy costoso y está dispuesto a venderlo. El Vaticano decidirá. FOTO róbinson sáenz
    El seminario Cristo Sacerdote pertenece a la Diócesis de Sonsón-Rionegro, que afirma que el sostenimiento es muy costoso y está dispuesto a venderlo. El Vaticano decidirá. FOTO róbinson sáenz
18 de julio de 2017
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Con el aporte anunciado por el Ministerio de Justicia, la nueva cárcel para Antioquia que se construirá en Yarumal está cada vez más cerca de ser realidad como solución al hacinamiento carcelario, que en el departamento supera el 200%.

Según el gobernador Luis Pérez, el ministerio está próximo a desembolsar $20.000 millones, que se destinarán a hacer adecuaciones de la edificación para que se ajusten “a los lineamientos que necesitamos para el proyecto, de que el recluso sea un ciudadano que no regrese a la sociedad a seguir delinquiendo sino a resarcir el daño causado”.

Con el proyecto de Yarumal, los presos irían allí a trabajar en granjas agrícolas y a educarse, con lo cual cumplirían tres propósitos de un sistema carcelario humanista: la retribución, la rehabilitación y la resocialización, según el ministro de Justicia, Enrique Gil.

“En un Estado de derecho ni el criminal puede quedar por fuera”, recalcó Gil, al aclarar que la pena intramural no debe ser la única función de una condena, pues hay opciones como el trabajo comunitario y la pena retributiva que le hacen más bien a la sociedad, porque evitan que los delincuentes repitan sus actuaciones.

¿Es esto posible?

Para Carlos Contreras, director de la Corporación Construyendo Nuevos y Mejores Caminos -Corpifamco-, que lucha por los derechos de los reclusos, estos siempre tienen voluntad de resocializarse, pero solo funciona si se hace de manera estructurada.

“El tema del estudio tiene que ser bien diagnosticado, porque hoy día es una burla, no se hace de manera sistemática, no hay un plan ni hay horarios amplios ni metas ”, apunta Contreras.

Según el penalista y docente de Derecho de la Universidad de Antioquia Julio González, en las granjas cárceles “el trabajo de los presos podría representar un ingreso para ellos y sus familiares, además de adquirir un oficio que, una vez estén libertad, les permita reinsertarse con mayor facilidad a la sociedad”.

Contreras señala que todo lo que se haga en bien de los presos es positivo, pero advierte que esos proyectos solo dan resultados si las autoridades lo asumen con seriedad: “en las cárceles hay abogados, médicos y administradores a los que llevan a hacer estudiantina (primaria y bachillerato) para rebajarles pena”, subraya.

Firma del convenio

El asesor de Derechos Humanos de la población carcelaria, Jorge Carmona, para quien la iniciativa es una apuesta por la humanización de los centros penitenciarios, piensa que “Antioquia necesita espacios como este para que la población reclusa no siga hacinada en bodegas humanas, con espacio de 30 centímetros por persona, donde la gente no se puede resocializar”.

Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, lamentó que el hacinamiento en las estaciones de Policía continúe pese a la buena voluntad del ministro Gil para ayudar en el problema carcelario.

Señaló que la alta operatividad de las autoridades se ve opacada por este problema.

Por eso, el mandatario de Medellín fue uno de los firmantes del convenio para adquirir el seminario de Yarumal, junto con el alcalde de ese municipio, Julio Areiza; el gobernador Pérez y el ministro Botero.

Además del proceso de la compra del predio -al que aún le falta la aprobación de El Vaticano-, ya se avanza en los estudios y diseños para la adecuación del sitio, así como en la dotación tecnológica y el mobiliario del nuevo penal.

La idea es que el edificio y sus 40 hectáreas se adecuen en pocos meses, para que empiece a funcionar en el primer semestre de 2018.

Según el gobernador, con un cupo para entre 1.500 y 1.800 presos, semanalmente irán de visita cerca de 6.000 familiares que contribuirán a reactivar la economía de Yarumal, cuyo alcalde, Julio Areiza, afirma que pese a que algunas personas se oponen, “respetaré sus opiniones, pero seguiré adelante, porque los alcaldes debemos aportar a la solución de los problemas y no solo dedicarnos a pedir plata”.

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