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“Queremos sensibilizar a toda la comunidad sobre los desaparecidos y rogar por el pronto regreso de mi hijo”, dice Piedad Acosta, la madre de un ingeniero civil desaparecido en el Valle de Aburrá.
Los familiares de Alejandro Ramírez Acosta están convocando a una marcha para este sábado 7 de marzo. La idea es reunir al mayor número de marchantes a las 2:00 p.m., en la entrada de la Corporación Sonora Matancera (carrera 73A con la calle 43, barrio Florida Nueva de Medellín), y de allí caminar rumbo a la Plaza de la Luz, en el centro de la ciudad.
Han pasado cinco días desde la última vez que supieron de Alejandro y la angustia crece. No han recibido una sola llamada ni pista de dónde puede estar el profesional de 37 años de edad.
El pasado lunes 2 de marzo, antes de las 3:00 p.m., iba rumbo a una cita de trabajo, para revisar un proyecto en el corregimiento Hatillo del municipio de Barbosa. Conducía una camioneta Toyota Hylux blanca de doble cabina. Fue lo último que se supo de él.
Sus seres queridos aseguran que no sabían de amenazas en su contra o problemas similares. “Es que él es un algodón de azúcar, una buena persona, y no lo digo solo porque sea su madre”, comenta Piedad.
El ingeniero Ramírez es de tez trigueña, 1.82 metros de estatura, cabello corto negro y ojos cafés. Si usted conoce su paradero, por favor comuníquese al 444 66 77, extensiones 1156 y 1157.