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De caer víctimas de las minas antipersonal ya no se salva ni el ganado. Así lo denunció la Organización Indígena de Antioquia, OIA, que reportó este miércoles que una vaca y un novillo sufrieron lesiones al pisar una mina en zona rural del municipio de El Bagre, Bajo Cauca antioqueño.
La OIA, en su denuncia, muestra las imágenes de los semovientes, uno de ellos fallecido y el otro con heridas en sus patas, lo cual obliga a su sacrificio.
El hecho se presentó en un paraje rural de la vereda La Coquera, una zona de tránsito de los indígenas embera, donde habitan familias de esta etnia.
“Al parecer, las minas las estarían instalando, nuevamente, presuntos grupos armados al margen de la ley”, advierte la Organización Indígena de Antioquia.
Desminar toda Colombia en 2021, un reto difícil de cumplir
Añade que la situación para las comunidades afrodescendientes e indígenas del Bajo Cauca es cada vez más compleja, por lo que reclama la acción de las autoridades para frenar este problema, pues esta misma semana también fue víctima de una mina antipersonal Luis Jumí Domicó, un joven de 21 años de la comunidad indígena Jaidezabi, de Tarazá.
Este indígena perdió su pierna derecha, la cual le debió ser amputada en el hospital Pablo Tobón Uribe, de Medellín, a donde fue trasladado tras sufrir el accidente.
Las minas antipersonal son uno de los principales flagelos de la guerra en Colombia. Desde 1990 hasta el pasado 31 de octubre, en el país se habían registrado 11.629 víctimas, de las cuales 2.543 han sido reportadas en Antioquia, según el Sistema de Gestión de Información sobre Minas Antipersonal que administra la Dirección Descontamina Colombia.
Este año, 9 de las víctimas se han registrado en Antioquia, de un total de 113 casos a nivel nacional, afirma la OIA.