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Las cifras de criminalidad siguen bajando en Medellín, al punto que hasta ayer ya iban 35 días sin casos de homicidio. Hasta el pasado 30 de abril habían sido asesinadas 139 personas, 99 menos que en 2014, cuando en el mismo periodo los casos fueron 238, para una rebaja del 42%.
Pese a ello, el vicealcalde de Gobernabilidad, Luis Fernando Suárez, no echa las campanas al vuelo, pues sabe que pese a que hay menos crímenes, hay delitos que registran incrementos, como el hurto a personas, residencias y establecimientos comerciales, las extorsiones y los atracos callejeros. Por eso no siente satisfacción total.
“El balance es agridulce. El reto que tenemos es que los 17 delitos a los que les hacemos seguimiento presenten reducción al finalizar el año. Cuando algunos dicen que no se puede medir la seguridad solo por los homicidios tienen razón, tenemos como eje central los homicidios, pero hacemos seguimiento a 17”.
¿Cómo va este año la lucha contra el homicidio?
“Este año tenemos una reducción del 42 %, casi cien casos menos que en 2014, esa reducción es fundamental porque es el delito que tenemos priorizado y vamos muy bien, vamos a terminar con una tasa histórica por debajo del 20 por cada 100 mil habitantes, el año pasado terminamos con 26,8, nunca en 35 años de historia habíamos tenido una tasa de estas, estamos cerquita a la de Bogotá, que es de 16,5, y sería un logro gigante”.
Al admitir que no basta con bajar los homicidios quiere decir que hay exigencias concretas a la Policía y a la Fiscalía para más resultados...
“El delito tiene que bajar; si ya no hay tantos homicidios y se tienen diez fiscales que antes investigaban cien casos y ahora son 30, por poner un ejemplo, tiene que haber más capacidad de investigación; al bajar los niveles de impunidad se le da un mensaje contundente a la delincuencia”.
Hay delitos que azotan a la ciudadanía como el atraco, el robo de celulares, la extorsión, ¿por qué ahí no se ven tantos resultados?
“En disparos y enfrentamientos entre bandas, hay un aumento del 6 %. En riñas hay reducción del 17 %. En narcóticos, la baja es del 22 % y eso se mide por llamadas al 123. No quiero decir que el delito está controlado y uno de los grandes retos de Medellín tiene que ver con atacar el expendio y consumo de sicoactivos. En violencia intrafamiliar hay descenso del 12 %. ¿Dónde esta el gran lío?... en los hurtos, cuando los juntamos todos en una sola bolsa (incluyendo celulares, carros, motos y personas) hay un incremento del 4 %. El atraco callejero aumentó 12 %. El hurto a residencias tiene un gran incremento del 73 %, pasamos de 146 casos a 253, son 107 casos más, y con el hurto a establecimientos comerciales el incremento es del 1 %. A entidades financieras llevamos dos casos, el año pasado a esta fecha no iba ni uno”.
¿Cómo se ha avanzado en el combate a la extorsión?
“Hay una reducción del 45 %, pero he dicho que es un delito oculto, porque no se denuncia, lo que tenemos en cifras es con base en denuncias y posiblemente no es la expresión de lo que pasa realmente. En resumen, de los 17 delitos focalizados, hay incrementos en 5 y disminución en 12. ¿Esta Medellín fregado en términos de seguridad? No. ¿Estamos satisfechos con los resultados? No. Las exigencias y críticas ciudadanas nos imponen cada día más compromisos”.
¿Está satisfecho con el pie de fuerza policial?
“No, uno siempre quiere más. Somos conscientes y reconocemos que el Gobierno Nacional nos ha apoyado mucho con la llegada de los 2.000 policías que nos permitieron crecer de 121 a 411 cuadrantes; con la llegada de los 80 del Gaula, y los 420 de la Unipol que son prestados pero ahí están, Medellín tiene a esta semana 8.263 hombres, la relación es de 1 policía por 296 habitantes; en Cali es 1 por 326 (somos más), pero en Bucaramanga es 1 por 263, estamos más bajos”.