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Aunque suene poco creíble, la subregión Nordeste de Antioquia supera en casi cinco veces a la del Valle de Aburrá en la cantidad porcentual de homicidios, de acuerdo con cifras de la Policía Antioquia. Una cifra que preocupa a las autoridades departamentales y en especial a la de los 10 municipios de esta zona vulnerada ostensiblemente durante el 2015.
De estado crítico calificaron la situación las autoridades que ante la ola de violencia estableció planes de choque con el fin de contrarrestar los actores armados que provocaron las 131 muertes en el Nordeste, al 18 de octubre. La presencia de grupos guerrilleros y bandas criminales (los Urabeños) son los principales generadores de la racha violenta, de acuerdo con Esteban Mesa, secretario de Gobierno de Antioquia.
Estos 131 casos representan una tasa de homicidios del 70,23 por cada 100 mil habitantes, lo que comparado con zonas de mayor densidad poblacional como el Valle de Aburra (15,57 por cada 100 mil habitantes) establece una diferencia abismal. “La mayoría de homicidios se dan por disputas entre organizaciones delincuenciales y relacionados principalmente con microtráfico. Las muertes se concentran en Segovia y Remedios por el tema de las bandas (el Clán Úsuga) y el Eln”, dijo el secretario Mesa.
Esta subregión, minera por excelencia, ha concentrado en las últimas tres décadas uno de los principales focos de disputa para la financiación de sus proyectos armados gracias a la extorsión, el microtráfico y los homicidios. Solo en el municipio de Segovia, la tasa de homicidios por 100 mil habitantes es del 116,99 durante el 2015 (47 muertes violentas), según registros de la Policía Antioquia, seguido por Remedios con 21 homicidios y un registro de 71,92 por cada 100 mil habitantes.
“Está muy marcado el conflicto a propósito de la actividad minera. Este año ha habido una disputa muy grande por territorio y esa es una de las razones que han llevado a que se haya recrudecido la violencia. Allí hay una presencia muy militarizada del Estado y un no desmonte de estructuras paramilitares con un conocido ‘Plan pistola’ en Segovia hacia los mineros”, precisó Soledad Betancur, directora del Observatorio de Derechos Humanos del IPC.
Al parecer, ese plan criminal se ha cumplido y cuatro personas han muerto en los últimos dos meses. Los últimos dos casos se presentaron la semana anterior con la muerte de dos mineros, luego que se pasaran 45 días sin homicidios. Así mismo, atentados con granadas y las intimidaciones no han cesado contra los integrantes de la empresa Damasa, contratista de la minera Gran Colombia Gold, que está en la zona.
El Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc) reporta un antecedente nada alentador para las autoridades de Segovia en los últimos años con una cifra de 150 homicidios en 2012, 73 en 2013 y 23 en 2014, lo que señala un recrudecimiento de los hechos en el 2015.
Medidas
El 17 de julio, la Secretaría de Gobierno, Fuerza Pública y Fuerzas Militares determinaron un plan de choque para combatir los hechos delictivos y la zozobra en el Nordeste del departamento. La llegada de efectivos de la Sijín, Emcar, Sipol y las Fuerzas Especiales Urbanas del Ejército Nacional se establecieron en Segovia para recuperar la calma que tanto pedía la ciudadanía.
El golpe más certero lo dieron los operativos realizados la semana anterior que permitieron la captura de alias “Mateo”, señalado como el responsable de la parte financiera de “los Urabeños” en la subregión y quien se encargada de extorsionar a los comerciantes y los mineros en Segovia y Remedios.
“Contamos con un pie de fuerza importante de Ejército y Policía con cerca de 60 hombres fijos en la estación local y las dos subestaciones. En Remedios a diferencia del municipio de Segovia, la dinámica del conflicto no ha variado mucho, realmente tuvimos el año 2012 que fue muy complicado en el tema de orden público, pero en el 2013 y 2014 disminuyó ostenciblemente en el tema de homicidios. En el 2015 hemos tenido un aumente leve en la cifra”, dijo Diego Alejandro Pérez, secretario de Gobierno de Remedios.