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El asesinato de un comerciante en el municipio antioqueño de Sabaneta, destapó dos años después una compleja red de bienes y presunto lavado de activos para la organización criminal “la Oficina” a nivel nacional.
El caso fue revelado este lunes, tras un operativo conjunto de la Fiscalía y la Policía Antinarcóticos en cuatro departamentos de Colombia.
La acción judicial consistió en el embargo y secuestro de 69 bienes e inmuebles con fines de extinción de dominio, los cuales habrían sido gerenciados en su momento por Juan Diego Arango Cano, alias “Tata” o “Tatanacho”, asesinado en 2013.
“Él era un miembro reconocido de ‘la Oficina de Envigado’, encargado de cobrar ‘vacunas’ a sus víctimas para sustentar económicamente a la banda”, declaró Andrea Malagón, directora de la Dirección Nacional de Fiscalías para la Extinción de Dominio. Añadió que los bienes ocupados estaban a nombre de personas de su núcleo familiar y de testaferros.
El coronel Norberto Mujica Jaime, subdirector de la Policía Antinarcóticos, detalló que dichos bienes están valorados en 10.417 millones 353.000 pesos, divididos en 34 inmuebles, 12 vehículos, 19 cuentas bancarias y cuatro locales comerciales.
“Tata” los usaba, según el informe policial, para darles apariencia de legalidad a los dineros obtenidos mediante cobros ilegales, usando maniobras clandestinas “a través de las inversiones en compra de bienes y grandes extensiones de tierra en el sector rural y urbano”.
La mayoría de los inmuebles (apartamentos, casas, fincas y locales) están ubicados en Antioquia: Medellín (9), Envigado (7), Sabaneta (7), Mutatá (3), Maceo (2), y de a uno en Rionegro, Santa Bárbara, Itagüí, Bello, Caucasia y Puerto Berrío.
Entre las propiedades de Envigado hay un apartamento en Palo de Rosa, una urbanización que fue escenario de una masacre atribuida a “la Oficina” el 7 de agosto de 2009. Aquel día, mercenarios vestidos con prendas de la Sijín entraron a un apartamento y a punta de fusil mataron a dos mujeres y dos hombres, apodados “Yayo” y “Soldado”, quienes actuaban como asesinos a sueldo para la mafia.
La Fiscalía no especificó si el apartamento ocupado fue el mismo donde sucedió la matanza.
También se ocupó una propiedad en el municipio de Juan de Acosta (Atlántico), una en Pereira y otra en Bogotá.
El asesinato de Arango Cano ocurrió a la 1:30 p.m. del 15 de noviembre de 2013, en el sector Mayorca de Sabaneta. El comerciante de 46 años y padre de tres hijos, estaba en una fonda que había sido de su propiedad en el pasado, ubicada en la carrera 45A con la calle 72sur, cuando un sicario le disparó en la cabeza.
La víctima fue trasladada al hospital de la localidad, donde no fue posible salvarle la vida, mientras que el agresor escapó en un automóvil Renault 19 con sus compinches.
El secretario de Gobierno de Sabaneta de ese entonces, Sebastián López, comentó que “algunas versiones de la gente indican que hacía días lo venían buscando”.
Sobre las causas del homicidio, la Fiscalía informó que todavía son materia de investigación. Una de las hipótesis que se ha manejado en el bajo mundo es que algunos cabecillas de “la Oficina” ordenaron su muerte, acusándolo de haberse cambiado de bando para “los Urabeños”.