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Cuando llegó a la finca el Guzmanito, en el municipio de Ebéjico, Nora Valdovino pensó que había llegado la tranquilidad a su vida. Llegó desalojada de un terreno conocido como El Tamarindo, en el departamento de Atlántico, como víctima del conflicto armado, pero luego, ya en el municipio antioqueño se encontró con una finca cafetera alejada del casco urbano donde las máquinas para procesar el grano están sin motores.
Junto a ella hay otras 16 familias que están en la misma situación. Aunque valoran que tienen tierra donde trabajar, les preocupa el difícil acceso al pueblo y que a diferencia de lo que la Agencia Nacional de Tierras les había dicho cuando les mostraron el lugar a donde irían, no están dadas todas las condiciones, ni se articuló el trabajo con las autoridades locales para ocupar esos predios.
“El sitio nos agrada, pero bueno, no todo en la vida es fácil, uno tiene que aprender a sortear las dificultades. Pero sí creo que faltaron hacer esos enlaces con Alcaldía, colegios y hospital”, expresó Nora.
El personero de Ebéjico, José Alejandro Hernández, manifestó que la Agencia Nacional de Tierras (ANT) apareció por primera vez en el municipio el 16 de octubre, sin ponerse previamente en contacto con las autoridades locales, junto a 16 representantes de parte de las familias que llegarían al municipio y las abandonó a su suerte.
“Rechazamos la forma como se trajo a esta población, como si fueran reses que vinieron a dejar a una finca aislada del casco urbano, sin las mínimas garantías que ellos necesitan”, aseveró el personero.
Agregó que no hay claridad sobre el número de personas que llegará a la zona. La ANT les adelantó verbalmente que podría tratarse de 30 a 45 familias que arribarán a la finca en un lapso de tres meses.
El alcalde Jorge Iván Vásquez calificó como una irresponsabilidad que no los hayan tenido en cuenta y afirmó que son muchas las preocupaciones que lo embargan porque ve difícil garantizar la calidad de vida a estas familias con los pocos recursos que tiene la administración.
“Los menores de edad aún no han llegado, pero el colegio más cercano no tiene cupos. Además, no hay ni un censo ni caracterizaron a la población para inscribirla en el Sisbén”, dijo el mandatario local.
La Personería y la Alcaldía de Ebéjico contactaron a la Gobernación de Antioquia, porque consideran que esto podría desencadenar en una emergencia humanitaria.
El director de Tierras de la ANT, Javier Flórez, manifestó que están cumpliendo con la Ley 1448 de 2011 (Ley de Víctimas) y que luego de recibir el terreno, bajo la figura de extensión de dominio, lo priorizaron para estas personas.
“En septiembre recibimos la finca por parte de la Sociedad de Activos Especiales y para evitar invasiones decidimos entregárselo a estas familias provisionalmente mientras se tramita la adjudicación oficial de estas tierras”, afirmó.
Explicó que la misión de la ANT no es ocuparse de educación, salud y servicios, sino concentrarse en darles tierras a los campesinos víctimas del conflicto que carecen de ellas.
La entidad no sabe aún cuántas familias se quedarán de manera permanente en el predio, porque todavía no se ha definido el área de tierra productiva con la que contarán.
Nora Valdovino confesó que las provisiones alimentarias que trajeron les alcanzan para dos semanas. También le preocupa que el transporte para llegar al casco urbano es demasiado costoso y ni ella ni las otras familias tienen certeza si recibirán atención oportuna.