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Cuando las Farc anunciaron que dejarían de secuestrar civiles y uniformados, a través de un comunicado del 26 de febrero de 2012, muchos pensaron que ese delito estaba llegando a su fin.
No obstante, el secuestro se viene incrementando con especial énfasis en las áreas urbanas, a manos de otros victimarios. Luis González, director de Seguridad Ciudadana de la Fiscalía, indicó que es uno de los 12 crímenes que más afectó a Colombia en 2014, junto a la extorsión, homicidio y tráfico de drogas. Ese año, el ente acusador hizo 720 imputaciones por secuestro.
El Ministerio de Defensa es más optimista. Según sus cifras, entre 2013 y 2014 el secuestro extorsivo se redujo un 2% (160 casos denunciados) y el secuestro simple bajó 10% (122 episodios). Para el Gobierno, en el 91% de los municipios no hubo raptos en 2014.
Sin embargo, Mindefensa reconoció que la extorsión aumentó 1,7% (4.888 casos) y esa conducta está estrechamente ligada con el secuestro.
Entonces, ¿quiénes y por qué están secuestrando hoy en Colombia? EL COLOMBIANO revisó los archivos de Policía y Fiscalía y documentó los raptos perpetrados después del anuncio de las Farc, con énfasis en aquellos donde hay capturados, con el objeto de conocer los móviles.
Al analizar una muestra final de 85 expedientes, se concluye que hay 15 motivaciones principales para secuestrar, siendo la más común la extorsión, y la más extraña para terminar un romance (ver recuadros). Además es un delito mixto, pues se acompaña de otras prácticas ilegales como tortura, homicidio o violación.
En la tipología de los victimarios están: delincuencia común, bandas organizadas, desmovilizados, subversivos, exmiembros y personal de la Fuerza Pública; violadores, socios y empleados de la víctima, familia y amigos, pacientes clínicos y excónyuges.
Las autoridades han capturado secuestradores desde los 15 años de edad hasta los 50, en promedio. Para intimidar se hacen pasar por miembros de la guerrilla, bandas, del CTI o Policía y, en eventos más exóticos, como el ocurrido el 23/1/15 en Medellín, por “integrantes del cartel del Golfo”.
El director Antisecuestro de la Policía, coronel Fabio López, añade que los secuestradores “tienen trayectoria en delitos menores, familias fragmentadas y nivel académico bajo”.
Entre las modalidades empleadas están: carnadas con mujeres hermosas, engaños con negocios de compraventa, drogar a la víctima, falsos taxistas, trampas con ofertas laborales, promesas de regalos y contactos por internet.
Sobre esto, la fiscal Sandra López, de la Dirección Seccional de Fiscalías de Bogotá, dijo que se incrementaron los delitos generados por la publicación de datos privados en redes sociales, incluyendo el secuestro.
En cuanto al perfil de las víctimas, el listado abarca policías, políticos, comerciantes, ganaderos, mineros, delincuentes y deudores. Es un flagelo que no distingue edad, pues hay raptos de bebés sacados del vientre de su mamá moribunda, hasta de ancianos de 80 años; tampoco diferencia estratos, ya que mendigos y acaudalados lo padecen por igual; y tampoco nacionalidad, pues en los últimos tres años secuestraron a dos estadounidenses, un brasilero, un italiano y un ecuatoriano.
Cualquiera, no es exagerado decirlo, es víctima en potencia.
1) Por motivaciones subversivas
La Farc prometieron en 2012 no volver a secuestrar, pero las autoridades les han endilgado dos casos posteriores:el rapto y homicidio del mayor Germán Méndez y el patrullero Edilmer Muñoz, perpetrados el 15/5/14 en Tumaco, Nariño, por el que han sido capturados alias “Yomba”, “Taco” y “Goliat”, presuntos integrantes de la columna móvil Daniel Aldana.
El segundo hecho fue el secuestro del comerciante Víctor Gutiérrez en Totoró, Cauca (07/12/13), al parecer a manos de la columna móvil Jacobo Arenas. Pidieron $300 millones para liberarlo, pero su cadáver abaleado fue hallado en Cajibío (14/4/14). Por el crimen están arrestados alias “Lany” y “Junior”.
El otro grupo que comete secuestros con motivaciones subversivas es el Eln, como el caso del alcalde de Alto Baudó (Chocó), Fredy Palacios, retenido el 16 de diciembre pasado para someterlo a un “juicio político”.
2) Motivos sexuales y aberraciones
Una mujer permaneció 4 meses secuestrada y como esclava sexual en una casa del barrio Boston, en el municipio de San Estanislao (Bolívar). La Policía la rescató el 14/10/14 y ella relató que su victimario la mantenía semidesnuda en contra de su voluntad, la azotaba, violaba y golpeaba con armas blancas y contundentes. También suspendía su cuerpo en el aire, atando una sábana a su cuello hasta hacerle perder la consciencia. Por el hecho, Róbinson Contreras fue enviado a la cárcel por secuestro, tortura, acceso carnal violento y tentativa de homicidio.
Otro caso sucedió en Soacha, Cundinamarca, donde una niña de 12 años fue raptada en vía pública el 21/6/13.
La Fiscalía acusó a Carlos Tamayo Alzate de suministrarle sedantes para adormecerla y ultrajarla sexualmente durante tres días en un cuarto, hasta que ella aprovechó un descuido y huyó. Un juez envió a Tamayo a prisión.
3) Obligando a víctima a un “trabajo”
Cuatro universitarios y un adolescente fueron judicializados en Barranquilla, por secuestrar a un técnico en Sistemas. Sucedió el 14/1/15, cuando la Policía sorprendió a los muchachos transitando en un carro en contravía, por el barrio Chiquinquirá de la capital atlanticense. Lo que parecía una multa de rutina, se complicó para ellos cuando un hombre que iba en la silla trasera gritó que lo tenían secuestrado. Según la Fiscalía, la víctima se promocionaba en redes sociales como un “hacker” capaz de alterar sistemas informáticos, por lo que dos alumnos de la Universidad del Atlántico, que habían perdido el semestre, lo contactaron para que modificara las calificaciones negativas que tenían en el sistema cibernético del claustro. Le pagaron un adelanto de los $400.000 que pidió, pero pasó un mes y el “hacker” no cumplió. Así que lo raptaron en compañía de otros para obligarlo a cambiar las notas.
4) Por ese despecho enfermizo
Una joven de 22 años fue citada por su exnovio Luis Felipe Bueno Cruz a su casa del barrio Albergue, en Buga (Valle del Cauca). El despechado la secuestró en la residencia el pasado 7 de enero, de acuerdo con la investigación preliminar, donde la amarró, la amordazó y sometió a torturas.
El reporte dice que a la víctima le produjeron quemaduras y amputaciones en los genitales y otras partes del cuerpo, le propinaron a una severa golpiza, maltrato verbal y además el delincuente trató de estrangularla.
Gracias a los llamados de la comunidad, la Policía logró rescatarla y apresar a Bueno Cruz, quien al parecer actuó por celos y en retaliación a la terminación del noviazgo.
El ente acusador le imputó secuestro simple agravado y tentativa de homicidio, los cuales no aceptó en el estrado. El juez le dictó medida de aseguramiento en la cárcel Divino Niño de Buga.
5) Por móviles extorsivos
Según fuentes del Gaula, el 79% de los secuestros son de este tipo. Las retenciones pueden durar solo horas (secuestro exprés y paseos millonarios) o hasta 6 meses en promedio. El objetivo es obtener dinero de la víctima o sus familiares, como en el caso ocurrido el 31/5/14 en Cúcuta. Allí fue secuestrado el extraditable Hugo Sanes, cuando unos hombres armados lo bajaron de su vehículo. Entre ellos había tres policías, que le exigieron $150 millones para no hacer efectiva la orden de captura en su contra. Lo retuvieron 11 horas, hasta que la esposa del afectado les entregó $20 millones y lo dejaron en libertad.
La Fiscalía imputó cargos de secuestro extorsivo y hurto a los policías Édgar Herrera, Luis Santos y José Peña, quienes negaron los hechos.
Según el ente acusador, “aprovechando su investidura, obtuvieron los datos de personas requeridas en extradición y lo secuestraron”.
6) Para forzar a víctima a casarse
Un joven de 18 años fue capturado en un operativo conjunto del CTIy el Gaula Militar, en zona urbana de Ibagué (Tolima). De acuerdo con el informe oficial, el muchacho intimidó con arma blanca a una adolescente prima suya y la secuestró en una vivienda del Centro.
El secuestrador pretendía forzarla a casarse con él, pero la madre de la menor se enteró de los hechos y formuló la denuncia ante el Gaula.
El operativo de captura y rescate se realizó el 13 de agosto de 2014, tras lo cual el sospechoso Ferley Ávila Vega fue llevado ante el juez de control de garantías, donde la Fiscalía le imputó el cargo de secuestro simple y fue enviado a la cárcel.
7) Por un ajuste de cuentas
La disputa entre dos pandillas del oriente de Medellín derivó en el secuestro, tortura y asesinato de un adolescente de 16 años, el 10/3/14. La víctima fue sorprendida por sus enemigos cuando trataba de hurtar una moto en el barrio Buenos Aires. Los miembros del combo rival se lo llevaron, lo sometieron a una letal golpiza y después arrojaron su cadáver a una cañada.
Otro adolescente que estaba con la víctima hurtando la moto, logró escapar y narrar lo sucedido a la Policía, por lo que su tío fue amenazado y desplazado del vecindario.
Por el crimen, la Fiscalía acusó al detenido Kevin Álvarez, alias “Lunar de Puta”, por secuestro, tortura, homicidio y porte ilegal de armas.
8) Para asesinar al cautivo
Hay casos en los que el secuestro solo forma parte de trama para asesinar a alguien, lo cual es el fin último del agresor, sin pretender dinero o servicios de la víctima. Un caso así acaeció en Supía, Caldas, donde la justicia procesó a John Jairo Quintero por el rapto y muerte de sus dos hijastros de 8 y 10 años. Según la investigación, el 29/11/12 recogió a los infantes en casa de una vecina, les obsequió helados y nunca más los regresó. Luego envió mensajes de texto a la progenitora, afirmando que él tenía a los niños y que los mataría “por culpa de ella”. El siguiente 6 de diciembre hallaron los cuerpos junto al río Cauca, en Sabanalarga (Antioquia).
9) Para cobrar deudas de dinero
En octubre de 2013, el comerciante John Palacio pidió prestados 600.000 dólares a John Fredy Silva, para financiar un embarque de celulares importado a Colombia. Al poco tiempo, el prestamista quiso recuperar la plata y, según la Fiscalía, orquestó el secuestro de Palacio durante 47 días en Bogotá. Por eso fue capturado con otras tres personas, y enviado a prisión.
Otro caso sucedió en el barrio Robledo de Medellín el 08/8/14, donde una pareja fue secuestrada en una casa. Los agresores les cobraban una deuda pendiente y a una de las víctimas la hirieron a puñal, para que traspasara una finca como pago. Por el hecho hay seis detenidos.
10) Para robar los recién nacidos
El policía Andrés Díaz y su novia Josefa Cardona fueron encarcelados por el secuestro y muerte de una embarazada de 28 años, a quien le robaron su bebé del vientre, cuando aún le faltaban dos meses por nacer. El 12/6/14 en Cartagena, Kellys Zapateiro fue raptada y con un machete le hicieron la cesárea improvisada. Su bebé fue tomado por Cardona y dijo que dio a luz en la calle, pero la trama se descubrió.
Otro caso ocurrió el 21/10/14 en Bogotá, donde Wendy Escobar aprovechó el descuido de una paciente del hospital de Meissen, y raptó a su recién nacida. La secuestradora buscaba que su pareja no la dejara y fingió un embarazo. La bebé fue rescatada y ella detenida.
11) Para acabar con romances
En el municipio de Villamaría, Caldas, un adolescente de 17 años fue secuestrado para forzarlo a terminar un noviazgo. Sucedió el 31/10/13, cuando David Ramírez, de 19 años, abordó a la víctima saliendo de su casa y la sometió con un cuchillo. El menor fue retenido por varias horas, en las que fue obligado a entrar a un café internet y enviarle mensajes por Facebook a su novia, notificándole que terminaba la relación; también fue forzado a llamarla y decirle que no la quería volver a ver.
Ramírez lo hizo porque en el pasado sostuvo una relación con la misma chica y quería el camino libre de nuevo; en cambio, lo condenaron a ocho años de cárcel.
12) Para venderlo a la guerrilla
En la investigación por el secuestro del exalcalde y exgobernador de Chocó, Patrocinio Sánchez (perpetrado el 25/8/13), las autoridades capturaron a 12 personas el pasado 20 de febrero.
Según la Fiscalía, al parecer integraban la banda “del Ingeniero”, “que secuestra gente, sobre todo empresarios, y los vende a la guerrilla del Eln” que opera en ese departamento del Pacífico.
Por la liberación de Sánchez, los secuestradores pidieron 300 millones de pesos.
Entre los detenidos está una mujer embarazada y un concejal del municipio de Quibdó, Carlos Andrés Pino Córdoba, quien aparece relacionado en algunas interceptaciones telefónicas.
13) Autosecuestro para “ganar” plata
A dos años de cárcel fueron condenados Gustavo Verdooren y Ánderson Quiceno, de 20 y 23 abriles, por fingir el secuestro de un amigo adolescente para exigirle a su familia 230.000 pesos. Sucedió el 10/4/13 en el barrio La Gaitana de Bogotá, donde la abuela del menor fue llamada por estos sujetos para pedirle el dinero, a cambio de no matar a su nieto. Esa noche, cuando la familia iba a entregar la plata, el Gaula apareció y detuvo a los delincuentes.
El menor de edad se asustó y dijo “que todo había sido un montaje para obtener el dinero y poder seguir bebiendo licor, ya que la plata se les había acabado”, dice el informe de la Fiscalía.
14) Por crímenes de limpieza social
Dos habitantes de calle del barrio San José, en el puerto de Buenaventura (Valle), fueron secuestrados y torturados por cuatro adolescentes con edades de 16 y 17 años.
Los mendigos fueron rescatados por militares de la Armada Nacional el 14 de enero pasado, allanando una vivienda del citado barrio. Las víctimas presentaban severas señales de tortura, delito que les fue imputado a los menores que los retenían, además de secuestro simple.
A todos les dictaron medida de internamiento preventivo en un albergue juvenil, por parte de un juzgado de Infancia y Adolescencia. La hipótesis preliminar del caso apunta a que se trató de un acto de “limpieza social”.
15) Por los pacientes “impacientes”
A las 11:00 a.m. del 4 de octubre de 2014, Jefrey Román entró nervioso y armado al Hospital de Kennedy, en Bogotá. Se dirigió al consultorio 103 de Ortopedia y le apuntó con su arma a la especialista Jimena Ríos.
Durante dos horas la retuvo en el sitio, recriminándole por una mala operación que le hizo en la cadera y exigiéndole el pago de una indemnización de 1 millón de pesos.
Las autoridades llegaron al centro médico y mediante el diálogo convencieron al paciente de 20 años de que liberara a la ortopedista.
La Fiscalía le imputó secuestro extorsivo agravado y porte ilegal de armas, y un juzgado lo envió a la cárcel Modelo de Bogotá.