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Se sienten más tranquilos, incluso, volvieron al centro de salud. Los habitantes de Alfonso López valoran la presencia de las autoridades en ese barrio, agradecen al alcalde, Federico Gutiérrez el dispositivo ordenado para garantizar el acceso a las consultas médicas y le piden que mantenga el pie de fuerza para evitar intimidaciones de ilegales por las denominadas fronteras invisibles.
El miedo parece estar quedando atrás. Luego de las denuncias, reveladas por EL COLOMBIANO, de personas que por la presencia de combos no podían transitar por algunas cuadras del noroccidente.
“Las estructuras criminales se apoderaron de territorios y lo que hay que hacer es enfrentarlos, eso toma tiempo y no es de un día para otro”, dijo, en su momento, el Alcalde.
La agrupación delincuencial Nuevo México es la señalada por autoridades y la comunidad de generar terror en inmediaciones de la parroquia y el centro de salud.
Felipe Restrepo* (*nombre cambiado para proteger su identidad), quien había denunciado no poder consultar para solucionar problemas en la próstata y ácido úrico por miedo a ser asesinado al pasar por las fronteras, ahora dice que pudo asistir tranquilamente a la cita médica.
“Fui a una revisión de los ojos, y como hace un año no había podido consultar, me detectaron problemas en la piel. Además me mandaron exámenes”, anota.
Para Restrepo la presencia de la Fuerza Pública devuelve la tranquilidad en el barrio. Agradece al alcalde Gutiérrez tomar atención de las quejas y emprender acciones. Ruega para que la seguridad sea una constante en el barrio.
“En el colegio, cerca al centro de salud, se están viendo muchos policías y eso da tranquilidad”, apunta.
A diferencia de lo que se vivía hasta hace un par de meses, hoy la tranquilidad se percibe al llegar al centro de salud de Alfonso López. Dos policías vigilan el perímetro, mientras un puñado de personas bajan las escaleras que llevan al lugar.
“Todo está muy tranquilo. Hay seguridad y eso nos facilita el acceso al centro de salud, que además nos presenta un gran servicio”, dice Patricia González, que reclama medicamentos.
Tras las denuncias de dificultad para acudir a las citas debido a las fronteras, la primera medida ordenada por el Alcalde fue intensificar los operativos con Policía, Ejército y Secretaría de Movilidad, y un total de 25 puestos de control en sitios críticos, que, en una semana, dejaron 1.091 motos inmovilizadas.
Gabriel Medina, coordinador médico del centro de salud de Alfonso López asegura que el año pasado no hubo mayores problemas de seguridad en esa unidad.
“No hay inasistencia, ni incumplimiento de citas por parte de pacientes”, enfatiza.
Al destacar la presencia de la institucionalidad en los sectores donde hay delincuencia, el presidente del Concejo, Jesús A. Echeverri, cree que se deben aumentar los puntos de control en la ciudad.
“Tenemos que agradecer al Alcalde que escuchó rápido la solicitud de los ciudadanos a través de EL COLOMBIANO. Está bien lo que se hace de aumentar el control en los colegios para que no se venda droga, y se debe continuar con esto”, apunta.
Echeverri acota que esa estrategia de permanencia rompe el poder territorial y el establecimiento de fronteras que es lo que afectaba a la gente que iba al centro de salud.
Gustavo Villegas, secretario de Seguridad, explica que en la zona, a principio del 2016, hubo confrontaciones entre combos. Concluye que 500 gestores trabajan en prevención de reclutamiento.