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Para un tratamiento especializado fueron internados ayer en el Pabellón de Quemados del Hospital San Vicente Fundación, dos de los cuatro niños indígenas que resultaron heridos al estallarles globos llenos, al parecer, de helio.
Carlos Arce, tío de uno de los niños, dijo que los menores llegaron muy contentos del Centro donde les regalaron un manojo de unas 50 bombas.
Se hicieron en el patio del inquilinato donde viven, en la carrera 46 con la calle 42, barrio Colón, y uno de ellos con una candela prendió los hilos que sostenían los globos.
“De un momento a otro se escuchó una explosión y una bola de fuego envolvió a los niños. Salieron corriendo en busca de una canilla, pero como les salieron ampollas en la cara, el cuello y los brazos, los llevaron para el Hospital General”, relató el indígena.
La médica Marta Sepúlveda, directora de Hospitalización del centro asistencial, informó que cuando los niños llegaron a la 1:00 p.m. del domingo fueron atendidos por cirujanos plásticos y a dos de ellos, por su delicado estado, los internaron en Cuidados Intensivos Pediátricos.
Ayer por quemaduras de segundo y tercer grado en un 17 por ciento de su cuerpo, en especial el rostro, fueron enviados al San Vicente, dos de los niños, de 9 y 14 años. Los otros dos, de 7 y 10 años, con quemaduras de primer y segundo grado, en el 10 por ciento del cuerpo, siguen en el Hospital General.