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Con postes de plástico en cultivos salvan bosques del Oriente antioqueño

Material sustitutivo de varas de madera que apoyan las matas de frijol evitó la tala de 31.000 árboles en la región. Buscan replicar el modelo en el país.

  • Actualmente 175 productores del Oriente trabajan sus siembras con los postes de plástico y no tienen que invertir cada año en la compra de envaraderas nativas de corta duración. FOTO Cortesía
    Actualmente 175 productores del Oriente trabajan sus siembras con los postes de plástico y no tienen que invertir cada año en la compra de envaraderas nativas de corta duración. FOTO Cortesía
26 de febrero de 2018
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La deforestación por cuenta de la búsqueda de envaraderas para la producción agrícola implica la tala de millones de árboles en Colombia. Para frenar esa práctica tradicional, en el Oriente de Antioquia vienen remplazando esos elementos —postes o varas de madera que soportan los cultivos para que aumente la productividad— con unas hechas de plástico reutilizado de los envases de plaguicidas.

De la idea, promovida por la autoridad ambiental, Cornare, y que implica la transformación del material reciclado por la empresa Campo Limpio, ya tomó nota el presidente Juan Manuel Santos en una reciente visita a la región, y los ministerios de Ambiente y Agricultura, buscan replicarla en otras zonas del país.

Solo en el Oriente antioqueño, estima Cornare, para sembrar una hectárea de frijol se requiere extraer madera de cuatro hectáreas de bosque. El impacto se dimensiona en que 16 millones de árboles, cada año, dejan de existir.

Según Carlos Mario Zuluaga, director de la entidad, que desde 2015 viene trabajando en alternativas de sustitución de la madera en los sembrados, los campesinos utilizan envaraderas nativa de especies de árboles de sucesión temprana (tres años de crecimiento), lo que ha implicado el mayor índice de deforestación en la región.

“Cuando se hace presión para evitar la tala tenemos dos opciones: la policiva, con decomiso de madera. Y la de vincular a familias que extraían envaraderas al programa BanCo2 (de cuidado de bosques) para que detengan esa práctica. Dio resultado, pues no la sacan y bajó la oferta de ese material, entonces un campesino que compraba una envaradera pasó de pagar 800 pesos a 2.000 pesos”, reporta.

En 2017, Cornare entregó 31.000 envaraderas plásticas que cubrieron 16 hectáreas, cada una con 4.000 árboles es decir, 64.000 especies.

Frenan crecimiento del árbol

Las envaraderas que se utilizan en los cultivos son árboles que apenas están creciendo. Jonathan Hernández, ingeniero agropecuario de la oficina de Crecimiento Verde y Cambio Climático de Cornare, explica que esas especies “tienen de 3 a 6 años, un tallo principal de 3 metros, y lo mochan para convertirlo en una vara”.

“No permiten la sucesión natural de los bosques. Especies como puntalance, siete cueros, la palma macana, que está en vía de extinción, es fina y dura hasta 7 años a campo abierto, son amenazadas”, agrega.

Hernández recalca que es urgente garantizar la existencia de esos árboles, “que son como niños, los que más capturan el CO2, y representan un ecosistema estable”.

Añade que no solo les llevan la envaradera a los productores, sino que les dan acompañamiento técnico para enseñarles prácticas agrícolas, conservación de suelos, disposición final adecuada de residuos y que aprendan a hacer monitoreo, reducir consumos de agro químicos.

A su vez, Zuluaga, destaca que un cultivo requiere la mitad de los postes plásticos que se necesitan si son de madera y para una hectárea, por ejemplo, se puede ahorrar hasta 5 millones de pesos.

Cuidan el bolsillo

Una de las ventajas de los postes de plástico que se utilizan también en cultivos de tomate chonto, alverja, habichuela y pepino, es que tienen una duración de hasta 30 años, cuando la envaradera de madera hay que remplazarla al año de uso, debido a los hongos que se producen en el interior.

Lady Ospina, una de las beneficiarias de las varas de plástico, manifiesta su tranquilidad con el cambio: “minimizamos costos, pues tenemos la ventaja de que nos dura muchos años. Así cuidamos el bolsillo y el medio ambiente”.

Cornare plantea la producción de 280.000 varas de plástico en 2 años lo que evitaría la deforestación de 10.000 hectáreas de bosque en las próximas dos décadas.

4.000
árboles para hacer postes se requieren en una hectárea de cultivo de frijol.
1,2
toneladas de envases de plaguicidas han sido recuperados para tratamiento.

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