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En medio de un aguacero, Doralba Londoño aprovechó para recoger agua para trapear y terminar el aseo de los baños, mientras retornaba el líquido, tras la suspensión ayer en ocho barrios de Bello.
La suspensión del servicio, durante 7 horas, se debió a trabajos de mantenimiento en el tanque Yulimar, que tiene capacidad de 3.000 metros cúbicos.
Doralba, residente en el barrio San Gabriel, occidente de Bello, dijo que le habían informado que el agua se iba a ir de 11:00 a.m. a 6:00 p.m. y por eso recogió dos baldados, pero como iba a hacer aseo aprovechó un esporádico aguacero para recogerla del patio.
La de Doralba fue una de las 6.285 instalaciones de Bello, de los barrios Bellavista, Pachelly, San Gabriel, Playa Rica, Primavera, Urapanes, Los Alpes y Villa del Sol, que se quedaron sin el suministro mientras se le realizaba la limpieza al tanque que recibe el agua de la Planta de Manantiales.
En algunos colegios, los rectores optaron por recortar en dos horas la jornada de la tarde para evitar problemas de higiene.
Silvia Restrepo, trabajadora de aseo en la Institución Educativa Hernán Villa Baena, dijo que escuchó en la radio que se iba a ir el agua y por eso la recogió en varios baldes para asear los baños del colegio.
Fernando Cálad Chica, jefe de la Unidad de Operación de Mantenimiento de Provisión de Aguas de EPM, explicó que por norma del Ministerio de Salud, cada seis meses les hacen aseo y, mantenimiento a los tanques de agua que abastecen diferentes sectores atendidos por al empresa.
“Es una cuadrilla de cinco hombres, que con equipos especiales y desinfectados ingresan al tanque y le retiran el material particulado y el sedimento que les puede entrar y le hacen aseo a las paredes, al fondo, con el fin de evitar deterioro y turbiedad. También le hacen desinfección”.
Agregó que la limpieza no tiene mucha demora, sin embargo como hay que vaciar los tanques, al volverlos a llenar en la hora indicada se presenta un pico en el consumo y, por eso, el servicio se restablece en forma gradual.