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Hasta que finalice este año, el quinto sin que se pueda utilizar la estación San Pedro de Metroplús, la comunidad del sector tendrá la oportunidad de aportar ideas para darle algún uso a la estructura, en cuya construcción se invirtieron 1.133 millones de pesos. Ya se decidió que no será para la movilización de pasajeros.
Luego del acuerdo entre el Metro y Metroplús que puso fin a la controversia por las condiciones técnicas de la estación, está prevista la adecuación de un espacio administrativo para la Policía Metro, otro para la recarga de la tarjeta Cívica y un sitio para probar elementos que se podrían usar en el sistema.
Sin embargo la comunidad todavía podrá manifestar sus ideas, ajustadas al nuevo enfoque que en la sentencia judicial delimita su uso en “espacios destinados al esparcimiento cultural o pedagógico, actividades del Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá y al desarrollo de pruebas piloto en materia de innovación de cara a la construcción futura de estaciones”.
A partir del 22 de julio, fecha en que se concretó el pacto de cumplimiento ente las partes, comenzó a correr un año de plazo para poner en funcionamiento la estación. Se invertirán 543 millones de pesos, recursos que se deben transferir en los próximos días a Metroplús, que será la entidad encargada de contratar las obras.
El gerente de la empresa, Ricardo Medina, explicó que el cronograma prevé la realización de talleres de imaginarios en los cuales participarán los habitantes del sector. Durante los primeros seis meses se trabajará en la socialización, diseños y contratación; para la ejecución de las obras hay otro semestre. La plataforma, rechazada por el Metro por presentar una pendiente del 14,7 por ciento, se nivelará en el interior para garantizar el acceso autónomo a personas con movilidad reducida hacia tres espacios con diferentes usos.
“Creo que vamos a hacerlo antes de que expire el tiempo”, señaló el ejecutivo de Metroplús. A su juicio, aunque la estación San Pedro no se utilice para movilizar pasajeros, no será una inversión perdida. “El sistema integrado de transporte necesita de muchos espacios que no tiene actualmente. No todo puede ser para la entrada y salida de pasajeros”, argumentó. Agregó que con la decisión, “se optimiza un espacio que estaba siendo subutilizado y se estaba deteriorando”.
Desde el inicio de la operación de la troncal entre Aranjuez y la Universidad de Medellín, los usuarios del sector reclamaron que la estación San Pedro se integrara al sistema para hacer más cortos los desplazamientos hasta la estación Hospital.
El Área Metropolitana estudiará a partir de la intervención en la estación San Pedro, la afluencia y demanda que podría tener una parada en el sitio, con el fin de “establecer una solución adicional liviana para el cargue y descargue de pasajeros, que también contará en su conceptualización con la participación ciudadana”.
El gerente del Metro, Tomás Elejalde, subrayó que la estación San Pedro, tal como fue concebida, no permitiría el acceso y la movilización de personas con movilidad reducida por sus propios medios, inconveniente que no fue posible subsanar para utilizar la parada en el sistema.
Además del Metro y Metroplús, participaron del proceso y análisis de las posibles soluciones el Área Metropolitana y la Empresa de Desarrollo Urbano, responsable de los diseños de la obra.
La Superintendencia de Transporte conceptuó que las condiciones técnicas de la estación no cumplían con el principio de accesibilidad universal autónoma.
“Esta sentencia lo que indica es un punto final para esa discusión. Es muy importante mencionar que en lo que nos debemos enfocar es en seguir adelante hacia el futuro, construyendo obras”, concluyó el gerente Elejalde.
millones de pesos es el costo estimado de las adecuaciones en la estación.