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La discordia entre el alcalde Rionegro, Hernán Ospina y el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, se recrudeció hace poco más de tres años con la solicitud del mandatario local para que, sin necesidad de presentar un proyecto, uno de los 80 Parques Educativos fuera construido en su municipio.
Los trámites exigidos para construir la obra, no fueron bien recibidos por Ospina. EL COLOMBIANO conoció que, éste, al considerarse cercano a la Administración seccional, esperaba que el proyecto se le adjudicara sin requisitos (Lea aquí La curaduría “fantasma” que opera en Rionegro).
Otra de las diferencias entre los mandatarios, ha sido la construcción del túnel de Oriente. Aunque Fajardo ha insistido que recibió la administración con el proyecto firmado, el plan de cobros de valorización para subsidiar la megaobra habría desatado el malestar de funcionarios locales.
El malestar de Rionegro
Para la Administración municipal una seguidilla de desplantes del gobernador Fajardo, han marcado la decepación no solo de políticos sino de los habitantes.
“Le enviamos (a Fajardo) invitación a la celebración de los 150 años de la Constitución de Rionegro y no respondió. Tampoco estuvo en los 200 años de la Maestranza de Colombia”, dijo David Pérez, jefe de prensa de la Alcaldía.
Según el funcionario, para el Circuito Nacional de Ruta Élite el canal regional Teleantioquia no quiso entrevistar a funcionarios de la Alcaldía, por orden del Gobernador.
Si bien el alcalde liberal apoyó a Fajardo, del Partido Verde, en las elecciones para gobernación, en un encuentro del Gobernador con líderes locales, en Tutucán el 29 de julio de 2014, quedó claro que la alianza se había fracturado.
“Era un certamen de Fajardo con Juntas de Acción Comunal y el alcalde Ospina se apareció allí. Se acusaron en público”, dijo, uno de los organizadores del encuentro.
Esa tarde, ante unos 100 asistentes, Ospina tomó el micrófono y desató un discurso contra el Gobernador, presente en el auditorio.
“Hay una cantidad de funcionarios tan malucos que a uno no le provoca ni ir a su gobernación ni a su despacho. Por eso nosostros, desde el territorio y nuestros propios entes territoriales desarrollamos el ejercicio de acuerdo a nuestras capacidades.
Al instante, el Gobernador interpeló a Ospina, asegurándole que si bien no tenía nada contra él ni secretos que guardarle, la comunicación entre los dos era difícil. “No busco que estos problemas sean personales. La tentación es grande. Es fácil acudir al insulto, la agresión, el chisme o la vulgaridad, pero nosostros no entramos en ese juego”, dijo.
El alcalde Ospina denunció, durante el espacio, que no había enlace entre el Gobernador y los alcaldes del Oriente y reiteró que su posición no hacía parte de rencores ni venganza.