CIP 35 años al servicio de los contenidos (3)

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Especial Aniversario CIP

Esto acontecía en Colombia y el mundo mientras el Centro de Información Periodística iniciaba labores (Sep 1977)

Algo de historia

La idea de organizar una biblioteca con material de y para los periodísticas se concretó solo hasta 1977 a la cual se le asignó el nombre Fernando Gómez Martínez, en honor a uno de los directores y dueños del periódico.
La Biblioteca inició labores en el edificio sede de EL COLOMBIANO en Juanambú entre Bolívar y Carabobo en pleno centro de la ciudad de Medellín y fue la primera Biblioteca que se creó en una casa editorial en Colombia.

Ahora no solo se trataba del Archivo de Prensa y Fotografía, también era Biblioteca. ¿Y las noticias? Claro los contenidos se apilaban por doquier y, lo mejor de todo, es que Hace 35 años también existían más noticias como estas…

“Un pequeño 9 de abril que se frustró”, aseveró el presidente liberal al final de aquel miércoles de septiembre que años después alguien catalogaría como el día de “la acción colectiva urbana más importante de la segunda mitad del siglo XX en Colombia”[1]. Desde las 5 a.m. hubo levantamientos en grandes avenidas de la capital que desembocaron en violentas confrontaciones con la Fuerza Pública.

Al otro día (jueves), la prensa registró once personas muertas en Bogotá, donde se mantenía el “toque de queda” (entrecomillado de la propia noticia) desde las 8 p.m. hasta las 5 a.m. del viernes.

“Los retenidos por los disturbios, más de 1.700, fueron concentrados en tres sitios de la capital de la República, es decir en el Velódromo, en el estadio El Campín y en el circo de toros Santa María”.

Centro de Información Periodística CIP Archivo El Colombiano

Por su parte, en Medellín surgieron enfrentamientos entre las autoridades y estudiantes del Liceo de la Universidad de Antioquia, “quienes reaccionaron violentamente al notar la presencia de uniformados en alrededores del establecimiento”.

“Como resultado de esos enfrentamientos, dos oficiales, 15 policías y tres estudiantes recibieron lesiones (…) Durante el día circuló un rumor insistente que daba cuenta de la muerte de un estudiante en forma violenta. Sin embargo, las autoridades departamentales se encargaron de desmentir tal aseveración y la atribuyeron al propósito de los anarquistas de crear confusión dentro de la comunidad”.

Dos días después, el Ministerio de Gobierno dio a conocer “las estadísticas reales” de “48 horas de disturbios” en la capital: 27 agentes de la policía heridos de gravedad, 3.800 detenidos, 100 civiles heridos a bala, piedra y garrote.

“De otra parte se informó que de esta cifra solo 672 fueron sometidos a corte marcial, ya que se les comprobó realmente su participación en actos de terrorismo. Entre estos 672 detenidos existen cerca de 250 sujetos que registran amplio récord como terroristas y extremistas profesionales”.

“Pocas veces había visto más nubes negras en el horizonte del país”, decía Carlos Lleras Restrepo al inicio de la semana. “Nubes que al transcurrir la semana se transformaron en tormenta social y en insubordinación liberal”, comentaba un articulista de la segunda página dominical de EL COLOMBIANO, donde destacaba el aspecto “mesiánico” de Lleras y advertía del “bumerang” en que podía volverse la proclama del precandidato liberal: “Terminar con el caciquismo y la gente vieja y acabada”.

En nota seguida, el articulista referenciaba que el también precandidato liberal Julio Cesar Turbay Ayala “expresó que no se explicaba cómo Lleras hablaba contra el clientelismo político y por ende cayendo en actos inmorales”. Turbay daba estas declaraciones en su gira por el sur del país, acompañado entre otros del Presidente de la Cámara de Representantes, Alberto Santofimio Botero.

“Sirve mejor un gobierno nacional que de partido”, era una de las frases destacadas del virtual candidato conservador Belisario Betancur, quien cuestionaba la reforma tributaria “ahogada por la inflación”, según su sentencia. Al llegar a Medellín insistía en forjar “una unión colombiana capaz de sortear los tiempos difíciles que se avizoran”.

“El momento que vivimos es demasiado serio para entregarse a esta caza mayor de figuras políticas en vez de convocar la solidaridad en su base patriótica, lo que supone aceptar errores y exigir rectificaciones de nuestros gobernantes”, manifestaba el expresidente Misael Pastrana.

En una carta dirigida a El Tiempo, que en su editorial del 16 de septiembre lo calificaba de “vocero beligerante del paro antinacional”, Pastrana hace un juicio sobre la libertad de prensa y la veracidad de la información. Finaliza con un llamado a revisar el archivo del diario en noviembre de 1949, el cual, según él, alentaba el paro general contra el gobierno de Ospina Pérez. De ahí concluye: “…y miren en su propio espejo el ejemplo de una moral que cambia según las épocas y los mandatarios”.


[1] Presentación del libro: “Paro Cívico de 1977: Clases subalternas contra el modelo de ciudad”.

Fuente: Archivo Centro de Información Periodística CIP

Por
Federico Duarte Garcés
Estudiante Periodismo UPB
Colaborador

Centro de Información Periodística Archivo El Colombiano. Bloguer EC Blog Casillero de Letras

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