La coalición que gobierna en Alemania desde hace doce años puede seguir haciéndolo después de las elecciones de ayer, pero con la mayoría muy reducida y con un canciller que, por propia decisión, tiene sus días contados en la jefatura de gobierno. Helmut Kohl continuará gobernando, pero ahora con un gobierno más dividido entre sus adversarios políticos.
Como una nueva Caja de Pandora abierta a los cuatro vientos de la historia, los archivos secretos de la Unión Soviética comenzaron a revelar sus terribles secretos y provocaron un violento enfrentamiento entre las autoridades rusas y el ex presidente soviético Mijail Gorbachov. Las revelaciones actuales sobre parte de los crímenes cometidos por los gobernantes soviéticos anuncian descubrimientos aún más devastadores en esa novel y desordenada democracia que es Rusia. Por ejemplo, se supo que el presidente ruso Boris Yeltsin envió a su homólogo polaco Lech Walesa un documento firmado por el jefe de la Policía Secreta Soviética prometiéndole a Stalin la ejecución de 26 mil polacos que fueron hechos prisioneros por la URSS tras el ataque del ejército rojo contra Polonia en 1939, ataque que siguió a la invasión nazi de un día antes. Gorbachov, que es acusado de cubrir con su silencio los crímenes de su país, se defendió cuestionando a Yeltsin de dar golpes bajos.