La decisión del rey, de Erik Poppe

Los ricos también lloran

Oswaldo Osorio

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Después de despacharse a Polonia y los Países bajos, Hitler envía  a su poderoso ejército lanza en ristre contra Noruega. Un opulento, civilizado y neutral país que poco había sabido de guerras en su historia. Sus opciones eran rendirse a la ocupación nazi o resistir, pero para llegar a esa decisión, que en últimas debía tomar el rey Haakon VII, el relato primero construye todo el contexto histórico, familiar y político del monarca para darnos una visión ciertamente distinta de un particular capítulo de la Segunda Guerra Mundial. Continuar leyendo

Operación Valquiria, de Brian Singer

Maten al León

Siempre resulta refrescante, luego de tantas y tantas películas sobre nazis, ver una cinta desde el punto de vista de los alemanes. Aunque ése sólo hecho no es suficiente si no tiene un tratamiento que resulte igual de novedoso y hasta revelador. Y lo digo por ese panfleto sentimental y predecible que se vio hace poco titulado El niño con el pijama de rayas, la única película en el mundo de la que ya se sabe todo luego de ver el afiche.

Con Operación Valquiria sí se puede apreciar esa otra visión de la guerra, aunque tampoco se trata de nada trascendental, pues su premisa es simple: no todos los alemanes eran como los nazis. Muchos de ellos realmente creían estar luchando por su país, eso hasta que se dieron cuenta de las verdaderas intenciones del loco al mando.

La película, entonces, se concentra en construir la trama que da cuenta de los planes para asesinar a Hitler, una trama que tiene como principal virtud la capacidad de interesar al espectador en un proceso del que, inevitablemente, se conoce su fallido desenlace (salvo tal vez una estudiante de comunicación social de la UPB, quien apenas este semestre se enteró de que los alemanes habían perdido la guerra).

Esa trama sólidamente construida y narrada con un ritmo que sostiene siempre la atención del espectador, se va nutriendo, a medida que avanza la historia, con una tensión creciente que está administrada con la precisión que saben en Hollywood.

Porque en últimas, es una película de Hollywood, con todo lo que esto representa: hacer más visible a la estrella protagónica (Tom Cruise) que la construcción de personaje, planificadas dosis de acción y efectos visuales y un punto de vista que se limita a lo justo, dar el mensaje, sin complicarse mucho con otras cuestiones que esta historia bien podría dar para desarrollar.

En definitiva, es cine entretenido y bien contado. Incluso algo de historia se puede aprender (ojalá la niña de la UPB la vea). Una cinta para darle otra mirada a la segunda guerra, aunque de ninguna manera inolvidable.

I.M.