LOS FOTOGRAMAS HABLAN

¿Qué hace ese gigantesco barco a vapor subiendo por una montaña? Parece una película de fantasía o un absurdo sueño. Pero en realidad esa imagen ocurrió. Aunque lo más sorprendente, es que no sólo ocurrió en la ficción, reconstruida por algún efecto del mentiroso cinematográfico, sino que, efectivamente, ese barco escaló una montaña y llegó al otro lado, en busca de un río.

Esto ocurrió en la película Fitzcarraldo (1982), la delirante historia del hombre que quiso llevar la opera a la selva, realizada por otro hombre, esta vez real, no menos delirante, el cineasta Werner Herzog. Lo que su personaje hizo en la película, las insólitas empresas en que empeñaba su vida, el director alemán lo hizo en el rodaje de sus filmes, especialmente en éste.

Junto a esos dos locos había uno más, el actor  Klaus Kinski. Las crónicas del rodaje hablan de una filmación tan tormentosa y pantagruélica como la película misma. Muertos hubo: pobres indiecitos de la Amazonía peruana colonizados por el cine y los dólares, algunos murieron subiendo el barco, esa desbocada nave conducida por tres delirantes. 
O.O